NIGHTRAGE - Insidious

La expresión taurina "no hay quinto malo" vuelve a hacerse realidad con NIGHTRAGE, el grupo comandado con férrea mano por el guitarrista Marios Iliopoulos, quien tiene clarísimo el camino que debe seguir la banda: el del Death Melódico clásico y rotundo. Y así vuelve a marcar su paso con "Insidious", un disco repleto de invitados de lujo.

NIGHTRAGE se ha venido mostrando un tanto irregular en su carrera, con el sobresaliente debut "Sweet Vengeance" y un excelente cuarto disco "Wearing The Martyr's Crown", pero con dos entregas intermedias ("Descent Into Chaos" y "A New Disease Is Born") que, exceptuando algunas canciones para el recuerdo, no llegaban a ser completamente redondas. ¿Qué cabía esperar, pues, de este disco?


El retorno de miembros de la formación original, esta vez como colaboradores, como es el caso del vocalista Tomas Lindberg y el guitarrista Gus G., la recuperación como invitado del cantante Tomas S. Englund de EVERGREY (presente en "Sweet Vengeance"), así como la aparición de Apollo Papathanasio (FIREWIND, SPIRITUAL BEGGARS) y John K. de BIOMECHANICAL (aunque limitado a su faceta de teclista en un par de introducciones), sólo hacía presagiar cosas buenas.

La tónica sigue siendo la misma, asentándose la música de la banda sobre sentimientos de ira y melancolía, combinación explosiva traducida en peligrosas voces y guitarras, acunadas de cuando en cuando por tristes melodías e interludios acústicos. Así es NIGHTRAGE y eso no va a cambiar. Hay que sumar de nuevo los excelentes solos, esta ocasión con la contribución de Gus G., que ha sacado tiempo de OZZY y FIREWIND para echar un cable a sus ex compañeros.

Tras un par de escuchas comienza uno a hacerse con las canciones, un poco espesas de primeras por la constante agresión sónica y, tras la suave intro, como suele ser costumbre ya en los lanzamientos que exhalan salvajismo, podemos dejarnos maravillar por la mezcolanza de embestida musical y atractivas melodías, con intervenciones de Papathanasio y Englund relajando el tono, en "Delirium Of The Fallen", el tema título (que ha necesitado bastantes oportunidades para ser apreciado por mi parte) o "Wrapped In Deceitful Dreams".


Hay que quitarse el sombrero ante "Hate Turns Black", por el trabajo de guitarras, que se marcan también a fuego en la mente con el estimabilísimo "Sham Piety", de lo más destacable de la obra, y ante la apocalíptica "This World Is Coming To An End", que consigue poner los pelos de punta cuando Papathanasio y Lindberg alternan sus voces. Lindberg, por cierto, tiene todavía más saña que el ya de por sí desmedido vocalista de la formación, Anthony Hämäläinen.

El álbum sigue adelante y no se desinfla gracias a una recta final con "Utmost End Of Pain", "Poignant Memories" o "Hush Of Night", resaltando "Solar Corona" por ser el corte más tranquilo de todo el trabajo, ayudando a digerir el trabajo con sus primeros minutos meramente instrumentales, la presencia de Englund como única voz, y su intenso final.

Aunque quizá le sobren unos minutos al disco, podemos estar más que satisfechos con "Insidious", ya que NIGHTRAGE sigue perfilándose como una de las mejores bandas de Death Melódico (del de verdad) actual, porque ha vuelto a atesorar grandes momentos de auténtica delicia auditiva y, por supuesto, sin perder ni un ápice de su usual y nocturna rabia.

 

Enrique Herrero

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