Se ha ido Gary Moore

"Adiós a Gary Moore, uno de esos genios que cuando quería lo mismo tocaba con diez dedos la guitarra o la hacía llorar"

Sentí un golpe en el estómago y la misma sensación de derrota, de que la vida y la música se me escapaban entre los dedos como si fuese agua, que experimenté cuando leí el mensaje en el que me decían que Gary Moore, la voz del Heavy, nos había dejado.

Polémico, como casi todas las estrellas, era admirado por la gran mayoría de los amantes del Rock, aunque luego, con la boca pequeña se reconocía su mal carácter y su leyenda negra. Sus cambios de estilo y sus dimes y diretes tampoco ayudaron. Pero con esa clase, bien podía hacer y decir lo que le saliese de las narices, por situar la acción más arriba de lo normal.

Sea Rock, sea Blues, se nos ha ido uno de esos genios que cuando quería lo mismo tocaba con diez dedos la guitarra o la hacía llorar o desangrarse. Sea solo o, como se han empeñado los medios, una vez más ajenos a esta música, con THIN LIZZY. Mejor sea esto que pasar a la historia como el que compuso la canción que serviría a NIGHTWISH como excusa para hacernos sangrar los oídos.

Casualidades de la vida, Gary Moore ha expirado en España, lugar que sirvió de abono a otra de sus recurrentes rabietas, la del famoso concierto de San Isidro en Madrid-Nairobi, en plena gira del insuperable "Wild Frontier". Al final, reconciliado con rockeros y españoles se nos ha ido, cuando le teníamos más cerca, justo como cuando se fue Dio.

Aunque este blog trate de Rock nacional, los fundadores ‘de este imperio’ bebieron de los acordes de otros genios. Por lo que los franquistas calificaban de "hecho biológico inevitable", poco a poco nos estamos quedando yermos y, lo peor de todo, llenos de miedo porque seguimos completando partituras para nuevos ‘Conciertos Para Ellos’, pero nos estamos quedando sin grandes compositores.

La época de los grandes estadios parece que, poco a poco, está llegando a su fin y no tenemos claro el camino. ¿Tenemos que ir hacia una progresiva fragmentación de estilos o estamos inactivos y desorientados porque esperamos a un nuevo mesías? No nos queda claro y con la marcha de Gary Moore, muchos menos.