Crónica de SEBASTIAN BACH en Madrid

A pesar de que últimamente está a la orden del día organizar conciertos entre semana no fue inconveniente para muchos amantes del Hard Rock  acercarse a ver  a SEBASTIAN BACH, ex líder de la famosa banda estadounidense de Hair Metal, SKID ROW, que hacía que no visitaba nuestro país casi dos años,  teloneando a los GUNS N’ ROSES, o a lo que queda de ellos.

La sala estaba abarrotada y una vez más, cosa que  sorprende a los grupos ochenteros que visitan nuestro país, había más gente joven que de la quinta de SKID ROW, es un mensaje esperanzador para el mundo del Heavy Metal.

Empezaron los madrileños ÁNGELES, muy técnicos y rock n rolleros, con un sonido exquisito y unos temas bastante frescos y atractivos. Abrieron con “Dulces Sueños”,  una descarga de energía que nos prepara para lo que nos  venía encima, una dosis de guitarreos pegadizos que no pasaron desapercibidos por la mayoría de los asistentes.

Me gustó especialmente el tema que da nombre al grupo, “Ángeles”, que cuenta con un riff pegadizo y un estribillo fácil de recordar. En definitiva un grupo de Rock N’ Roll de lo más clásico, en castellano pero no muy destacable. A pesar de todo supieron entretenernos y amenizarnos la espera de lo que iba a ser un conciertazo en toda regla.

Por fin, a las diez en punto de la noche y como una descarga de adrenalina directa en vena caía el telón y aparecía Sebastian Bach y su séquito interpretando “Slave To The Grind”, con la que sin duda ya nos tenía a todos en el bolsillo; ese riff acribillador sonó aún más potente y rudo en directo que en estudio, por tres minutos y medio consiguió enloquecer a la sala y estaba claro que nos quería mantener así, y así fue, continuando con “Kicking And Screaming”, temazo de su último plástico cargado de sus ya típicos guitarreos de lo más macarras y más pegadizos que nunca. Llegó “Dirty Power” canción en la cual las primeras filas fuimos empapados de agua, cosa que se agradeció porque hizo subir la temperatura de la sala con tan sólo dos temazos.

Continúan los guitarreos sin piedad y ya se va notando que el tiempo no pasa en balde y se excede un poco con el reverb para apoyar un poco su voz. A continuación se acercan dos cortes de los SKID ROW, “Here I Am”, en el cual ya estaban diciendo a los fotógrafos que quedaba terminantemente prohibido hacer fotos, y “Big Guns”. Estaba claro que Sebastian Bach no nos quería dar tregua.

Al finalizar el último tema de SKID ROW, por el momento, se atrevió a chapurrear literalmente que hacía un calor de cojones, en realidad necesitó a un chaval del público para que le fuera traduciendo, y sólo llegó a decir bien en castellano “cojones”, lo cual arrancó una carcajada a todo el público. Sin duda está hecho todo un frontman y sabe cómo agradar a sus fans. Nos agradeció que hubiésemos estado apoyándole durante 25 años y nos dedicó un aplauso.

Tras éste parón llega “( Love Is ) A Bitch Slap”, canción que en estudio cuenta con la colaboración de Axl Rose a las voces, tremendo temazo que volvió a enloquecernos tras la pequeña pausa. Siguió sin darnos cuartelillo con “Stuck Inside”, un temazo sin precedentes y como no es de extrañar cargado de riffazos de la mejor calidad.

Volvieron los cortes más famosos de SKID ROW, “Piece Of Me” y “18 And Life”, que hizo que más de uno se emocionara. En realidad es lo más cerca que se puede estar de aquel grupazo del 86 y es todo un honor.

El concierto proseguía prácticamente sin pausas y enlazando temazo tras temazo. Llegó así “American Metalhead”, en la cuál cambió la letra del estribillo por una adaptación al castellano a su manera, de tal forma que quedó algo así como “Spaniard Metalhead”, donde subió más de un espontáneo a cantar con él.

Tras tantos temazos de sus últimos trabajos, al final decidió darnos un respiro con su genial balada “I Remember You” y para finalizar con el hitazo “Youth Gonne Wild” que era lo que faltaba para que a todos los que estábamos entre el público se nos fuera la cabeza ya del todo.

Sebastian nos presentó a la banda: Jason Christopher al bajo, que nos demostró sus dotes acrobáticas haciendo el pino sobre el escenario. Johnny Chromatic, y el jovencísimo Nick Sterling a la guitarra; Sebastian recalcó que ambos son los que componen y escriben las canciones junto con él. Tras ellos presentó al batería Bobby Jarzombek, no sin presumir de que se trataba del batería de HALFORD y nos hizo corear el “Breaking The Law” y el “Living After Midnight” de JUDAS PRIEST.

Sin duda fue un conciertazo, plagado de temazos rigurosamente escogidos, se nos hizo demasiado corto, pero creo que fue porque no pudimos siquiera parpadear en ninguna de las canciones.

Fue muy emocionante, al menos para mí, haber podido disfrutar de un Sebastian Bach que, a pesar de la edad, sigue en forma y con más ganas que nunca de seguir sorprendiéndonos.

Crónica: Elena Martínez
Fotos: Blanca Revenga