MAJESTY - Thunder Rider

Buen regreso de Tarek Maghary y sus chicos  al nombre de MAJESTY, denominación que abandonaron durante varios años para pasar a llamarse METALFORCE y sacar un disco homónimo que seguía exactamente los mismos parámetros musicales que la denominación anterior, por lo que se puede considerar un álbum puramente MAJESTY de pleno derecho a pesar del cambio de nombre. Parece que la experiencia no fue todo lo positiva que hubieran deseado, pues ya están de vuelta con el nombre clásico y fuera de la discográfica Magic Circle Music, de la que parece que más de uno sale bastante escaldado. Pero mejor obviemos esos temas por lo que pudiera pasar y concentrémonos en el tema musical y en lo que da de sí el disco, que es lo que realmente nos interesa.

“Thunder Rider” no es ni más ni menos que el plástico que uno espera de una banda como MAJESTY, de hecho, ellos mismos proclaman en sus temas la fidelidad al Heavy Metal más tradicional como forma de vida, por lo que no tendría mucho sentido que su estilo tuviese un viraje notable o reseñable. Nos encontramos pues con once cortes plenamente embebidos en el Heavy Metal de corte clásico, llenos de buenísimas melodías y estribillos muy pegadizos de los de corear puño en alto en los directos de la banda. Como no podía ser menos, continúan en la senda de sempiternos deudores de los reyes del True Metal MANOWAR, tanto a nivel estético, como lírico y musical, acrecentado más aún por el parecido que la voz de Tarek Maghary tiene con la del gran Eric Adams. Eso sí, este disco se patea lo último de MANOWAR se mire por donde se mire. Y no solamente lo último, que podríamos ir tranquilamente más atrás en el tiempo y ocurrir exactamente lo mismo, pero lo dejaremos ahí por no herir sensibilidades.

Todo comienza de manera espectacular con “Thunder Rider”, sumergiéndonos en el metálico y épico mundo de MAJESTY. Corte para el que han grabado un videoclip.  Es un tema poderoso, de riffs cortantes y un glorioso estribillo que da buena muestra de la capacidad creativa del señor Maghary, que ya cuenta con un buen puñado de himnos metálicos a sus espaldas y no decae en su afán por enseñarnos lo que es el verdadero Metal. Sin tiempo para relajarnos comienza el segundo trallazo, “Warlords Of The Sea”. Comandado por un potente doble bombo que marca la base para que desgranen otro buen repertorio de melodías persistentes y pegadizas y otro colosal estribillo repleto de coros.


En “Anthem Of Glory”, los chicos bajan un poco el ritmo de las dos primeras y para “Make Some Noise” desarrollan un corte en una onda más rockera que me ha recordado a los primeros álbumes de MANOWAR, especialmente a “Battle Hymns”, y también a VIRGIN STEELE en esta misma faceta. No es de los mejores del disco pero rezuma por los cuatro costados ese aire añejo resultante de la mezcla del Heavy Metal más primigenio y el Rock americano que tanto auge tuvo en Estados Unidos en los años ochenta.

Un cañonazo de puro Heavy Metal es “Metalliator” cuyos efluvios también pueden recordar al Power Metal alemán más seminal, mientras que, el siguiente tema, “Raise The Beast”, viene a ser muy de estilo MANOWAR y uno de los cortes más descafeinados del CD; aunque levanta algo el vuelo en su último minuto de duración mediante la clásica estrategia de doblar el tiempo, meter doble bombo y que el coro repita el nombre del tema una y otra vez.

Por su parte, “New Era” muestra un tempo más dinámico, galopante en un estribillo en el que volvemos a la sonoridad coral que tanto complace a la banda; efectista y generadora de líneas muy pegadizas. Aquí aprovechan para realizar una de las jugadas que más le gustan al señor Maghary: dejar únicamente su voz con un sonido de órgano de fondo para crear la expectación adecuada y que todo explote en un nuevo arranque del estribillo con los instrumentos al máximo. La verdad es que es un recurso que siempre les ha quedado bien, una muestra de ello es el glorioso tema “Epic War” de su no menos grandioso segundo álbum “Sword And Sorcery”, que me sigue poniendo el vello de punta cada vez que lo escucho.


“Asteria” es una de las canciones más emocionales de todo el plástico, con un Tarek Maghary dando todo lo que puede, vocalmente hablando, en ese inicio sosegado y de aire épico para un tema lento envuelto en teclados que aportan un ambiente casi sublime; en el que se realiza toda una declaración de amor y veneración a la diosa griega Asteria. Muy bueno.

Volvemos al espíritu más rocanrolero y desenfadado de la banda con “Young And Free”, que sirve para liberar algo de tensión después de tanta épica y subir el ánimo con la declaración de intenciones en que deviene la letra y el buen estribillo que la acompaña.

“Rebellion Of Steel” es un corte potente que no baja de revoluciones en toda su duración y que nos invita a unirnos a la “Rebelión del Acero”, donde nos acompañarán todas las fuerzas de la naturaleza como aliadas a la causa. Es un tema energético y bien presentado, con uno de los mejores solos de guitarra de todo el álbum.

Por último y como colofón, tenemos “Metal Union”, que para hacer justicia a su nombre cuenta con la colaboración de distintos vocalistas, bastante o muy reputados, de la escena metálica alemana y polaca. A saber: Andreas Babuschkin (PARAGON), Patrick Fuchs (IVORY NIGHT, ROSS THE BOSS), Johannes Braun (KISSIN’ DYNAMITE), Sven D’Anna (WIZARD), Marta Gabriel (CRYSTAL VIPER) y la más relumbrante estrella, Matt Sinner (SINNER, PRIMAL FEAR). Es un medio tiempo poderoso donde cada uno de los vocalistas tiene una parte que canta en solitario para luego unirse todos en el coro final, que se repite y va decreciendo en volumen mediante el socorrido recurso del fade out.


Y así termina otra buena colección de himnos metálicos por parte de MAJESTY, que sigue ampliando una discografía en la que no hay disco malo y con la capacidad de crear buenas melodías intacta. Aquí no hay lugar para la experimentación ni cualquier cosa que se salga de los bien establecidos límites del estilo. Por eso, todos sabemos lo que nos vamos a encontrar cuando adquirimos una nueva obra de los alemanes y, lo mejor de todo, es que siguen sin defraudar. Estaremos esperando para verles en directo. Hail to MAJESTY!

 

Pedro J. Cuadrado Redondo

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