KRISIUN - The Great Execution

Como preludio, antes de comenzar a hablar de lo que es el nuevo trabajo de KRISIUN, he de confesar que me ha costado muchísimo decidirme, no sobre la nota (que es algo subjetivo y sujeto a cambio casi semanal), sino sobre las sensaciones que me deja este “The Great Execution”. Han sido sucesivas escuchas que han evolucionado desde la decepción inicial, la confusión subsiguiente, el asentamiento y la convicción de que, si bien estamos ante un álbum inmaculado y meritorio, no ha logrado convencerme por completo. Quizá sea el principal valor para la mayoría lo que a mí me resulta menos atractivo. Y es que hay una palabra clave que fluye por cada nota del disco y que determina esta octava obra de estudio de los brasileños: el control. Como podréis leer, en toda la reseña será expresión recurrente, el sello característico que, seguramente, les lleve a dar un paso más en su popularidad pero también el punto de encuentro de los, en mi opinión, defectos de “The Great Execution”.

La formación de los hermanos Kolesne no necesita presentación. Dos décadas devastando el universo del Metal les ha forjado una reputación inquebrantable. En estudio no dejan lugar a la duda. Desde sus inicios más primitivos, herederos de la rica tradición extrema de su país, el Death brutal del trío de Rio Grande Do Sul ha ido puliéndose de una técnica exquisita. No hay muchos grupos que tengan en sus filas a instrumentistas de la talla de Max, una bestia detrás de la batería, o Moyses, toda una máquina de construir riffs y arpegios. Sin embargo, donde más han brillado ha sido en directo. Innumerables giras les han dado unas tablas a la altura de los más grandes del género. Cada concierto de KRISIUN es una gozada porque aúna complejidad con agresión sonora sin hastiar al público.


“The Great Execution” representa su retorno al panorama internacional, tres años después de “Southern Storm”, un álbum muy alabado, probablemente porque llegó después de su entrega menos inspirada, “AssassiNation”. Independientemente de la evolución antes mencionada, KRISIUN siempre ha mantenido unas pautas muy rígidas. Digamos que ese refinamiento fruto de la experiencia no influyó en exceso en su propuesta. Fueron otros matices como la limpia producción de “Ageless Venomous” o la mayor aportación de medios tiempos de “Assassination”, lo que diferenció trabajos esencialmente similares. Esto se convirtió en un arma de doble filo porque, para mucha gente, aburrían. Creo que esa aseveración es un tanto injusta pero estoy convencido de que los que dijeron eso han quedado más que satisfechos con “The Great Execution” porque supone, no una ruptura (se nota que son ellos a la legua), pero sí introducir un montón de elementos desconocidos. Y es aquí donde hemos de recurrir, nuevamente, al control.

El primer elemento de control es la velocidad. Por supuesto, hay blast beats, doble bombo y partes rápidas pero, esencialmente, “The Great Execution” es un disco pesado y contundente. Los golpeos imposibles de batería han dejado camino expedito a multitud de cambios de ritmo. ¿A qué puede ser debido esto? Es intuición pero me da que esta vez se han volcado en el aspecto compositivo y, en consecuencia, les han salido canciones dinámicas (que no mejores) y, sobre todo, más largas. Y es que el tema más corto dura por encima de cinco para un total que sobrepasa la hora en una decena de cortes. Añadamos otro aspecto: la producción. Tara habitual en los sudamericanos, intentaron paliarlo en “Ageless Venomous” pero no les salió bien la jugada. Ahora, por fin, sacan lustre a la fuerza de Max o los solos de Moyses. Para sus fans más old school puede que sea demasiado pulida pero para esta música que ofrecen probablemente sea lo adecuado.

Hablemos de novedades. ¿Qué podemos encontrar en “The Great Execution” que no hayamos oído en el pasado y que, sin embargo, no perturbe la idea de lo que KRISIUN siempre ha sido? Bastantes cosas. Por ejemplo, guitarras acústicas cortesía de su reputado compatriota Marcello Caminha. Así, la apertura del álbum en “The Will To Potency” o un segmento de “The Sword Of Orion” vienen salpicados de acústicas que encajan perfectamente en el lugar que se ubican. Precisamente, en este último tema Moyses se marca un solo que he de calificar como sorprendente. Es verdad que en el pasado había pinceladas melódicas pero lo que hace en “The Great Execution” no es comparable porque, aislado del resto, podría caber en cualquier obra de Heavy Metal.


No obstante, lo más inesperado es toparnos con un corte del calibre de “Extinçao En Massa”. Para que os hagáis una idea, “Policia” (aunque fuera versión) es a SEPULTURA lo que esta canción a KRISIUN. Con la ayuda en las voces del enorme Joao Gordo de RATOS DE PORAO, el trío ha compuesto una especie de homenaje al glorioso pasado del Thrash y Crossover brasileño. Los propios RATOS DE PORAO o DORSAL ATLANTICA son nombres que te vienen a la mente cuando escuchas los coqueteos con el Hardcore y proto Grind de “Extinçao En Massa”. Reconozco que al principio me chocó tanto que he tardado en cogerle la medida pero ahora, de forma inconsciente, termino coreando su comprometida letra.

Por último, restan por definir otras dos formas de control. La voz de Alex Camargo. Esto ha sido un trabajo con el paso de los años pero, actualmente, Alex no gruñe sino que se encuentra cercano a lo que hace Peter de VADER. En “Conquerors Of Armageddon” no habría sido posible pero ahora es otra historia y les dirige a un grado de accesibilidad en el género que se acrecienta con los estribillos. Y es que, además de algunos riffs que enganchan, se pueden llegar a tararear cosas como “The Extremist”, las estrofas de “Descending Abomination” o la propia “The Will To Potency”, algo impensable. Sería genial que, con estos mimbres, la banda aprovechara el momento en el que MORBID ANGEL ha perdido el norte (también el sur, el este y el oeste) y ocupara su lugar en el corazón de los seguidores del Death. Tras tantos años de lucha se lo merece.

KRISIUN ha dado el 100% por alcanzar un cenit. En sus cabezas, ese culmen es “The Great Execution”. Tiene todo para convertirse en uno de los trabajos más significativos de los últimos años en el Metal Extremo. Con todo, reitero lo expresado al principio. Como esto es algo personal, me sigo quedando con los KRISIUN más descontrolados y “guarros” de “Conquerors Of Armageddon”, “Works Of Carnage” o “Apocalyptic Revelation”. Peores compositores, músicos aún en formación pero con la energía intacta de quien no desea dejar enemigos en el camino. Aun así, “The Great Execution” es un disco notable y recomendable y que ojalá les haga alcanzar el éxito que tanto han perseguido. Siempre han rozado el larguero, es el momento del gol.

 


Marco-Antonio Romero

Como preludio, antes de comenzar a hablar de lo que es el nuevo trabajo de KRISIUN, he de confesar que me ha costado muchísimo decidirme, no sobre la nota (que es algo subjetivo y sujeto a cambio casi semanal), sino sobre las sensaciones que me deja este “The Great Execution”. Han sido sucesivas escuchas que han evolucionado desde la decepción inicial, la confusión subsiguiente, el asentamiento y la convicción de que, si bien estamos ante un álbum inmaculado y meritorio, no ha logrado convencerme por completo. Quizá sea el principal valor para la mayoría lo que a mí me resulta menos atractivo. Y es que hay una palabra clave que fluye por cada nota del disco y que determina esta octava obra de estudio de los brasileños: el control. Como podréis leer, en toda la reseña será expresión recurrente, el sello característico que, seguramente, les lleve a dar un paso más en su popularidad pero también el punto de encuentro de los, en mi opinión, defectos de “The Great Execution”.La formación de los hermanos Kolesne no necesita presentación. Dos décadas devastando el universo del Metal les ha forjado una reputación inquebrantable. En estudio no dejan lugar a la duda. Desde sus inicios más primitivos, herederos de la rica tradición extrema de su país, el Death brutal del trío de Rio Grande Do Sul ha ido puliéndose de una técnica exquisita. No hay muchos grupos que tengan en sus filas a instrumentistas de la talla de Max, una bestia detrás de la batería, o Moyses, toda una máquina de construir riffs y arpegios. Sin embargo, donde más han brillado ha sido en directo. Innumerables giras les han dado unas tablas a la altura de los más grandes del género. Cada concierto de KRISIUN es una gozada porque aúna complejidad con agresión sonora sin hastiar al público.“The Great Execution” representa su retorno al panorama internacional, tres años después de “Southern Storm”, un álbum muy alabado, probablemente porque llegó después de su entrega menos inspirada, “AssassiNation”. Independientemente de la evolución antes mencionada, KRISIUN siempre han mantenido unas pautas muy rígidas. Digamos que ese refinamiento fruto de la experiencia no influyó en exceso en su propuesta. Fueron otros matices como la limpia producción de “Ageless Venomous” o la mayor aportación de medios tiempos de “Assassination”, lo que diferenció trabajos esencialmente similares. Esto se convirtió en un arma de doble filo porque, para mucha gente, aburrían. Creo que esa aseveración es un tanto injusta pero estoy convencido de que los que dijeron eso han quedado más que satisfechos con “The Great Execution” porque supone, no una ruptura (se nota que son ellos a la legua), pero sí introducir un montón de elementos desconocidos. Y es aquí donde hemos de recurrir, nuevamente, al control.El primer elemento de control es la velocidad. Por supuesto, hay blast beats, doble bombo y partes rápidas pero, esencialmente, “The Great Execution” es un disco pesado y contundente. Los golpeos imposibles de batería han dejado camino expedito a multitud de cambios de ritmo. ¿A qué puede ser debido esto? Es intuición pero me da que esta vez se han volcado en el aspecto compositivo y, en consecuencia, les han salido canciones dinámicas (que no mejores) y, sobre todo, más largas. Y es que el tema más corto dura por encima de cinco para un total que sobrepasa la hora en una decena de cortes. Añadamos otro aspecto: la producción. Tara habitual en los sudamericanos, intentaron paliarlo en “Ageless Venomous” pero no les salió bien la jugada. Ahora, por fin, sacan lustre a la fuerza de Max o los solos de Moyses. Para sus fans más old school puede que sea demasiado pulida pero para esta música que ofrecen probablemente sea lo adecuado.Hablemos de novedades. ¿Qué podemos encontrar en “The Great Execution” que no hayamos oído en el pasado y que, sin embargo, no perturbe la idea de lo que KRISIUN siempre ha sido? Bastantes cosas. Por ejemplo, guitarras acústicas cortesía de su reputado compatriota Marcello Caminha. Así, la apertura del álbum en “The Will To Potency” o un segmento de “The Sword Of Orion” vienen salpicados de acústicas que encajan perfectamente en el lugar que se ubican. Precisamente, en este último tema Moyses se marca un solo que he de calificar como sorprendente. Es verdad que en el pasado había pinceladas melódicas pero lo que hace en “The Great Execution” no es comparable porque, aislado del resto, podría caber en cualquier obra de Heavy Metal.No obstante, lo más inesperado es toparnos con un corte del calibre de “Extinçao En Massa”. Para que os hagáis una idea, “Policia” (aunque fuera versión) es a SEPULTURA lo que esta canción a KRISIUN. Con la ayuda en las voces del enorme Joao Gordo de RATOS DE PORAO, el trío ha compuesto una especie de homenaje al glorioso pasado del Thrash y Crossover brasileño. Los propios RATOS DE PORAO o DORSAL ATLANTICA son nombres que te vienen a la mente cuando escuchas los coqueteos con el Hardcore y proto Grind de “Extinçao En Massa”. Reconozco que al principio me chocó tanto que he tardado en cogerle la medida pero ahora, de forma inconsciente, termino coreando su comprometida letra.Por último, restan por definir otras dos formas de control. La voz de Alex Camargo. Esto ha sido un trabajo con el paso de los años pero, actualmente, Alex no gruñe sino que se encuentra cercano a lo que hace Peter de VADER. En “Conquerors Of Armageddon” no habría sido posible pero ahora es otra historia y les dirige a un grado de accesibilidad en el género que se acrecienta con los estribillos. Y es que, además de algunos riffs que enganchan, se pueden llegar a tararear cosas como “The Extremist”, las estrofas de “Descending Abomination” o la propia “The Will To Potency”, algo impensable. Sería genial que, con estos mimbres, la banda aprovechara el momento en el que MORBID ANGEL ha perdido el norte (también el sur, el este y el oeste) y ocupara su lugar en el corazón de los seguidores del Death. Tras tantos años de lucha se lo merece.KRISIUN han dado el 100% por alcanzar un cenit. En sus cabezas, ese culmen es “The Great Execution”. Tiene todo para convertirse en uno de los trabajos más significativos de los últimos años en el Metal extremo. Con todo, reitero lo expresado al principio. Como esto es algo personal, me sigo quedando con los KRISIUN más descontrolados y “guarros” de “Conquerors Of Armageddon”, “Works Of Carnage” o “Apocalyptic Revelation”. Peores compositores, músicos aún en formación pero con la energía intacta de quien no desea dejar enemigos en el camino. Aun así, “The Great Execution” es un disco notable y recomendable y que ojalá les haga alcanzar el éxito que tanto han perseguido. Siempre han rozado el larguero, es el momento del gol.

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