La biografía de BARÓN ROJO: Necesaria, prescindible

Barón Rojo

Por fin ha caído en mis manos un libro que llevaba buscando desde hacía cierto tiempo: la biografía de BARÓN ROJO que hace pocos meses escribió Mariano Muniesa y que se encargó de publicar Quarentena Ediciones. Después de leerla se me ha quedado un sabor más agrio que dulce, y es que aunque desde hace tiempo la mayor banda de Heavy Metal en España requería un testimonio en papel de su historia, el resultado final no queda a la altura del grupo.

Muniesa se encarga de sobrevolar a lo largo de más de 300 páginas la historia y la prehistoria de BARÓN ROJO, sin embargo, en muchas ocasiones da la sensación de que se queda en un vuelo de reconocimiento.

Quizás, el mayor problema sea el punto de vista desde el que se ha planteado. El autor no se ausenta del libro y quiere ser protagonista, un pequeño hándicap si se tiene en cuenta que la historia de BARÓN ROJO tiene como estrellas a otras personas diferentes. Muniesa no pierde ocasión para recordarnos que estuvo en tal o cual concierto, o lo desengañado que se sintió tras votar al Partido Socialista que no llevó a la clase obrera hacia un nuevo amanecer.


Normalmente he defendido que, para bien o para mal, los temas sociales fueron grandes protagonistas de la temática del Heavy español de primera mitad de los 80. Sin embargo, si se quiere adoptar esta tesis hay que abordarla desde una mayor seriedad. Además, creo que es conveniente abandonar el protagonismo y las enemistades personales, presentes en algún dardo sinsentido desperdigado a lo largo del texto.

Por otro lado, la biografía también peca de escasa objetividad. Es evidente que resulta muy complicado guardar un punto de vista equidistante al tratar la historia de BARÓN ROJO. Cada seguidor tiene un punto de vista sobre cada aspecto polémico de su historia, pero el autor de la biografía debería intentar evadirse de este punto de vista del fan. El seguidismo hacia una de las partes es ciertamente preocupante, dejando a la altura del betún a los menos enrollados de la banda que, por cierto, en un determinado momento se llega a comparar con SKA-P o MÄGO DE OZ.

Finalmente y más allá de la falta de un corrector de estilo, alguna parte del libro directamente sobra. El repaso que se hace a esas “palabras de fuego, versos malditos y vividas estrofas”, es decir, a las mejores canciones de la banda según el autor resulta un poco extraño máxime cuando el lector objetivo de esta biografía será un seguidor de la banda que desde hace tiempo sabe cuáles son sus temas preferidos.


Pero no todo es malo, el libro recopila testimonios interesantes para comprender la idiosincrasia de los miembros de la banda, especialmente en su época de mayor éxito. Asimismo se navega en la prehistoria del grupo, por lo que se cuenta también con una interesante introducción al Rock de los 70 recordando especialmente la disputa que dio lugar a la separación definitiva entre Rosendo y José Carlos Molina, cuyos causantes involuntarios fueron los hermanos De Castro. Y es que el mundo es un pañuelo.

En definitiva, el libro se asemeja a alguno de los clásicos españoles de los 80. Buenas intenciones, conocimientos básicos, pero producción y resultado final algo regulares. Estoy seguro de que habrá otra biografía y ésta le servirá de base, y después de este croquis, la definitiva quedará mucho mejor.

Carlos Camino

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