CRÓNICAS DEL LEYENDAS DEL ROCK 2016
FIESTA DE PRESENTACIÓN LEYENDAS DEL ROCK 2016
DÍA 2 - LEYENDAS DEL ROCK 2016 - AVANTASIA, DIRKSCHNEIDER, MAYHEM, DARK TRANQUILLITY ...
DÍA 3 - LEYENDAS DEL ROCK 2016 - HELLOWEEN, VENOM, SYMPHONY X, TARJA ...
La primera jornada “oficial” del Leyendas del Rock, estuvo marcada por el calor imperante a primera hora de la tarde y por un gran nivel de prácticamente todas las bandas, la única nota “negra” fue la cancelación de la actuación en último momento de los ingleses TOKYO BLADE, al parecer tal y como se nos indicó instantes antes de la hora en la que debían tocar en el Mark Reale, uno de sus miembros perdió el avión. Sin más, vamos con las crónicas, que vienen cargadas.
D-A-D
A las 16:30 de la tarde, con un calor bastante sofocante y ante una audiencia formada ya por varios miles de personas, hacían acto de presencia sobre el escenario los daneses D-A-D, siglas de “Disneyland After Dark”, una banda que se caracteriza por practicar un Hard Rock de corte ochentero con muchos tintes oscuros a lo THE CULT, que decir que para un servidor fue un verdadero placer verlos en directo, puesto que la banda de los hermanos Binzer no es habitual del circuito de festivales nacionales y tampoco es que se prodiguen mucho en sala.
Su concierto fue de los mejores de todo el festival, cincuenta minutos donde destilaron calidad, una gran dinámica con el público y que personalmente creo que transmitieron mucho, una pena que no contasen con más minutos para que pudieran tocar íntegro su disco “Riskin’ It All”, que este año ya celebra los 25 años desde su publicación.
Desde el primer momento la banda bordó su actuación y salieron a por todas, destacando principalmente al bajista Stig Pedersen, que enfundado en un traje de Napoleón Bonaparte nos mostró una cantidad de bajos a cada cual más original: uno transparente, uno con forma de raspa de pescado, lo tocaba en todas las posiciones posibles, se subía encima de los amplis, no paró quieto.
Entre los temas que nos ofrecieron está la cañera “Jihad”, en la que me sorprendió mucho la forma en la que el batería, Laust Sonne, cogía la baqueta izquierda, como si fuera un batería de Jazz. Destacable fue también “Overmuch”, uno de los mejores cortes de la banda donde se aprecia el enorme trabajo que hacen todos a nivel de coros, que se agradecían que estos no estuvieran disparados como pasaría más tarde con STEEL PANTHER o POWERWOLF.
“Girl Nation” o “Rim of Hell” se encargaron de que la fiesta no decayera en ningún momento con sus riffs pegadizos y unos solos de guitarra sumamente efectivos. “True Believer” fue otro de los momentos grandes y sin duda una de las más celebradas por el respetable, la acústica “Laugh & Half” vino bien para relajar los ánimos y recuperar fuerzas y por supuesto el colofón final vino dado por "Point of View" y especialmente “Sleeping My Day Away” con esas reminiscencias nada disimuladas a los mencionados THE CULT u a otras bandas de los ochenta como THE HUMAN LEAGUE.
Calidad en cantidad y una banda, D-A-D, que a buen seguro sorprendió a muchos de los allí reunidos.
Txema Sáez
DRAGONFORCE
Hacía una eternidad que no veía a la banda de Power Metal en directo, y recuerdo que cuando lo hice la impresión que me llevé no fue del todo buena. Hace muchos años de eso, hubo cambio de vocalista entre medias y la cosa pareció mejorar, pero lo de Villena fue una vuelta de tuerca más: el italiano Alessio Garavello se presentó a cantar con DRAGONFORCE. Fueron problemas de salud de Marc Hudson los que obligaron al repentino cambio. Esperemos que Marc abandone pronto el hospital y podamos verle con sus compañeros sobre los escenarios, pero de momento su baja está cubierta con garantías.
Alessio es un gran desconocido para la gran mayoría, innegable, pero atesora una voz que dejó con la boca abierta a la audiencia. Su paso por bandas de escaso reconocimiento como POWER QUEST o ARTHEMIS no pueden impedir reconocer, aunque sea tarde para mí, el tremendo talento vocal de este tipo para ejecutar agudos consistentes, con calidad y de recorrido. Un descubrimiento para mí, y una bendición para DRAGONFORCE.
Su concierto empezó con problemas de sonido, y luego fue mejorando. Esta fue la tónica en varios conciertos del festival, especialmente en el escenario derecho. Unos bombos y una caja demasiado elevados ensombrecieron el inicio, “Holding On”. “My Spirit Will Go On” fue su primera visita al pasado, los discos con ZP Theart de cantante.
Desde luego, la banda a día de hoy suena mucho más cohesionada, tocando igual de rápido pero con menos caos, y los músicos aún más sueltos en escena: aunque Herman Li ya hacía sus virguerías en aquellos tiempos remotos, pudimos ver también a Vadim Pruzhanov abandonar sus teclados y ponerse en primera fila con su keytar.
“Heroes Of Our Time” cortó un poco el ritmo del show, al haber un apagón de sonido. Un frenazo en seco, tal y como había pasado a FEAR FACTORY en la fiesta de presentación, hasta en dos ocasiones. La decepción se sobrellevó con Alessio indicando al público que hablaba poco español, “solo malas palabras”, hasta que pudieron retomar el tema desde el inicio.
“Operation Ground And Pound”, “Cry Thunder” y “Through The Fire And Flames” fueron el cierre para una actuación demasiado corta. Uno de los mejores conciertos del festival, divertido y enérgico, con un recién llegado que parecía que llevara actuando años con la banda, excepto por el detalle de tener que leer algunas letras. Esto se solventó mirando con discreción sus anotaciones ocultas tras los monitores centrales del escenario, una mera anécdota dentro de un show soberbio.
Carlos Herrero
SKYCLAD
Incorporarte al cartel a ultimísima hora. Salir a tocar de los primeros grupos, todavía con el calor apretando en Villena y mucha gente llegando al festival. Y encima, te toca sustituir a un grupo con el que tienes tanto en común como con una cabra montesa o un pingüino emperador. Esta era la poco apetitosa papeleta que se tuvieron que merendar los británicos SKYCLAD en su actuación.
Confieso que soy fan de la banda y que las diversas oportunidades que he tenido de verles siempre se han visto frustradas por los motivos más peregrinos. Así que, muy probablemente, esta sería una de las bandas a las que más ganas tenía de ver de este jueves. Y me alegra comprobar que cumplió de manera profesional y efectiva.
"Los padres del Folk Metal", como ellos mismos gustan de llamarse, desgranaron un repertorio que conjugó concesiones a etapas más recientes ("Parliament Of Fools", "Another Drinking Song") con los grandes clásicos de la banda como "Spinning Jenny", "Another Fine Mess", "The Wilderness Jig" o "Thinking Allowed" para cerrar con su más que acertada versión del "Emerald" de THIN LIZZY.
Dejando aparte la contundencia con la que sonaron y conjugaron Heavy Metal de la vieja escuela con elementos Folk y celtas cabe mencionar el papel de Kevin Ridley como efectivo vocalista y frontman del grupo. Como cantante hizo que en ningún momento añorasemos al gran Martin Walkwyer. Como líder del grupo estuvo comunicativo, bromeó con la situación política del país ("parece que os pasa como a nosotros, os cuesta poneros de acuerdo", en referencia a la repetición de elecciones en España) e incluso consiguió mezclar Thrash con Folk invitando a la audiencia a hacer un "dancing circle pit".
Brave Sir Robin
STRATOVARIUS
Después de la gira a principios de año en la que los fineses presentaron en nuestros escenarios “Eternal”, dejaban las salas atrás solo para hacer lo mismo en el ambiente de un festival. Y cuando digo hacer lo mismo me refiero justo a eso, hacerlo muy bien pero con un set list muy poco innovador respecto a esos recientes conciertos. Es más, teniendo en cuenta el tiempo que STRATOVARIUS invierte en los últimos años en sus shows de sala, casi sale más a cuenta ver a la banda en el entorno de un festival, solo retiraron dos temas respecto al set tipo de aquella gira.
Obviando este aspecto y para aquellos que no habían visto ya al grupo a finales de 2015, el concierto fue equilibrado y divertido, con temas de la última hornada como “My Eternal Dream”, “Shine In The Dark” (a la que acompañó un breve solo de teclado de Jens Johansson) o la menos celebrada “Lost Without A Trace”, que no acaba de funcionar en directo, especialmente en el ambiente de un festival.
También sonó “Unbreakable” de su anterior álbum, y el resto del set fue un picoteo de temas importantes entre todos los disponibles de su extensa discografía: “Eagleheart”, “Phoenix”, “S.O.S.”, “Against The Wind”, “Black Diamond” y “Hunting High And Low”. La poca renovación de algunos de estos no pareció importar al público, que disfrutó mucho de las viejas canciones pero también de las más recientemente creadas, todo un síntoma de que la aceptación de STRATOVARIUS en esta encarnación moderna es total.
La banda sonó bien, especialmente a partir del segundo tema, al dejar atrás un bajo altísimo y una guitarra apagada. Además supo intercalar los clásicos con sus nuevas canciones más idóneas para el directo, dejando una muy grata impresión.
En definitiva, los finlandeses supieron transmitir qué es STRATOVARIUS a día de hoy para aquellos que estaban desconectados del grupo, y a los que hemos visto otros conciertos recientes nos contentó porque siempre es agradable ver a estos músicos a un alto nivel, aunque se hubiera agradecido un mínimo esfuerzo en renovar el set respecto a su anterior paso por la península.
Carlos Herrero
URIAH HEEP
La banda de Mick Box y Bernie Shaw derrochó clase y calidad a raudales durante los 70 minutos de su actuación. Los 45 años de experiencia de estos músicos se plasmaron en una la interpretación cuidada, limpia y elegante de auténticas piedras angulares del Hard Rock más progresivo como "The Magician's Birthday".
Sin embargo, los elementos progresivos en ocasiones funcionan como repelentes para el gran público. Y un festival como el Leyendas no es una excepción, porque la lección magistral que impartieron Mick Box y el resto de sus compañeros sobre el escenario fue recibida de manera mayoritariamente fría por el público.
Solo con la final "Easy Livin'" el entusiasmo se generalizó más allá de un grupo de fanáticos de la banda. Me chocó -y mucho- que otros clásicos del calibre de "Stealin'" o "Look At Yourself" fuesen recibidos más bien con indiferencia que con pasión.
Brave Sir Robin
HOLY MOSES
Procedentes de tierras germanas aterrizaban en el escenario Mark Reale HOLY MOSES. Había ganas de ver a Sabina Classen y a sus huestes, una banda de Thrash Metal no tan conocida quizá como otras que han pasado por el festival alicantino, pero que igualmente lleva unas cuantas décadas a sus espaldas peleando en el mundillo menos mainstream.
Con un sonido sucio y cortante, parejo al tipo de Thrash que defiende, pero rabioso y contundente, el combo teutón arrancó con “Def Con II”, un tema ochentero y embrutecido ideal para romper el hielo. Desde los instantes iniciales se percibía el ánimo de contentar a los allí presentes por parte de los de Classen. La rubia platino salió al escenario claramente combativa, con el arquetípico chaleco atestado de parches y una camiseta de MOTÖRHEAD. Además, desde que puso un pie sobre las tablas del Mark Reale no paró ni un solo momento de moverse de un lado a otro y de agitar al público congregado, convirtiéndose así en el principal foco de atención. Cabe destacar que la susodicha no ha sido ni será nunca una gran vocalista en el género, pero tal y como vimos durante la jornada del jueves sabe suplir con creces sus carencias vocales con entrega y mucho dinamismo escénico.
“Finished With The Dogs”, “Hellbound”, “Undead Dogs” y “Life’s Destroyer” fueron otras de las piezas que interpretaron los de Aachen ante un foso que, sin estar a rebosar, presentó un muy buen aspecto. Mientras algunos de los asistentes se enzarzaban en los consabidos pogos que todo buen show thrasher que se precie ha de tener, Sabina Classen aprovechaba un parón entre canción y canción para comentar que, cosas de la vida, URIAH HEEP, una de sus bandas favoritas, estaba tocando en el escenario principal.
En la traca final aparecieron temas como “Welcome To The Real World” y, cómo no, ese himno festivo y borrachuzo llamado “Too Drunk To Fuck”, en cuya presentación Sabina Classen invitó a los congregados en las primeras filas a subirse al escenario, lo cual evidenció la pasión y el hermanamiento que esta mujer siente por esta música. Buena forma, sin duda, de clausurar un potente y convincente bolo que además sirvió para certificar que al Thrash de la vieja guardia le sigue quedando cuerda para rato.
Jorge Osoro
CATTLE DECAPITATION
Uno de los platos fuertes, muy fuertes para mi, del Leyendas del Rock era el concierto de los pro-animalistas CATTLE DECAPITATION, un grupo que se ha labrado con esfuerzo un nombre. Con algo de retraso a la hora del comienzo, los californianos saltaron sobre el escenario Mark Reale, un recinto que gozó de un buen sonido durante todo el día y los venideros.
Después del concierto de HOLY MOSES, una buena actuación de los germanos dicho sea de paso, en las primeras canciones se pudo apreciar una escasa afluencia, pero por fortuna para el grupo y el espectáculo, fue creciendo a medida que su descarga musical fue acaeciendo. Nada más empezar con “Manufactured Extinct” de su último disco publicado hasta la fecha, se empezó a calentar el ambiente con un público que no dejó de moverse en el circle pit.
CATTLE DECAPITATION venía con los deberes hechos. Los movimientos, las arengas venían preparadas, no en vano estaban sumidos en una gira por Europa. No por esto dejaron de atormentar las cabezas del público presente con “Your Disposal”, “Clandestine Ways (Krokodil Rot)”, “Not Suitable for Life” que estaban entregados con la dosis de Death Metal-Grindcore con una finura técnica eficaz. No obstante el punto negativo de la actuación fue justamente el traer todo tan atado.
Muchos parones entre canción y canción e intros antes del inicio de las mismas, hicieron que el concierto no tuviese un mejor rodamiento y que fuera todo más fluido. Aun así el show de CATTLE DECAPITATION fue del gusto del presente, y ellos se marcharon entre aplausos una vez finalizado su espectáculo con la bestia “Kingdom Of Tyrants”. Los estadounidenses vinieron, arrasaron y se marcharon dejando un regusto con ganas de más.
Nacho Martín
STEEL PANTHER
Momento ahora de hablar de una banda que, vaya donde vaya, arrastrará consigo una fuerte polémica hasta que se deje de subir a los escenarios. Hablamos de STEEL PANTHER, claro está. Hay quien insinúa que durante sus conciertos la banda ofrece un trato vejatorio hacia la mujer, como los hay que afirman que sus componentes solo son unos farsantes y que no llevan en la sangre la música que tocan. Sea como fuere, lo único evidente es que el cuarteto de California es una parodia pura y dura, una amalgama de clichés llevados al extremo que como tal deberían entenderse y no descontextualizarse.
Parece que en la era de lo políticamente correcto toca quejarse de todo y ver la paja en el ojo ajeno más que nunca. Imagino que todo este tipo de críticas vertidas podrían ser más apropiadas para una verdadera banda de Glam Metal, no así para cuatro individuos que se disfrazan e intentan recuperar de la mejor forma posible con cierto aire cómico la esencia de lo que fue el Hard Rock ochentero en su máxima expresión, lo cual no tiene por qué equivaler a ridiculizar el género, y más si tenemos muy presente que algunos de estos tipos tocaron con George Lynch (ex DOKKEN) o en un tributo a VAN HALEN. Vayamos al lío, ya que por mucho que yo escriba la controversia seguirá a la orden del día.
Con unas pintas, como cabía esperar, ultraochenteras, salieron al escenario los de Michael Starr. Mallas de innumerables colores, pañuelos atados a la cintura, botas de punta, maquillaje facial y todos los elementos previsibles acompañados de numerosas poses. “Eyes Of A Panther”, “Tomorrow Night” y “Fat Girl” dieron el pistoletazo de salida con un sonido impecable, tanto que de primeras me percaté de que los coros estaban disparados desde la mesa de sonido e incluso diría que alguna línea vocal de Starr también iba pregrabada. El caso es que la banda sonaba y mucho, pero con “Let Me Cum In”, “Asian Hooker” y “Turn Out The Lights” los chistes del guitarrista Satchel mofándose del tamaño del miembro viril de su cantante, así como las innumerables referencias a músicos míticos del rollo como Billy Sheehan o Brett Michaels entre muchos otros se hicieron eternos.
Cabe destacar que de entre todos los parones que realizó la banda para “hacer la gracia” el más llamativo y comentado por el público fue el que llevó a cabo el citado Satchel, posicionándose detrás de la batería para tocar con la guitarra fragmentos de temas de otras bandas como “The Trooper”, “Paranoid”, “Breaking The Law” y “Smoke On The Water” mientras con un pie en el pedal del bombo marcaba la base rítmica de dichos temas. Curioso y ágil ejercicio de precisión que sin duda fue aplaudido.
Con temas como “Ten Strikes You’re Out” continuaba el buen humor y el cachondeo, hasta que en “Girl From Oklahoma” llegó otro de los momentos álgidos de la noche. Starr subió a una chica del público, aparentemente elegida de un modo aleatorio aunque cantaba bastante que estaba pactado, para sentarla en una silla y cantar la baladita alrededor suya mientras le soltaba alguna que otra obscenidad. A partir de ahí la cosa se fue de madre, Satchel se desmelenó del todo y palabras como “coños”, “pollas” o “melones” volaron a su antojo mientras muchas más chicas subieron al escenario durante la interpretación del tema picante “Glory Hole”.
El final llegó con “Community Property”, el festivo “Party Like Tomorrow” y el potente y heavy “Death To All But Metal”. No voy a negar que el recurso del chiste facilón para que deje de sonar música pudo llegar a resultar algo cansino, sobre todo porque ha de primar la música por encima de todo, pero entendido y enfocado como lo que es, un tributo plagado de humor, no me queda otra que rendirme a la evidencia de que STEEL PANTHER es una banda divertidísima sobre el escenario y que sabe de sobra lo que se hace. Como curiosidad, dudo si el hecho de llevar los coros disparados es parte de la parodia o no, que uno ya no sabe qué pensar.
Jorge Osoro
SALVADOR DOMÍNGUEZ
El incombustible guitarrista de BANZAI y Miguel Ríos -entre otros- aprovechó su actuación en el festival para presentar su último lanzamiento discográfico, el EP "Recuperemos La Ilusión", y de paso demostrar que sigue siendo uno de los músicos más brillantes que tenemos en nuestro país.
Salvador Domínguez desgranó prácticamente de manera íntegra su último trabajo, del que sonaron especialmente memorables "Primera Línea De Fuego" y una impresionante "Rebeldes Sobre Ruedas". Estas composiciones no desencajaron entre el resto de joyas de la ya larga discografía del guitarrista. Su concierto fue también un completo repaso por las distintas etapas de su carrera como BANZAI ("Voy A Tu Ciudad", "No Pierdas El Tren", "Duro Y Potente"), TARZEN ("Taboo") o sus colaboraciones con Miguel Ríos ("Reina De La noche", "Banzai").
Sin embargo, aunque gran parte del mérito corresponde al propio Domínguez, los músicos de su banda actual merecen también un enfervorecido aplauso. Por ejemplo, la labor del bajista de DEF CON DOS, Jesús Arispont, fue auténticamente asombrosa, combinando contundencia, efectividad y espectacularidad. Del mismo modo, hay que quitarse el sombrero con el cantante Johnny Negrete (ex BRONKA) que resolvió de sobra el complicado papel de ponerse en tesituras tan distintas como las de Miguel Ríos o José Antonio Manzano. El resto de la formación está compuesta por Blai Drummer a la percusión y el guitarrista de LEVIATÁN Emilio Modino, quien también fue músico de Salvador en la época de PSICÓPATAS URBANOS. En aquella etapa llegaron a telonear a MANOWAR, como bien recordó Salvador Domínguez con un poco de bilis al señalar que les trataron "como un programa de la MTV".
Brave Sir Robin
ANTHRAX
Polémicas por el setlist aparte, raro sería ver que los neoyorquinos ANTHRAX ofrecieran un concierto mediocre y criticable en cuanto a ejecución se refiere. Una vez divorciados plenamente de John Bush, y con Belladona de nuevo en el seno de la formación, los thrashers norteamericanos han decidido aparcar cualquier tema registrado con el vocalista de ARMORED SAINT para aprovechar esta especie de segunda juventud que están viviendo y explotar al máximo los temas de la etapa que más éxitos les ha otorgado sumando algunas leves incorporaciones de sus dos últimos compactos, todo ello teniendo en cuenta que y el citado Joey Belladonna se halla en estado de gracia vocalmente hablando. Precisamente, “You Gotta Believe”, un tema grabado por este y perteneciente al último trabajo del quinteto, sirvió para arrancar motores con un sonido potente, nítido y altamente disfrutable. A nivel personal, habría preferido otro tipo de tema para empezar, pero el hambre de clásicos se sació rápidamente con “Caught In A Mosh”, donde fluyeron los primeros circle pits del show, la coreadísima y siempre necesaria “Madhouse” y la punkarra y bailonga “Got The Time”.
El más rabioso presente de la banda retornó con el dueto formado por "Fight’ Em Til’ You Can’t" y “Evil Twin”, dos piezas que pasaron algo más desapercibidas entre los miles de asistentes allí presentes. Estoy convencido de que si los neoyorkinos hubiesen colocado entre ambas canciones un clasicazo de la índole de “Among The Living” o “Efilnikufesin” el resultado habría sido distinto. Eso sí, una vez más nos topamos con toda la energética idiosincrasia de ANTHRAX sobre el escenario, esto es, saltos y movimientos espasmódicos de Scott Ian, carreras de Belladonna de un extremo del escenario a otro, etc. Como si tuvieran veinte años, pero superando el ecuador de siglo, lo cual es más encomiable.
“Medusa”, que fue de las que más le costó a Belladona interpretar en sus partes más altas, seguida de “In The End”, la cual fue dedicada a Dio y a Dimebag Darrell, fueron las siguientes en caer. Tras una breve retirada de los escenarios, la banda regresó para tocar el “Antisocial” de TRUST que desde hace numerosos años han hecho suyo, provocando que la numerosa muchedumbre convocada, como es habitual en los conciertos de los thrashers, levantara el puño al unísono en el estribillo. “Breathing Lightning”, un tema un tanto ramplón pero de pegadizo estribillo, le dio el relevo a “Antisocial”. Volviendo a lo comentado en líneas anteriores, habría sido más acertado por parte de la banda ubicar en este tramo final otro clasicazo, y más tratándose de un festival, donde considero que un grupo debe y puede hacer ligeros cambios en su repertorio con respecto a sus bolos en salas.
A continuación, Belladona abandonó momentáneamente el escenario para dejar que Scott Ian y Frank Bello se enzarzaran con “I Am The Man” en ese duelo de frases rapeadas a modo de guasa y diversión que antaño solían interpretar con el propio Belladonna. “Indians”, el emblemático tema en defensa de los aborígenes americanos, y que Scott Ian llegó a parar de pleno para solicitar un wall of death, dio carpetazo a uno de los mejores y más moviditos conciertos que pudimos ver el jueves.
Jorge Osoro
AT THE GATES
Con la introducción “El Altar Del Dios Desconocido”, los suecos salieron a escena en una penumbra notable que no mejoró demasiado con el paso de los minutos. Las siluetas de los músicos solo se apreciaban, la oscuridad proporcionada por un juego de luces infrautilizado en su actuación fue el único punto negro del show.
Esta observación puede parecer una nimiedad, pero lo cierto es que su actuación se disfrutó menos al discernir con dificultad a los músicos mientras ejecutaban sus canciones. Lo mejor de todo fue el sonido, este sí bastante bien llevado desde la mesa correspondiente, y una actitud espectacular por parte de AT THE GATES, que se comunicó a las mil maravillas con el escaso pero fiel público que se acercó en la noche a ver su actuación, gracias a la amabilidad y educación que Tomas Lindberg emplea en cada aparición en público.
La elección de temas se basó en varios de sus temas más conocidos y varias de sus mejores canciones de “At War With Reality”, incluida la que da título al disco, todo ello dotado de la uniformidad que da en directo la banda a toda su obra, sea del año que sea la grabación original. “Under A Serpent Sun”, “Nausea”, “Unto Others”, “Eater Of Gods”, “The Book Of Sand (The Abomination)”, “Need, “Blinded By Fear” y “The Night Eternal” fueron parte de las piezas escogidas para la ocasión.
Al terminar cada una de las canciones agradecía a AT THE GATES el no haberse juntado hace ya casi diez años solo para ofrecer unas migajas de caviar a los afortunados festivales de otros países europeos. Aquí abajo teníamos derecho a disfrutarlo (ya pudimos con una gira hace no mucho) y en esta ocasión pudimos hacerlo con creces.
Desde su reunión en 2007, esta era la tercera vez que veía en directo al grupo y ha sido la mejor, con los riffs sonando con suficiente claridad y mayor contundencia que en su último paso por nuestro país. Creo que ninguno de sus seguidores pudiera quedar decepcionado lo más mínimo, aunque quizá sea el momento de rescatar otras canciones, siempre siento que me falta “Ever Opening Flower”.
La posición que Leyendas Del Rock ofreció a AT THE GATES en horario y escenario fue asumida por la banda de Death Metal Melódico con la importancia requerida. Lo sabían y no fallaron. Era uno de los platos fuertes del festival, aunque su público sea ciertamente selecto y podríamos decir incluso que minoritario dentro de la masa del Leyendas Del Rock, pero los de Goteborg demostraron por qué no son solo pioneros del estilo, si no un estandarte de presente y futuro para el metal extremo.
Carlos Herrero
BADANA
El Leyendas Del Rock cumple, desde el principio, una labor social más allá de darnos a los heavies un punto de encuentro en el sudeste español. Desde sus primeras ediciones ha procurado rescatar del limbo a formaciones veteranas que nunca llegaron al estrellato de unos OBÚS o de unos BARÓN ROJO, pero que dejaron trabajos más que dignos y conservan el cariño y la admiración del sector del público con más canas (o con menos pelo).
Los alicantinos BADANA son uno de esos grupos a los que el Leyendas les da la oportunidad de salir de cierta inactividad musical, reencontrarse con su público y lucirse delante de algún que otro curioso.
Arrancaron su actuación con algún problema de sonido, especialmente con algunas guitarras que se acoplaban, pero que en seguida quedaron atrás. Los primeros temas de su repertorio, concretamente "Romper El Cascarón" y "Un Día Me Largo A Madrid" sonaron ligeramente acelerados aunque en seguida corrigieron el ritmo y las canciones recuperaron su tempo original.
La actual encarnación del grupo alicantino incluye al líder y alma, Luis Miguel Rico, y a otros dos músicos sensiblemente más jóvenes que él. Esta combinación de veteranía y lozanía contribuye a un sonido contundente y sin fisuras. Resulta además gratificante, por lo que vimos a posteriori en otros escenarios, que se puede envejecer sin perder dignidad musical ni tirarla por la borda.
El repertorio dejó fuera los medios tiempos y baladas como "Días De Escuela" o "¿Dónde Estás?" para dar la mayor cabida a los temas más directos y contundentes de BADANA como "Dictador", "Parecían Tontas", "Era Diciembre", "Centinelas De La Noche", la instrumental "Naufragios" -lo más duro del repertorio- y la imprescindible "(Para Llegar A Ti) Badana".
Brave Sir Robin
LEO JIMÉNEZ
Sorprendente como a las dos de la madrugada del primer día del Leyendas, quedando todavía dos maratonianas jornadas por delante, LEO JIMÉNEZ conseguía reunir a un público que rondaría fácilmente las seis mil personas como poco. Decir además que el de Fuenlabrada contó con uno de los mejores sonidos del jueves y que además estuvo a la altura.
Me atrevería a decir que de las veces que LEO JIMÉNEZ ha actuado en solitario en el Leyendas del Rock, ésta ha sido la mejor sin duda alguna, se nota la madurez que ha alcanzado con su proyecto actual y eso también quedó latente en el show donde tocó muchas menos versiones que en otras ocasiones, reduciéndose estas a la consabida “Hijo De La Luna” de MECANO y que volvió a inmortalizar con STRAVAGANZZA y “Resurrección” de SARATOGA (que fue sencillamente brutal), formación que cada vez le queda más lejana en el tiempo y de cuya sombra parece que ya se ha zafado.
LEO JIMÉNEZ está acompañado de grandes músicos, lo que otorga a sus conciertos toda la contundencia necesaria para trasladar tanto sus temas más cañeros, como los más relajados. En lo referente al setlist elegido, predominaron los cortes de su última obra, la controvertida “La Factoría Del Contraste” del que sonaron por ejemplo “Hambre” o “Con Razón o Sin Razón”. También hubo ocasión de disfrutar de “Volar” o Caminos De Agua” de su etapa en 037, donde todavía estaba en relieve la influencia de SARATOGA a la hora de componer los temas. Otras canciones que pudieron escucharse fueron “Desde Niño” (todo un alegato de amor al Heavy Metal) o su famosa “Misantropía”.
Gran bolo que entusiasmó a sus fieles seguidores y que dejó satisfecho al público más casual.
Txema Sáez
Fotos: Enrique Herrero
