PAIN OF SALVATION - Falling Home

Después de haber deslumbrado a propios y extraños con la maravillosa saga “Road Salt 1 & 2”, las huestes de Daniel Gildenlöw nos ofrecen este bocado de auténtica delicatesen sonora como entremés mientras esperamos la siguiente transformación musical de PAIN OF SALVATION. Y es que como tal hemos de tomarnos este “Falling Home” que llega en formato acústico y que, bajo su aparente sencillez, es un colosal esfuerzo creativo por recrear algunos temas de su repertorio reciente, revisar clásicos de Lou Reed y DIO (nada menos) y ofrecernos un tema nuevo, justo el que da título al disco. Lo dicho, un canapé musical de aparente sencillez musical pero que, una vez le hincamos el diente, se revela como un elaboradísimo microplato de altísima cocina. Vamos al lío.

Daniel Gildenlöw es sinónimo de excelencia musical y hasta cuando se pone a hacer algo supuestamente más sencillo (un disco acústico) demuestra que es grande como pocos. Y lo demuestra desde el mismo arranque del disco con un casi irreconocible “Stress” de su disco debut “Entropia”. Aires jazzísticos recorren una canción compleja y rítmicamente delirante que se enriquece con arreglos vocales sorprendentes y un aire retro alucinante. Uno de sus más recientes éxitos, “Linoleum”, pasa también por la máquina reconstructora de PAIN OF SALVATION y se desnuda hasta lo básico para descubrir que lo básico es extremadamente complejo. Teclados sutiles, guitarras casi insinuadas, percusiones orgánicas y capas y capas de voces hacen de este tema un momento de sumo placer en “Falling Home”. Saltando a la segunda parte de “Road Salt” el tema elegido para la revisión es “To the Shoreline”, un corte que ya en su versión original tenía un gran componente acústico y que en esta ocasión no sufre una excesiva transformación. Se ve que les apetecía recrearla tal cual y la verdad es que es difícil concebirla más seductora. Uno de los sorpresones de “Falling Home” es la versión del clásico de DIO “Holy Diver” en clave de Jazz-Swing y toques Reggae (sí, has leído bien…) Cuesta reconocer el tema al principio porque las guitarras afiladas de Vivian Campbell son sustituidas por sinuosos arpegios y arreglos más propios de sonoridades caribeñas. El tema es tan bueno y la versión tan rompedora que he de reconocer que, pese a que al principio me dejó descolocado, es una de las mejores demostraciones de la maestría de los de Gildenlöw.


Vídeo de "1979"


Otro tema que apenas ha sufrido transformaciones respecto de su versión original es la sublime “1979”. Extraído del magistral “Road Salt 2”, el tema es la mismísima definición sonora del sentimiento universal de la añoranza de la infancia perdida. Sutil hasta rozar el minimalismo, el tema demuestra la gran habilidad del grupo de hacer mucho con, aparentemente, muy poco. Nunca tan pocas notas transmitieron tantos sentimientos. Dando un salto atrás en el tiempo nos encontramos “Chain Sling”, de su colosal disco “Remedy Lane”. El tema, dotado de un aire medieval, es un crescendo de tensión dramática en el que la voz de Gildenlöw imprime al tema es el 75% del éxito de una canción corta pero intensa que demuestra la enorme amplitud de recursos de estos maestros del Rock Progresivo.

La segunda versión ajena al repertorio de PAIN OF SALVATION es todo un homenaje a otra leyenda del Rock recientemente desaparecida: LOU REED y su legendario “Perfect Day”. Sin apartarse del espíritu intimista de la versión original, el cover de PAIN OF SALVATION aporta arreglos minuciosos de teclados y cuerdas, así como una soberbia explosión vocal final de la mano de un desatado Gildelöw que, una vez más, vuelve a demostrarnos que es una fuerza de la naturaleza. Volviendo al repertorio de la banda le toca el turno a “Mrs. Modern Mother Mary”, un bello medio tiempo extraído de “Scarsick”, la segunda parte de la trilogía “The Perfect Element”. El tema, cargado de emotividad y fuerza, vuelve a poner a Gildenlöw al frente de la nave con otra nueva demostración de su inconmensurable talento vocal y resume la esencia del nuevo rumbo tomado por una banda que no teme al cambio sino que lo busca con ansia. Extraído del mismo “Scarsick”, tal vez uno de los discos menos comprendidos de la banda, “Flame to the Moth”, es un alarde de guitarras acústicas en clave aflamencada y percusiones trepidantes (soberbio en todo el disco Léo Margarit) que reincide en el empeño de “recocinar” algunos de sus mejores platos con aromas diferentes y especias inopinadas. “Spitfall” es el último tema que recrean de “Scarsick”. Da la sensación de que Daniel tenía la necesidad de recrear lo hecho en 2007 en el último de sus álbumes conceptuales (hasta el momento…). El teclado teje una atmósfera inquietante mientras Daniel recita con furia los versos compuestos contra el mundo consumista que se consume en su propia necedad. Soberbio.

El cierre del disco lo pone precisamente el único tema nuevo que se incluye en él y que le da título. “Falling Home”. La canción nació de una improvisación entre Daniel y Ragnar Zolberg y es la más intimista de todo el disco. Solo voz y guitarra acústica bastan para crear esta pequeña joya llena de un sentimiento contenido y, a la vez, inconmensurable de placidez. Lo dicho, no hay nada que PAIN OF SALVATION se tome a la ligera y “Falling Home” es un trabajo minucioso, sutil y, sin embargo, deslumbrante. Disfrutemos de este sorprendente y denso tentempié musical hasta que llegue la próxima obra maestra de los más grandes del Rock Progresivo europeo.

Carlos Fernández

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