KVELERTAK - Meir

KVELERTAK pareció salir literalmente de la nada cuando en realidad emergía desde Stavanger, en el suroeste de Noruega, y del clásico grupo de amigos que decide montar una banda. La historia de siempre pero en formato estallido: en unos meses de promesa del underground noruego a sensación global. De la nada. Boom. Con estilo propio, actitud y con un disco debut homónimo, “Kvelertak” (que significa “llave estranguladora”), que no era perfecto pero que exudaba frescura, energía, y una pulsión electrificada que le llevaba a trances arrebatadores. Para algunos la respuesta metálica a los nuevos tiempos, para otros un buen grupo con un exceso de hype, ese neologismo / anglicismo que inunda las industrias culturales y que es el viejo atracón de éxito, la resonancia permanente, la lupa mediática inamovible y los seguidores creciendo en legión.

De un sello independiente a Roadrunner, medios infinitos y (todavía más) publicidad en cascada. Seguramente, la única forma de responder a eso, ese vértigo del síndrome del segundo disco, es seguir el instinto y ser fiel a uno mismo, no pensar en expectativas ni intentar formular la ecuación del éxito: divertirse. Y en este segundo disco, KVELERTAK ha hecho precisamente eso. Divertirse, calcar y amplificar la fórmula. “Meir”, el título de este nuevo y tan esperado trabajo, es una palabra noruega que significa “más”.

Más: en la red eran legión los que aguardaban para encumbrar este disco como la revelación definitiva del Metal en el nuevo siglo y aún más los que contaban los minutos para cartografiar la decepción de un grupo empachado de éxito e incapaz de vivir a la altura de las expectativas. Pero “Meir” es simplemente eso: más. Más de lo mismo: otra portada interesante, aunque menos, de John Baizley, de BARONESS. Otra producción ruidosa y perra pero trabajada y nítida de Kurt Ballou, de CONVERGE. Y otra sarta de canciones en su noruego natal que repasan temas de la mitología nórdica y se desbordan en un voltaje rockero que es pura combustión. Más: no se me ocurren muchas razones por las que este disco no va a enganchar a los que enganchó el debut, al que creo francamente que no supera. A unos les gustará más, a otros menos… pero la disertación no debería centrarse en cuánto y cómo ha transformado su sonido KVELERTAK. No lo ha hecho demasiado. El sexteto, tres guitarristas, se ha limitado a pasárselo de maravilla haciendo un puñado de canciones nuevas. “Meir” gustará más o menos y tampoco es un disco perfecto, pero eso es innegable.


En sus mejores momentos, KVELERTAK recorre de cabo a rabo y de extremo a extremo la historia del Rock. O eso parece. Rock and Roll, Black Metal, Punk, Hardcore, Metal Clásico y otro montón de ingredientes. Todo a la cazuela. No se tira nada, se aprovecha todo lo que ayuda a hacer la música ruidosa, energética y endiabladamente pegadiza. Este no es un grupo de Black Metal pero tiene el Black Metal de su Noruega natal en el código genético. Esto no es el Black’n’Roll que ya trabajan un buen puñado de grupos. Esto es un totum revolutum que acaba funcionando porque este grupo tiene un sexto sentido compositivo que hace serio lo gamberro y gamberro lo serio; complejo lo sencillo y sencillo lo complejo. Por aquí desfilan AC/DC, THE STOOGES, MC5 o THIN LIZZY pero también  y mucho más TURBONEGRO, BACKYARD BABIES, RAMONES, ANDREW WK, MOTORHEAD y también MASTODON, BARONESS o las vetas Southern/Stoner. Y por supuesto Heavy Metal, Black de las montañas y Hardcore de las calles. Todo a la cazuela, todo eso y más: “Meir”.

Creo que habrá quien eche en falta la inmediatez hímnica de los mejores momentos del disco debut: “Ulvetid”, “Mjod”, “Liktorn”, “Offernat” o esa virguería que era “Sultans Of Satan”. Y creo que “Meir”, como “Kvelertak”, tiene unas cuantas canciones de primera categoría y otras que, pese a su innegable energía, se limitan a acompañar. Quizá este grupo tenga dentro un disco absolutamente radiante y definitivo y quizá esté al caer, pero no lo era su debut y lo es “Meir”. Eso sí, lo mejor de ambos discos combina para formar un puñado de himnos cuya exposición en directo tiene que ser, dicen que es, dinamita pura.

Erlend Hjelvik, un cantante tan unidimensional como carismático, se vuelve a dejar la garganta en una combustión furiosa entre el Hardcore y un Black Metal que aparece en unos cuantos blastbeats y trémolos dentro de una labor de guitarras que tiene más chicha de la que aparenta y que sobresale junto a un trabajo de batería que salta limpiamente del Metal Extremo al Arena Rock ochentero. Así es este grupo y el que quiera volver a encontrarlo en su mayor gloria macarra e hímnica quedará satisfecho con “Spring Fra Livet”, la embrutecida “Trepan”, el pegajoso single “Bruane Brenn” o el himno final “Kvelertak” y  su toque a lo Party Metal. Canciones que aúnan un millón de influencias y un buen puñado de estilos y que explotan con la energía que hace arrebatador a este grupo. Ese es el secreto: pasión, autenticidad y diversión.


Pero el sonido de “Meir” trasciende su furia de bulldozer rockero y apocalíptico y enseña más capas, matices y recovecos; Destellos progresivos aunque que hacen de “Evig Vandrar” una gozada de riffs heavies y armonías ochenteras y de “Nekrokosmos” un intrigante pasadizo entre lo Extremo y lo tradicional con un toque experimental, puerta abierta a “Tordenbrak”, que le sigue con unas atmósferas quebradizas y Post Black casi a lo SOLSTAFIR. Tanto se expande en cuanto se escucha con un poco de atención “Meir”, un disco que no es ni absolutamente redondo ni perfecto pero que es atractivo. Ni es la obra colosal que interpretan algunos ni la decepción que ha cegado a otros. Creo. Es genuino, original, adictivo y frenético, de los que te dan ganas de beber, pasarlo bien y gritar un puñado de estribillos, auque sea en noruego y aunque no sepas qué demonios hablan. Esa es mi última palabra: por encima de muchas otras cosas que vas a escuchar y leer sobre este disco, a mí me parece que en él lo positivo supera de largo a lo negativo. Y además me resulta francamente divertido.

 

Juanma Rubio

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí