Suecia y Finlandia son dos países extraordinarios para el mundo del Metal. De la nada, surgen multitud de bandas que inundan el panorama internacional. La calidad es variable, y en buena medida depende que el estilo que practiquen sea del gusto del oyente, pero difícilmente saldrá un grupo incapacitado para tocar. Por afinidad musical, los suecos son superiores a sus vecinos de la tierra de los Mil Lagos pero, en esta ocasión, nos encontramos con un producto procedente de Turku que, a pesar de ser la quinta ciudad del país, nada tiene que ver en profusión de formaciones con Helsinki, Tampere o Espoo. En una rápida revisión, sólo recuerdo a un clásico del Death, FUNEBRE. Sin embargo, esto no es óbice para que ODDLAND haya registrado un notabilísimo debut con “The Treachery Of Senses”, bastante alejado, por cierto, de lo que habitualmente se destila por aquellos lares.
Y es que si en algún lugar se fija este cuarteto es en Suecia. Su Metal Progresivo presenta múltiples reminiscencias de un puñado de conjuntos de esa parte del norte de Europa pero, sobre, hemos de centrarnos en el elemento estrella del álbum. Sobre un contexto general brillante, con ideas bastante originales, un nivel de ejecución y compositivo muy destacable, y una capacidad de enganchar al oyente inusual para su bisoñez, si algo sobresale y, en cierta medida, eclipsa todo lo apuntado es la voz de Sakari Ojanen. No sé de dónde habrá salido este chico porque buscando información no encuentro experiencias previas en el mundillo pero es sorprendente la amplitud y variedad de tonos que alcanza. Eso sí, tienen sus referencias y no las oculta. Dos, fundamentalmente: la evidente es Daniel Gindelow de PAIN OF SALVATION. Basta escuchar los dos primeros minutos del disco para darse cuenta. No obstante, hay otra no tan inmediata que se manifiesta en los cortes más tranquilos de “The Treachery Of Senses” y es la del genio de Orebro, Dan Swanö. La claridad y nitidez en la vocalización delatan a Ojanen.
Por supuesto, esta inspiración no son ningún reproche ni restan valor a un trabajo que arranca con un tema de Metal Progresivo actual, “Above And Beyond”, donde las guitarras ejercen de hilo conductor con una potencia heredera de SYMPHONY X. La convivencia entre la tralla y el aire melancólico se refleja perfectamente en “Flooding Light”, una canción llena de pasajes contrapuestos que encajan sin apenas resentirlo el conjunto. Las dos siguientes composiciones poseen un comienzo que rememora a NEVERMORE. El desarrollo y, obviamente, la voz nada tienen que ver, en especial “In The Eyes Of The Mourning”, una de las mejores interpretaciones de Sakari, acertando en su homenaje a Swanö, algo que no todos pueden decir (Mikael Akerfeldt de OPETH es otro de los que en sus pasajes más melódicos imita a Dan, sin tanto éxito). “Aisle Of Array” goza de aire similar, caña y atmósfera se mezcla en una conjunción que aporta dinamismo a “The Treachery Of Senses”.
“Past The Gates” es un momento de relax y pausa en medio de la tormenta que retorna con el riff de “Still The Spirit Stays”, cercano a GOJIRA o, si apuramos, MESHUGGAH. Afortunadamente, es solo ese segmento de guitarras porque otra de las características de le da un plus a este disco son determinados pasajes que, a lo mejor, duran simplemente unos segundos, pero que añaden frescura. Por ejemplo, en “Still The Spirit Stays”, un ejercicio de Jazz del bajista Joni Palmorth. La balada “In Endless Endeavour” es, de nuevo, un vehículo para apreciar la preciosa voz de Ojanen y nos prepara para “Sewers”, el corte más de Metal Moderno que encontramos en el disco, con un duelo entre Sakari y una cantante (imagino porque no viene información al respecto) con rango de soprano.
El final llega con un tema un tanto confuso, no por la composición sino porque la batería de Ville Viitanen resulta exageradamente recargada y rápida dentro de la fantástica uniformidad introspectiva de “Lines Of Silver Blood”. En una obra donde ningún corte sobrepasa los cinco minutos, la excepción viene en el adiós, “Ire”, por encima de ocho. Como prácticamente era previsible, es algo atípica dentro de la coherencia de “The Treachery Of Senses”, con un comienzo oscuro, solo de piano, bajo y voz, en donde, paulatinamente se van agregando batería y dos guitarras, aumentando su intensidad hasta desembocar en un solo de saxo, totalmente deudor de la extinta banda noruega BEYOND DAWN.
Tres curiosidades para terminar. Su contrato con Century Media es consecuencia de la victoria en el concurso Suomi Metal Star, evento impensable en cualquier país que no sea de esa zona del viejo continente. Este premio llegó después de la reactivación de ODDLAND debido a la estancia durante un año de Sakari en España. Debió regresar a Finlandia con las pilas recargadas porque el grupo experimentó un cambio ya que, en sus primeros días, su dirección les llevaba al Grunge y formaciones como ALICE IN CHAINS o STONE TEMPLE PILOTS. Quizá sea esto lo que les da un cariz distinto en su apuesta por el Metal Progresivo. Sea como fuere, estamos ante uno de los conjuntos con mayor proyección dentro de la escena. Debe intentar no repetir tanto los esquemas de riff cañero, estrofa melódica, y añadir un punto más de variedad en el plano compositivo, pero ODDLAND tiene tiempo para pulir estos pequeños defectos. Mientras, “The Treachery Of Senses” es un trabajo para disfrutar.
Marco-Antonio Romero
