MASTODON - The Hunter

Mastodon The Hunter

El cuarteto de Georgia MASTODON sigue su personal evolución en su último lanzamiento, “The Hunter”. Así, ha abandonando casi por completo sus crudos inicios Sludge, se nota una actitud más rockera, menos cañera, buscando la melodía y remitiendo la intensidad de múltiples cambios de ritmos que siempre han sido marca de la casa.

Olvidando las tendencias conceptuales de sus anteriores dos álbumes (“Blood Mountain” y “Crack The Skye”) el disco empieza fuerte con “Black Tongue”, pero pronto se suaviza la propuesta con los estribillos cuasi hard rockeros de “Curl Of The Burl” a lo grupos sureños de los 70, que recuerda a veces como a unos ELECTRIC WIZARD acelerados mezclados con los tintes prog-poperos de MUSE (grupo que de una manera aberrante se recuerda al escuchar los últimos acordes de “Stargasm”).


Una vez acostumbrado al cambio de sonido, la sensación general es la de querer entrar en la nueva década ajustándose a los parámetros más cercanos al mainstream. Ya no hay más actitud underground porque quizá no la necesiten o ya hayan ‘madurado’. Esto hará que muchos de sus fans se queden ojipláticos. Mucho menos progresivo y pretencioso que las dos últimas obras, MASTODON comete a veces el error de confiar en los sonidos más accesibles con amagos de excesos como el vocoder en la canción “Octopus Has No Friends”.

La parte vocal ha abandonado definitivamente los gruñidos y momentos guturales salvo en la más mastodóntica del comienzo, “Blasteroid”. Asimismo, el grupo sigue sonando con una maestría instrumental espectacular, pero curiosamente ha atemperado sus fuegos artificiales atronadores por acordes más rockeros y reconocibles. Lo que a veces funciona, como en la mencionada canción, otras le confiere un aura muy genérica. También hay que destacar los toques hipnótico-maquinales a lo CYNIC/FEAR FACTORY... y un aire psicodélico que ya se apuntaba en sus lanzamientos anteriores, pero que en el caso de “The Hunter” es más que evidente…“Creature Lives” es el más claro ejemplo de canción que apela a la psicodelia más canónica.

Con todo y a pesar de la continua evolución de la banda, con tanto cambio, hacia la mitad las canciones pierden chicha... y la siempre imaginativa percusión de Bran Dailor en ese alarde de disimulo que impera en el disco no es tan contundente como en otros lanzamientos. Eso sí, cuando les da por recordar la ya lejana época brutal y contundente del “Remission” en canciones como “Spectrelight” y “Bedazzled Fingernails” se ve que todavía hay fuego dentro de la bestia.


El corte final es el ejemplo de la inquieta actitud de los de Alabama. Psicodelia, texturas atmosféricas y poca abrasión (salvo en breves pasajes) son el alma matter en muchos momentos de este “The Hunter”. Dado el nivel del cuarteto en cuanto a técnica, imaginación, evolución continua y originalidad y personalidad es un disco recomendable para cualquier fan del Metal con tintes experimentales. En cualquier caso, los seguidores de su primera época (más primitiva en sonido, aunque no en originalidad y técnica) quizá les esté alejando más y más de escucharlo a gusto, pero conviene dar una oportunidad a esta banda, porque nunca deja de sorprender. Hambre por el cambio y ningún miedo a las críticas. Eso honra a MASTODON por encima de todas las cosas.

 

Pedro Blackearth

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