NIGHTFEAR: Preescucha de “Drums Of War”, su nuevo disco

La banda madrileña de Heavy-Power Metal NIGHTFEAR presentó anoche ante la prensa, en los estudios Rock And Pop de la capital, su nuevo disco, “Drums Of War”. Los medios pudimos escuchar las nuevas canciones del grupo y charlar con los músicos sobre los entresijos de su segundo álbum, un trabajo al que debería prestar atención cualquier aficionado al Power Metal y al Heavy Metal alemán de los 90.

 


“Drums Of War” desde luego suena potente, con temas muy definidos y trabajados a todos los niveles y, lo que es mejor, se trata de una obra muy variada. Quizá esa diversidad pueda ser para algunos un punto negativo ante la dispersión de ideas musicales y las visitas a los lugares comunes, pero hace de la escucha del disco algo tremendamente entretenido, al encontrar desde estribillos típicos del Power a segmentos thrashers, pasando por momentos épicos, guitarreos a lo IRON MAIDEN y Metal descarnado al estilo de los JUDAS PRIEST más intensos.

“Drums Of War” es, además, un disco conceptual que cuenta una historia de ciencia ficción “pesimista”, en la que la guerra y la lucha por los recursos son el día a día de la humanidad. Un reflejo de “lo que está pasando en el mundo actual” según nos explicaban los integrantes de NIGHTFEAR, quienes debido a esta unidad temántica no tienen todavía claro si lo llevarán al directo de forma íntegra e interpretándolo de seguido.

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En lo musical, muchas de sus piezas brillan con fuerza. “Path Of Victory” es una gran apertura gracias a sus coros épicos y a la voz de Lorenzo Mutiozabal, quien se defiende en diferentes registros a lo largo del álbum, tanto melódicos como más agresivos. “The Prophecy” es otro temazo influenciado por MAIDEN, con un estribillo dramático y ritmos briosos, al que le sigue el medio tiempo “Sands Of Fire”, en el que de nuevo la sección rítmica adquiere protagonismo.

Me sorprendió “The Duel” porque es un corte que parece sacado del “Painkiller” de JUDAS PRIEST, fortísimo, así como los temas más orientados al Metal alemán como “Breakout” o “The Wrath Of The Gods”, en el que Lorenzo rasga su voz para asemejarse a Chris Boltendahl de GRAVE DIGGER. E incluso la balada “Miracle”, que es bastante típica pero no por ello deja de ser bonita y efectiva.

“Farewell” y “The Wrath Of The Gods” también resultan llamativas por sus estribillos a lo AVANTASIA o EDGUY. Es posible que las numerosas influencias que viven en la música de NIGHTFEAR sean claramente identificables pero, cuestiones de originalidad aparte, no hacen las canciones malas de por sí. Además, y por si alguien pudiese pensar que la melosidad se apodera del disco, la banda se encarga de desmentirlo con temas como el desatado “Black Rose” o el que le da título, un maideniano “Drums Of War” que roza el Thrash Metal.  Todos estos cambios atienden a una razón, y no es otra que la música, además de las letras, está implicada en la narración de los eventos.

Para el final queda la trilogía de “Triumph Of The Fallen” en cuya segunda parte, “Rebellion”, aparecen las voces de Sandra Merino y del ucraniano Max Morton, contribuyendo a la complejidad de la pieza.


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Aparte de lo divertido de “Drums Of War”, lo que también es evidente es que está revestido de una excelente producción a cargo de Daniel Blanco y Andy C., y la mezcla y masterización de Morton, lo que ha dado muchísimo empaque al sonido del grupo si lo comparamos con su debut, “Inception”. Según Lorenzo siempre es bueno, en este sentido, “disponer de más recursos, pero aparte de nosotros están Dani [Daniel Blanco, productor], que nos ha ayudado muchísimo, Andy C., técnico en la grabación de batería, y Max Morton, en Ucrania, que se ha portado casi como un sexto hombre aportando ideas”.

Y precisamente en cuanto a ideas e influencias en su sonido, el batería Óskar Bravo consideraba que el disco más que ceñirse al Power “tiene algún ramalazo Thrash, otro progresivo…”, y que también “lo que se distingue es tener una balada, que no la había como tal en el primer disco, o una canción densa como “Sands Of Fire”, que igual es más oscura”. “Ismael [Retana, guitarrista] y yo entramos en el grupo a grabar “Inception”, que ya estaba hecho. En este disco hemos partido de cero, con libertad total, por eso el disco es tan dispar", añadía. "Tiene más detalles, está más elaborado. Hay incluso algún blast beat de Metal más extremo".

“Inception se hizo entre Lorenzo y yo”, apuntaba el batería Manuel Moreno, “y otra gente que ya no está en la banda, y cuando llegaron los nuevos miembros tocaron en base a lo que ya estaba hecho. Sin embargo, en “Drums Of War” hemos participado todos”.


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Así pues, amantes del Power Metal cañero y, en definitiva, del Heavy Metal en el más amplio sentido de la palabra, “Drums Of War” es uno de los trabajos que hay que escuchar este año. El día 27 de noviembre, en la sala Lemon Live de Madrid, podremos comprobar cómo NIGHTFEAR lo defiende sobre el escenario.

 

Enrique Herrero

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