Lemmy Kilmister, líder de MOTÖRHEAD, ha hablado a Lust For Life de sus problemas de salud, de los que ha estado recuperándose (a pesar de que algunos le dieran por muerto tras actuar en Wacken 2013), y de cómo afronta esta nueva etapa en su vida, a sus 68 años de edad, tras la implantación de un desfibrilador para ayudar a su corazón en 2013.
Lemmy describe su vida como “innegablemente menos placentera” después de dejar de fumar. “He estado fumando desde que tenía 11 años, así que no tenía en mente fumarme mi último cigarrillo. Lo afronté como un hombre de verdad, sin parches ni pastillas, sólo dejándolo del todo. Temí que pudiera tener todo tipo de efectos secundarios, pero no noté nada".
Aunque el cantante ha dejado de tomar Jack Daniel’s con cola, todavía bebe vino tinto y vodka en ocasiones: “He tenido que aprender a hacerlo con menos cantidades. La alternativa era la muerte”.
“Durante mi última operación estuve al borde de la muerte. Fue el único momento en el que me asaltó el diablo llamado duda. Me preguntaba si conseguiría superarlo”, asegura Lemmy. “No tengo miedo a la muerte, canto a menudo sobre ello. Así que no estaba temblando en la cama, pero tuve la impresión de que todavía no estaba acabado. Quería seguir haciendo conciertos y discos. Eso me hizo seguir adelante”.
La actuación de MOTÖRHEAD en Hyde Park el pasado mes de julio le hizo sentir mal: “Me arrastraron desde las puertas del infierno a hacer un concierto para 95.000 personas. Un show es sun show, pero este era diferente. “¿Lo haría hasta el final?”, me preguntaba a mí mismo. Pero después me sentí fantástico y no hubo incidentes durante el resto de la gira”.
“Físicamente no estoy como antes. Todavía queda un largo camino que recorrer, pero siento que me vuelvo más fuerte cada día”, asegura Lemmy, que quiere volver a trabajar con MOTÖRHEAD en un nuevo álbum en enero de 2015.
MOTÖRHEAD - Vídeo de "Heartbreaker" (canción de "Aftershock", último disco de la banda):
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