"Outsider", el nuevo trabajo sin fuelle de NIGHT DEMON

NIGHT DEMON no acaba de cumplir con las expectativas con su nuevo disco

Una de las cosas más gratificantes y estimulantes que hay a la hora de redactar una crítica musical se halla muchas veces en comprobar lo que puede llegar a cambiar la percepción de un disco conforme aumentan las escuchas del mismo, lo que lleva directamente a pensar en la cantidad de veces que uno puede haber sido injusto al haber hecho una valoración final, por mero conformismo o falta de tiempo, con tan solo un repaso al trabajo a tratar. Y es que injusto, o precipitado más bien, es lo que habría sido yo si hubiese arrancado estas líneas sobre "Outsider", el último trabajo de los norteamericanos NIGHT DEMON, tras una fugaz e insípida toma de contacto con el mismo.

He tardado en enchufarme al tercer lanzamiento del trío liderado por el carismático Jarvis. Eso es una realidad como un templo, pero, por suerte, mi insistencia me ha llevado a ver algo de luz al final del túnel, aunque mis envalentonadas conjeturas, mucho antes de que tan siquiera hubiese escuchado una canción del disco, tampoco han acabado de cumplirse.

Tenía las expectativas totalmente disparadas con este lanzamiento y razones de peso para pensar con firmeza que este iba a ser el mejor trabajo de la banda hasta la fecha, pero no ha sido así. Por un lado, seis años separan esta nueva obra de “Darkness Remains”, disco que le precede, tiempo más que suficiente para entender que la banda ha podido hacer un trabajo concienzudo y meticuloso en el que acabar puliendo y mejorando hasta el más minúsculo de los detalles.

Por otro lado, la maravillosa portada. Esa combinación de colores, con claras referencias al cine de terror ochentero, y esa siniestra personalidad que posee el diseño en su conjunto fueron factores que se tradujeron en mi mente de la siguiente manera: el diseño definitivo para el disco definitivo. Sobredosis de hype, para qué negarlo. Y más cuando se trata de una banda que con su breve trayectoria ha logrado ganarse mi respeto y cariño a base de canciones más que competentes y directos que te pueden llegar a pasar por encima.

En “Outsider”, todo lo que brilla lo hace sin explosividad

¿Cuál es el problema de este disco? Porque si has llegado hasta aquí habrás podido intuir que algo sucede para que no acabe de funcionar del todo, o como debería, el trabajo de marras. La mejor forma de resumirlo podría ser que todo lo que brilla lo hace con discreción, sin explosividad. Hay pocos instantes que te conduzcan al éxtasis o al entusiasmo exacerbado.

Cierto es que los pasajes menos inspirados no estorban tampoco en exceso ni estropean el resultado final del plástico, pero este, aun con sus buenas ideas, se me acaba antojando como un cóctel de sensaciones encontradas donde reina la insipidez y la monotonía y, a su vez, donde añoro esa gallardía, ese desenfreno y ese espíritu épico y abrasivo de sello NWOBHM, (aun siendo una banda norteamericana actual) que en sus inicios, sumado a un encantador estilo enraizado en el Rock macarra y ácido de MOTÖRHEAD, definió un poco el estilo de la banda.

Los mejores momentos de "Outsider"

Una intro oscura e intrigante con reminiscencia a los sonidos Retrowave y a las bandas sonoras de John Carpenter nos da una cálida bienvenida al disco. Tras esta, "Outsider" es de lo mejorcito del álbum. Un tema energético y de inmejorable estribillo, dotado de un nivel que, por desgracia, no volvemos a ver en el álbum.

Como apunté anteriormente, el disco posee buenas ideas y los momentos a disfrutar no se acaban con la pieza que acabo de comentar. Muestra de ello pueden ser "Beyond The Grave", muy sabbhatica; "Obsidian", donde irradian fuerza las guitarras dobladas al más puro estilo NWOBHM; "Rebirth", que podrían haber escrito THIN LIZZY con un acabado más metalizado o "The Last Day", donde prima la velocidad y algún que otro guiño a los viejos y primerizos METALLICA.

Pero también hay desazón en cortes como "The Wrath", un medio tiempo que se me antoja excesivamente largo para lo que tiene que ofrecer o "A Wake", canción descafeinada que se pasea por el disco sin pena ni gloria.

El potencial de NIGHT DEMON

En definitiva, y dentro de que la escucha del álbum se me antoja tan recomendable como agradable, "Outsider" adolece de falta de fuelle, ritmo, ese empuje, especialmente, del primer largo que editó la banda hace ocho años. Por otra parte, el trío tiende a ganar en pegada y contundencia, a mi modo de ver, con un sonido más orgánico, a la vieja usanza y polvoriento, ese espacio donde las canciones de NIGHT DEMON adoptan sentido y su razón de ser.

Pero, en cualquier caso, no es una cuestión de sonido los baches a los que se expone este, por momentos, irregular trabajo, sino de temas. El disco empieza tan fuerte y de un modo tan abrasivo y cautivador que todo lo que viene a continuación no deja de ser un constante vaivén de instantes disfrutables sin grandes pretensiones y otros más descafeinados y con la llama apagada que te llevan a rememorar con cierta añoranza el gran nivel que hasta hace nada presentaba la banda.

Un paso al frente, en cualquier caso, que tampoco quedará para el recuerdo, ya que la agrupación californiana tiene potencial para que se les pueda exigir mucho más.

Discográfica: Century Media Records

Más información sobre NIGHT DEMON y "Outsider" en su página de Facebook.