MALEFICE, con origen en el Reino Unido, es una banda de Death-Thrash Melódico aunque con un fuerte componente "core" en su estilo. No se vislumbra nada nuevo en el horizonte con su tercer álbum, "Awaken The Tides", aunque cuenta con varios instantes épicos dignos de mención.
La acrimonia que desprende su música no tiene compasión en absoluto, y un sentido de la tragedia impregna todo el disco, empezando por las reminiscencias casi bíblicas de la portada. Que los ingleses no quieren ser amables queda claro desde el primer momento con el tema título, un corte al estilo de THE BLACK DAHLIA MURDER a la hora de acometer riffs y ritmos, aunque la forma de vocear (dos voces: una rasgada y otra más orientada al Metalcore-Hardcore) recuerda más a UNEARTH. "Delirium" cuenta con vertiginosas guitarras thrashers y con un puente y estribillo acompañados de una música que recuerda al espeluznante futuro que vaticinan grupos como THE ARCANE ORDER... lástima de breakdowns que desequilibran un, por lo demás, magnífico tema.
"Dead In The Water" baja un poco el listón, más que nada por levantar el pie del acelerador cuando todo iba sobre ruedas. En "Minutes", sintetizador y guitarras, hasta que se empiezan a entrecortar, nos proponen un viaje dramático en el que, a mi parecer, encajan mejor los breakdowns. Esta sensación se recrudece gracias a las voces claras en "Baying For Blood" y "Blessed Curse", intensísimo, para explotar en un apocalíptico "The Day The Sky Fell", pausado pero desgarrador. No brillan demasiado "Outnumbered, Outgunned" y "Flood Of Red", dos cortes con momentos asesinos, con partes Death y Hardcore en el primero, y más melódico el segundo, pero si hay una pista que merece ser destacada, es la última, la larga "The Haunting", diez variados minutos con Thrash, melodía, y la inevitable atmósfera de fin del mundo que manda en la obra.
"Awaken The Tides", sin ser un mal producto, es algo intermitente. Da la impresión de que a MALEFICE no le hacen falta los breakdowns, pudiendo prescindir de ellos en casi todas las canciones en las que los usan, y que tal vez todavía podría enfatizar más las melodías y ambientes. En cualquier caso, y sin sobresalir entre otros álbumes del estilo, el disco soporta sin problemas sucesivas escuchas.
Enrique Herrero
