LAY DOWN ROTTEN - Mask Of Malice

Mi primer contacto con los death metaleros alemanes LAY DOWN ROTTEN fue allá por 2009 con "Gospel Of The Wretched", no causándome una buena impresión. Lo cierto es que, en determinados momentos, no sabes apreciar correctamente un disco, y así fue en aquella ocasión. Tras desempolvarlo estos días para asimilar mejor este nuevo álbum, he podido comprobar que aquel trabajo no era tan gris, y que el álbum que ahora van a defender, "Mask Of Malice" es incluso mejor.

Todo empieza con una confesión ante Dios, y la brutalidad de "Deathchain", una pieza sólida donde la música que hace LAY DOWN ROTTEN queda perfectamente retratada. Riffs poco creativos pero suficientes, batería en un segundo plano (destacando algunos blast beats, eso sí), una voz sin nada particular y un trabajo solista no muy espectacular. La fuerza de este grupo está en la capacidad de aprovechar todos estos factores para crear buenas canciones de Death Metal, sin ningún elemento que destaque por encima de otro, y con eso se apañan para grabar un disco más que potable.

Su mejor cualidad sería el equilibrio razonable entre la contundencia exigible y las dosis de melodía en los riffs, con momentos de genialidad como, por ejemplo, en la propia "Mask Of Malice", un tema grandioso y que acertadamente ha sido elegido para dar título al trabajo. En este sentido de equilibrio, podrían asemejarse a los extintos pero no por ello menos geniales GOD DETHRONED, con esas atmósferas decadentes y melancólicas que los holandeses dominaban tan bien y que estos alemanes recrean en parte, aunque con menor tino.


Dentro de la misma onda estarían como ejemplos "Swallow The Bitterness" o "The Loss", y por el lado más brutal, aunque no exento de esos toques ya mencionados, destacaría "Hades Resurrected". De esta canción incluso se ha filmado un interesante videoclip, una congregación ritual poco recomendable y empleando erotismo lésbico como reclamo, ahí queda eso.

En general, "Mask Of Malice" no va a quedar para el recuerdo de posteriores generaciones, pero engrosa las filas de su carrera como un trabajo digno. No es el mejor Death Metal que se haya grabado en Alemania, pero se puede disfrutar dentro de los márgenes de un disco correcto.

 

Carlos Herrero

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Empecé a escuchar Heavy Metal en 1995 y con el paso de los años fui ampliando el espectro ahondado en el Metal Extremo, pero nunca olvidando esas raíces. Llegado el momento, sentí que aquello no era suficiente, empezando a involucrarme más en la escena con el periodismo musical desde 2005.

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