Los suizos LORD OF THE GRAVE tienen en su segundo álbum, "Green Vapour", una cargante cadencia de Doom Metal machacón y distorsionado, repartido en cinco piezas de lo más viscosas.
Creo que en este trabajo solo habrá refugio para los más fanáticos de la lentitud. Ese exagerado gusto por los graves abusivos y esa distorsión tan elevada puede llevar a los oídos del no experimentado a unos límites casi inexplorados. De hecho, para algunos rozará lo desagradable a nivel auditivo por momentos, según en qué equipo de música escuche el álbum.
Los 15 aplastantes minutos de, por ejemplo, "Raping Zombies", tienen momentos realmente agresivos para el aparato auditivo si uno es sensible a los tonos bajos. En esta canción el tópico abusivo de los zombis ha permitido a LORD OF THE GRAVE explayarse, haciendo un tema como si se tratara de un vinilo de Rock de los 70 girando a la mitad de revoluciones.
En este álbum se respira un Doom putrefacto, con un total de cinco canciones de largo minutaje. A veces da la impresión de que este tipo de bandas intentan superarse unas a otras llevando cada vez a mayores extremos la duración de las canciones, puede que a veces de una manera absurdamente forzada. Al menos en LORD OF THE GRAVE sí parece un fenómeno natural. Las canciones duran lo suficiente, aunque bajo los fríos números pudiera parecer que su minutaje es tremendamente sobrecargado. Al fin y al cabo son cosas inherentes al estilo, y desde Suiza no parece que quieran alterarse.
Los temas van fluyendo como la brea, con un brillo aceitoso y muy, muy despacio. No hay ni un atisbo de concesión a una velocidad superior. "Horsepuncher", "Mountain Rites", la propia "Green Vapour" o "0015" han nacido como piezas de lenta monotonía, siendo sus diferencias inapreciables y dotando al álbum de un espíritu pétreo y de pocos matices. De hecho, uno solo de estos temas sería suficientes para entender de qué pie cojean estos músicos. Pesadez, lentitud y Rock´n´Roll, una fórmula que sigue funcionando.
El esquema de LORD OF THE GRAVE parece, de momento, inamovible. Con "Green Vapour" ha conseguido una obra homogénea para escuchar con toda la calma del mundo, con disposición por parte del oyente para dejarse aplastar por capas de sonido mohoso, eso sí, cargado de buen gusto.
Carlos Herrero
