RANCOR - Raining Bombs

Se ha hecho de rogar, pero, por fin, y aunque de momento sea en forma de EP, ya tenemos aquí el nuevo trabajo de los madrileños RANCOR.

Los thrashers son como poco, a día de hoy, estandarte del género en la capital. Por fortuna y mera casualidad, he podido seguirles desde hace mucho (recuerdo especialmente su bolo en la ya desaparecida sala Ritmo y Compás junto a LEGEN BELTZA, KILLEM y ANGELUS APATRIDA a finales del 2006) y con el paso del tiempo me he ido percatando de su crecimiento como banda. Quizá no se ha prodigado mucho en grabaciones de estudio, pero los escenarios los ha recorrido de principio a fin. Se puede decir que si no conoces a RANCOR es porque lo tuyo no es el Thrash Metal o el Heavy de corte más duro en cualquiera de sus vertientes.

Antes de desguazar "Raining Bombs", el álbum que tengo entre mis manos, aclararé que el mismo consta de cuatro temas, dos totalmente nuevos y dos regrabaciones de dos piezas que en su día el quinteto incluyó en su demo "Death Collector".


Personalmente, y aún siendo poco material, se palpa con facilidad el claro progreso y mejoría que ha experimentado RANCOR con respecto a anteriores lanzamientos. Dani ejecuta mejor que nunca las canciones a nivel vocal, dejando de lado ese modo de cantar algo más melódico que solía utilizar en sus inicios, el cual le desplazaba, por momentos, a un rollo más cercano al Heavy británico de la New Wave. Por su parte, las guitarras de Vasco y Riqui, suenan cortantes, contundentes y elaboradas y la base rítmica ejerce perfectamente de pilar sobre el que se sostiene toda la tormenta sonora que desgrana el quinteto en cada canción.

En su conjunto, el grupo parece más hecho, compacto, con ideas más claras y mejores recursos. "Release The Rancor", su anterior obra, editada hará tres años, era un buen disco de Thrash Metal, pero mostraba altibajos, no terminaba de redondear un producto que tenía mucha más pegada en los directos de la banda que en su formato físico, y el adelanto aquí tratado, en principio, parece haber limado ciertos defectos, lo cual comprobaremos en su totalidad dentro de un mes más o menos, cuando vea a la luz el esperado larga duración de RANCOR.

El grupo empieza dando guerra, en el sentido más literal de la palabra, con "Raining Bombs", el corte de apertura, ya que lo primero que llega a nuestros oídos es el sonido de disparos y de explosiones acontecidos en una batalla, hasta que, pasados unos segundos, un riff de guitarra demoledor nos da la bienvenida al tema en sí. Lo primero que percibo es la claridad y potencia del sonido, el cual abrillanta todo el trabajo. La canción en cuestión posee una estructura que me hace acordarme de los ANNIHILATOR de principios de los 90. Es una pieza asesina, devastadora, gruesa y directa. Idónea para abrir el disco con impacto.


"Dark Future" refleja el gusto de la banda por el Thrash americano. Unos actuales y en plena forma OVERKILL serían un buen ejemplo comparativo a la hora de analizar lo que ofrece este tema, solo que añadiéndole un estribillo algo más melódico de lo que habitualmente hallamos en la banda neoyorkina. Cabe resaltar, y al igual que sucede en la pieza anterior, los lúcidos punteos de guitarra y los dinámicos redobles de batería que hay, los cuales son claros síntomas de esa plausible progresión que han experimentado los miembros de RANCOR y de la que ya he dado cuenta en el párrafo anterior.

"Death Collector" es la primera de las dos piezas regrabadas y, evidentemente, tiene un nivel compositivo inferior al de los dos anteriores. El tema cuestión es mucho más groovie, machacón y sencillo, aunque posee un atractivo estribillo, modernete y cercano a lo que solemos ver en el Metalcore más típico y común, y un punteo de guitarra que dibuja la melodía de dicho estribillo y le da un toque más heavy a la composición.

"Sweet Revenge" es la segunda de las regrabaciones. Es una pieza más cruda y directa que la anterior, ejecutada bajo el mando de un penetrante riff, muy thrasher, y de una melodía vocal escupida con fuerza por Dani y bien acompañada por unos coros cazalleros, lo cual me vuelve a trasladar al añejo Thrash americano de bandas como FORBIDDEN, SLAYER o TESTAMENT.

En su totalidad, los 17 minutos que hallamos en este trabajo sirven de aperitivo para saciar el hambre que había por escuchar material nuevo de RANCOR. Mientras tanto, y con estos cuatro temas que tenemos sobre la mesa, solo nos queda imaginar lo que habrán dado de sí los madrileños en su larga duración, el cual aterrizará en breve. ¡Estad atentos!


 

Jorge Osoro

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