"Loud & Proud": Crítica del camaleónico disco de JOLLY JOKER

Heterogéneo "Loud & Proud", el nuevo álbum  de los valencianos

El Rock, desde sus orígenes, se ha presentado como un movimiento sensible a los cambios, absorbente con aquello que le rodeaba y que, según iba pasando el tiempo, le daba una nueva oportunidad de metamorfosearse, de engrosar su figura y acrecentar su historia. ¿Y a cuento de qué esta inusual entradilla?, te podrás preguntar. A que "Loud & Proud", el cuarto disco del combo valenciano JOLLY JOKER, es un gran ejemplo de ese espíritu heterogéneo que, muchos años después, sigue retroalimentando su propia idiosincrasia.

El sonido del grupo encuentra pareja de baile al otro lado del charco y genera puzzles enriquecidos con patrones propios de las más diversas épocas que, por ejemplo, pueden llevar a que unos suecos, sobradamente conocidos por aquí, como son HARDCORE SUPERSTAR, puedan pasar en la actualidad por una banda estadounidense o que una formación oriunda de toda la parafernalia ochentera como CINDERELLA se te desmarque en un momento dado con un Rock N Roll cabaretero y clásico repleto de esencia Boogie como hizo en su día con "Shelter Me". Pura dinámica camaleónica, ni más ni menos.

Ejemplo del espíritu heterogéneo del Rock

Así es esta música en su más primaria naturaleza. Tan cambiante y sorpresiva como capacitada para mostrar constante veneración por los padres e incluso abuelos del género muchas décadas después. Y así, navegando en una grata diversidad musical, se ha desmarcado JOLLY JOKER con su álbum más completo, disciplinado y diría que inteligente hasta la fecha.

Subordinado a un trabajo en el estudio con el que se han obtenido unos inmejorables resultados en lo que a sonido se refiere, "Loud & Proud" mantiene un cautivador equilibrio entre esa necesaria parte orgánica que a veces, como incurable nostálgico que soy, echo de menos en el Rock, Hard rock y derivados y la acidez más garajera y directa que le abastece de una visceralidad canalla.

Unos JOLLY JOKER versátiles y desenfadados

JOLLY JOKER, manteniendo un sello cada vez más propio y localizable, se muestra bastante versátil en un lanzamiento en el que, detrás de un buen desglose de ideas, hay unos oídos curtidos en mil batallas, los de unos músicos que logran inocularte esa sensación de pasión por todo el material que han escuchado en sus tiempos mozos y que, a día de hoy, han sabido recopilar, fusionar, tributar y finalmente plasmar en sus propias composiciones.

Debido a ello, premia la espontaneidad en este plástico, el desenfado, la efusividad del Rock más directo y todo sale adelante debido a la rigurosa y estratégica posición que cada miembro ocupa en la banda. Lejos de adentrarse en terrenos plagados de arpegios, movimientos virtuosos y que pudieran empañar el trabajo colectivo, Andy y Dani, encargados de llevar a buen puerto la base rítmica, son dos buenos y sencillos constructores de temas y ejercen su papel con funcionalidad, sin pretender sobresalir y teniendo la mente puesta en los temas y no tanto en sus aptitudes individuales, lo cual, siempre que me topo con casos así, me lleva al recuerdo de la encomiable función de Phil Rudd y Cliff Williams durante décadas chequeando la base rítmica de AC/DC.

Por otra parte, Yannick es uno de los guitarristas más precisos que me he podido encontrar en el género últimamente. Fino en su ejecución y dotado de la suficiente musicalidad como para darle brillo riffeando o punteando a cada tema y lograr que a estos no les falte nunca combustible. Finalmente, Lazy Lane es ecléctico, apoyándose, según se lo pida la cancion, en voces rasgadas y crudas y otras más limpias y de corte nasal, logrando abarcar con ello numerosas posibilidades y haciendo que, por momentos, uno se pueda acordar escuchándole tanto de Jizzy Pearl como de Vince Neil. Vayamos a ver qué nos deparan los diez cortes que contiene el disco.

Las canciones de "Loud & Proud"

"I Don't Care" entra avasallando con un riff punkarra y sin dilaciones y apostando posteriormente por un estribillo pegadizo que logra confeccionar una pieza de buen Hard Rock/Sleaze que perfectamente podrían haber firmado los propios HARDCORE SUPERSTAR.

"Sky Is So High" recuerda a ese Hard Rock americano envolvente y con deje sureño de los primeros años 90 de bandas como LITTLE CAESAR. La pieza funciona a la perfección con sus subidas y bajadas de intensidad. A su vez, "Blood Velvet" se apoya en un comienzo elegante y pausado, aunque en el estribillo aparezca la cara más macarra y desenfadada del Sleaze. Merece especial mención el maravilloso punteo de guitarra de Yannick, recordando y mucho en forma y fondo al buen hacer de Slash en sus años primerizos con su mítica Les Paul.

Por su parte, "The Chance" se muestra cortante y un riff sabbathico, o cuya factura mantiene también algunos lazos con el sonido Zakk Wylde, es el motor principal del tema. Por momentos, aterrizan en mi cabeza recuerdos de los SKID ROW algo más engrasados del "Slave To The Grind" e incluso del "Subhuman Race".

"Fortune Teller" irrumpe con un sonido de guitarras al más puro estilo de THE CULT y una base rítmica que irradia solidez y donde, como dije unas líneas atrás, me sobrevuela la imagen de Phil y Cliff ejerciendo de peones de obra en AC/DC. En su conjunto, se me antoja como un corte más melódico al que de nuevo le acompaña un eficiente estribillo.

"Motor" vuelve a contagiarme del encanto de su base rítmica, dejándose ver como una pieza muy tabernera aunque, en su conjunto, probablemente sea la canción más densa e insípida de todo el trabajo.

"Voodoo Nights" atesora un disfrutable estribillo angelino que te traslada hasta la época dorada del género en los alrededores de Sunset Strip. Pieza idónea para los seguidores de bandas ilustres como POISON y MÖTLEY CRÜE.

"Nothing's Sacred" es directa, poderosa y destila gancho de principio a fin, siendo una pieza que podría ser un híbrido entre lo que desde hace años nos lleva ofreciendo Michael Monroe y, de nuevo, el espíritu festivo y atolondrado de HARDCORE SUPERSTAR.

"Devil's Hand" es una gamberrada de Sleaze/Punk en toda regla que se lucra de una melodía guasona empeñada en rememorar el espíritu redneck americano. Prueba a dibujar mentalmente a un granjero americano sentado en el porche de una vivienda rural en Arkansas o Alabama con su arquetípico palillo en la boca y obtendrás en este tema la banda sonora ideal.

"New Orleans" es la pieza que venía esperando desde el arranque del álbum. Nada más y nada menos que un Rock N Roll nutrido en el embalaje de los años 50 pero con sonido actual y en el que, por supuesto, no falta el piano desbocado, generando la placentera sensación de escuchar un sentido homenaje a Chuck Berry, Bill Haley, Little Richard y tantos y tantos otros.

Qué paradójico. Comencé hablando en esta reseña del viraje al que se ha expuesto siempre el Rock desde su alejado nacimiento y he acabado hablando de ese sonido que hace más de 70 años crearon los negros (jódete, Ted Nugent). Lejos de pretender divagar, me parece interesante que salgan a colaciones estas reivindicaciones en pleno 2022. Porque el Rock N Roll, con sus múltiples retoños, no ha dejado nunca de revolucionarse, de experimentar, de probar numerosas manzanas prohibidas, de abrir su viejo baúl para revisar esas polvorientas fotos de sus antepasados y hacer que estos no caigan en el olvido. Y, dentro de todo ese cóctel de revisionismo y sana nostalgia, cada uno elige en este trayecto a qué tren subirse, con mayor o menor fortuna, o qué billete comprar.

Yo me alegro de comprobar que JOLLY JOKER hace tiempo que eligió adecuadamente su propio viaje y de que yo, como oyente, les haya comprado este billete para acompañarles en la presente ocasión en su nueva andadura. ¡Bien, Jokers!

Lista de temas de "Loud & Proud"

01. I Don't Care
02. Sky Is So High
03. Blood Velvet
04. The Chance
05. Fortune Teller
06. Motor
07. Voodoo Nights
08. Nothing's Sacred
09. Devil's Hand
10. New Orleans

Discográfica: Dark Rails Records

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