KHAEL - Efímero

"Efímero" es el segundo álbum de KHAEL, la casi inclasificable banda de Metal de Dani Pérez (ex SARATOGA, SKIZOO) y Aroa Martín, que sigue su andadura ofreciendo mucha calidad, esta vez facturada por ellos dos solos, siendo el primero el encargado de la batería y la segunda de la voz, guitarra y bajo.

El trabajo, como ocurriera en la entrega anterior, toca diferentes estilos sin casarse con ninguno, fuerte valor de KHAEL, que además imprime a sus canciones de un cierto toque poético, gracias también a la voz de Aroa, dramática cuando la ocasión lo requiere.


Vídeo de "Palabras En Mi Piel"


En cuanto a las canciones del disco, variadas, arranca con nervio "Palabras En Mi Piel", muy groovie, pero presenta líneas vocales que dulcifican el tema así como unas letras intimistas que giran sobre asuntos personales, lo que será una constante en todo "Efímero". "El Ilusionista", con un elemento misterioso y muy intenso en la voz, es un corte realmente bonito y que presenta diferentes ritmos, pasando de la solidez a la velocidad del estribillo.

"Destello" podría ser más progresivo en sus estructuras, y de nuevo la voz de Aroa, muy fuerte, se alza como protagonista sobre esta base, al igual que en el estribillo de "Puzzle". "La Tormenta" hace retornar la contundencia, con ritmos poderosos, cierto toque Power Metal, con regusto a EVERGREY y NEVERMORE, y un fascinante coro. El piano da paso a "Abismo", cuya languidez de inicio se ve contrarrestada por el posterior aumento en la intensidad del canto, acentuado por arreglos orquestales y una guitarra que va ganando fuerza.

"Tu Alimento", por su riff punk y macarra, su letra, y especialmente por la forma de cantar de Aroa, se convierte en otro de los mejores temas del álbum, muy rabioso, dramático y pegadizo. Le sigue la oscura instrumental "Termitas", al servicio de la batería de Dani, y dos cortes para finalizar, "Otra Realidad" -con buenos detalles, como su melodía de guitarra- y el progresivo y cambiante "Siervo De Tu Ego", de nuevo con un excelente estribillo.


Con 43 minutos quizá el disco se nos pueda hacer, como indica su título, "efímero", pero desde luego tiene enjundia y proporciona, ante todo, una escucha agradable y con muchos matices.

 

Enrique Herrero

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