Resurrection Fest 2016 - Sábado 9 de julio - Iron Maiden, Abbath, Bullet For My Valentine
Viernes de Resurrection Fest, con cielos despejados y un sol al descubierto que, inclemente, nos tostaría la piel. Este día no dejó momentos de caos como los vividos el jueves con VOLBEAT y BRUJERÍA, pero sí nos trajo interesantes actuaciones, con HATEBREED, MADBALL, GOJIRA, BATTLECROSS y THE OFFSPRING como grandes destacados, aunque nos llevamos un chasco con grupos como SINISTRO o DARK TRANQUILLITY, por motivos bien distintos.
[IN MUTE]
Con pocos espectadores por la “intempestiva” hora -las tres de la tarde-, [IN MUTE] subió al Chaos Stage. A nosotros nos pasó como a gran parte del público, nos pilló accediendo justo después de comer, por lo que la audiencia se dividía entre los fans de la banda valenciana y los recién llegados que íbamos entrando con cuentagotas al recinto.
El tremendo sol que abrasaba pieles no fue impedimento para que, una vez más, el grupo de Death Melódico sudara la gota gorda sobre el escenario, con toda la banda haciendo headbanging sin parar, y una especial complicidad de la cantante Steffi y el guitarrista Cristobal Galán.
Como dijo la implacable vocalista, la formación está gestando un nuevo álbum, del que ejecutaron uno de sus aplastantes temas, “Disease”. La cosa promete. La banda no fue inmune a los problemas de sonido y Steffi pidió ánimos para ayudar a solventar la situación, aprovechando para bajar y unirse a las receptivas primeras filas. Mientras buscábamos resguardo del sol, [IN MUTE] se despidió con “Waiting”, no sin dar a las gracias a la gente por “madrugar” y aguantar el calor.
Enrique Herrero
DESAKATO
El segundo día del Resurrection no tenía nada que ver con el primero. El sol abrasador fue la tónica dominante desde el principio, lo cual fue sufrido por todos los grupos, especialmente los del Chaos Stage, pero también los del escenario principal a primera hora de la tarde, como les ocurrió a los asturianos DESAKATO, que a las tres y media de la tarde abrían el Main Stage. Con su Hardcore Punk a medio camino entre la melodía y la brutalidad de unos S.A., con su logo reivindicativo y un bueno sonido desde el principio (sólo algo deslucida la voz clara), salieron al escenario con ganas de comérselo todo, especialmente su cantante de voz agresiva, Pepo. Descargaron temas de su nuevo trabajo, “La Teoría del Fuego”, pero sobre todo del previo “Buen Viaje”.
Empezaron con “Columnas de Humo” y “La Ira de Los Hambrientos”, con su temática antisistema policial, siguiendo con las melodías y solos de guitarra de “Cuando Salga El Sol” y el bable de las “Trompetes de Xericó”, aprovechando para agradecer la presencia en un festival de estas condiciones al lado de su casa. El final lo puso “Animales Hambrientos”, “Carta De Un Paria”, una de las más hardcoretas y que les permitió hacer un wall of death y para el final, con invitado incluido, “La Hoguera”, “Heridas Abiertas” del nuevo trabajo, “Perdido”, momento en que Pepo se lanzó al público a darse un baño de masas y “Pánico En Frankfurt” como punto y final de un notable concierto.
Raúl Ureña
AVULSED
Aún un poco pronto y ya empezando a tener el sol de cara en el Chaos Stage, salía a escena uno de los grupos veteranos del Death Metal en España, AVULSED. Dejando a un lado la amistad personal que tengo con Rotten y Tana, creo que AVULSED hace tiempo que tiene un hueco en la historia de la música extrema española e internacional. No serán originales (esa mezcla entre CANNIBAL CORPSE y la oscuridad finesa siempre les acompañará) y Rotten será igualmente amado y odiado por unos y otros, pero después de un buen puñado de discos y variaciones en su propio estilo, la banda madrileña tiene su propia historia hecha y siempre han tenido fama (y doy fe después de unas cuantas veces viéndoles en directo) de comerse el escenario, especialmente su frontman que no para, ya sea haciendo headbanging mientras canta, tirándose al público haciendo stage diving o siendo parte de un circle pit improvisado.
Con la típica imagen de Juancar sin camiseta y Rotten haciendo publicidad de GROND, uno de los lanzamientos de su sello, AVULSED tocó de inicio uno de sus temas icónicos, “Stabwound Orgasm”, con esas melodías tan reconocibles y un buen sonido de guitarra aunque el bajo y el doble bombo estuviesen un poco altos. No había mucho público frente a los madrileños, pero en general se les notaba entregados, conociendo sus temas como “Breaking Hymens”, que Rotten anunció diciendo que había llegado el momento de romper cosas y todo el mundo contestó que “hímenes”, aunque según Rotten ya estaban todos rotos. Dando gracias por madrugar a la gente en medio de la digestión, siguieron con “Devourer Of The Dead”, con la que se montó un circle pit; “Gorespattered Suicide”, ya haciendo mella el calor en la banda, lo que no impidió que Rotten se lanzara entre el público; la coreada “Sick Sick Sex”, “Nullo” y para terminar su hit “Exorcismo Vaginal”. Nunca defraudan y el Resurrection no fue excepción, ya con ganas de verles en la gira de su aniversario.
R. U.
HAMLET
Con un pequeño descanso entre el final de AVULSED y el principio de HAMLET, los también madrileños volvían al Resurrection, como decía Molly su cantante, ganando una hora al reloj, aunque todavía lejos de llegar a la noche donde se supone toca lo mejor del festival. Con una discografía tan variada en donde nunca han hecho dos discos iguales, y una “La Ira” reciente que no defrauda, HAMLET es una banda habitual en festivales de todo tipo pero para mi gusto tienen un problema en este formato motivado por el propio Molly y es su excesivo gasto energético en temas “no musicales”. No es Dickinson pero lo parece dando patadas, corriendo, saltando… pero claro, todo eso a pleno sol y con temas más energéticos. El resultado es que Molly apenas consigue cantar y solo suelta, realmente, berridos de tanto en cuanto. Entre eso y su pose excesivamente americana, a mi su show me pasó sin pena ni gloria, es más, me resultó aburrido, pues cantaba más el público que él y a veces los temas se tornaban instrumentales porque Molly estaba a su bola.
Foto: Javier Bragado
“Egoísmo” y su proclama animalista (muy apropiada para las fechas que estamos) fue la encargada de abrir, a toda mecha y sin descanso, unida a “Muerdesela” y “Antes y Después”, donde hicieron el primer Wall Of Death y Molly empezó a perder la voz. En “Limitate” cantó más el público que Molly que no hacía más que saltar de un lado a otro, calmándose un poco más para presentar, de “La Ira”, “Ser O No Ser”. Con “Mi Religión” Molly acabo por desgañitarse, con lo que “Denuncio A Dios” sonó un poco deslucida, aunque dio espectáculo al hacer sentarse al público para luego saltar como posesos. La parte hablada de “Tu Medicina” era ininteligible y en “Irracional” aprovecharon para hacer otro wall of death con Molly en medio, con lo que al final resultó ser un tema instrumental. Para acabar no podía faltar “J.F.” con Molly olisqueando un sujetador que le lanzaron desde el público. Para mi gusto, aunque quiera agradar y dar un espectáculo enérgico, Molly debería hacerse mirar un poco sus poses y gestos. Debe primar la música y luego el resto, sino acabas sonando mal como le ocurrió a HAMLET este día, aunque le pusieran muchas ganas.
BATTLECROSS
Una de las sorpresas del festival fue BATTLECROSS, grupo estadounidense que combina Thrash y Death Melódico con un punto técnico que despertó de la siesta a unos cuantos. Era la primera vez que los de Michigan actuaban en nuestro país, y su debut en el Resurrection no pudo ser mejor dada su entrega, recompensada con su nombre coreado por el respetable, señal evidente de que sus canciones y actitud habían convencido.
El cantante Kyle Gunther, que llevaba una camiseta de Chewbacca a juego con su larga barba, fue un huracán, y el resto de músicos no le anduvieron a la zaga a la hora de dar espectáculo, dinámicos y siempre situándose al borde del escenario, desafiantes. “Force Fed Lies”, “Not Your Slave” y “Scars” -“Gumby” preguntó si nos gustaba el Thrash Metal- , sirvieron para dejar las cosas bien claras antes del circle pit desatado en “Kaleb”, tema dedicado a su hijo de mismo nombre.
“Gumby” presentó a BATTLECROSS a la audiencia explicando que no sabía nada de español, tan solo la frase “¿dónde está la bota?” (o algo similar…) y siguió repasando su discografía con “Man Of Stone”, “Never Coming Back”, que dedicó a Donald Trump, “Beast”, “Flesh & Bone” y “Push Pull Destroy”, en la que el cantante, absolutamente desquiciado, se lanzó sobre el público para rematar la faena. Buen sonido, canciones explosivas y mejor talante de la formación, a la que esperamos pronto de vuelta en España.
E. H.
PROTEST THE HERO
Hasta el final de la velada, el escenario principal se iba a llenar de esquizofrénicos riffs y breakdowns, sin embargo, quizás, PROTEST THE HERO no era la banda más adecuada para abrir la veda que luego continuarían HATEBREED y GOJIRA. La ecologista banda canadiense, que ya ha dejado de ser adolescente y se ha convertido en un grupo con tablas, peca de dos elementos que en directo son un problema: el excesivo cambio estructural de sus temas y la voz de Walker, que nunca me terminó de convencer. Aunque siempre se mostraron muy activos en escena, dos de sus miembros, el propio Walker y Tim Millar descalzos en el escenario, el grupo esta limitado por el propio enrevesamiento de su música en directo lo que hace que el público no termine de entrar y ellos mismos no terminen de llegar.
Empezaron, tras la intro de rigor, con “Bloodmeat” de “Fortress”, un tema de los más directos que tienen, y aunque entre el público había mucha gente que les conocía o les seguía de cerca, también había más curiosos estáticos que otra cosa. Tras “Sequoia Throne”, más cañero y celebrado, su ya lejano último disco “Volition” fue representado con “Clarity”, con la que el grupo aprovechó para presentarse y por fin consiguió un sonido adecuado sin que la voz de Walker sonara algo desafinada y casi al final con “Yellow Teeth”, cuyos riffs están entre lo mejor del grupo. El resto del show lo repartieron en su pasado con “C’est La Vie”, con la que se montó algo de mosh por la mayor velocidad del corte; “Hair-Trigger”, con mucho elemento instrumental que hacía perder inmediatez y una voz femenina enlatada que tampoco ayudaba; “Nautical”, en la que le lanzaron a Walker un pollo de goma que sirvió para hacer la gracia de la tarde, y “No Stars Over Bethlehem” también de su primer disco.
Cerrarían con “Limb From Limb”, de “Fortress”, una de las más cañeras por su voz más gutural y su ambientación más Hardcore. Para mi gusto la voz de Walker falla bastante en directo, bien por desgana, bien por propia mezcla del grupo. En cualquier caso, PROTEST THE HERO pasó sin pena ni gloria por el Resurrection o al menos esa fue mi impresión.
ANGELUS APATRIDA
Con el peluche del Pikachu thrasher de nuevo dándolo todo en primera fila como sucediera con CRISIX el día anterior, ANGELUS APATRIDA afrontaba su quinta intervención en el Resurrection Fest. El grupo se encontró ante una enorme audiencia, y muy animada, así la banda manchega de Thrash Metal no tuvo más remedio que involucrarse al cien por cien mientras desgranaba cortes como “Immortal”, “Violent Dawn”, “Vomitive”, “Of Men And Tyrants” o “End Man”.
“Con el sol todo es bonito”, por el parecido esa tarde del festival con Albacete, decía el guitarrista y cantante Guillermo Izquierdo, que caldeó aún más la soleada tarde pidiendo un wall of death en “Give ‘Em War”. Potencia, buen sonido, vitalidad y movilidad de los thrashers… Si acaso se pudo echar de menos una mayor mala baba y cabreo escénico por parte de los albaceteños, para acabar de reventar las cabezas del público. En cualquier caso su presencia seguía siendo imponente y así lo reconocieron sus numerosos seguidores, que gritaron bien alto “ANGELUS APATRIDA”.
Antes de despedirse Guillermo nos contó lo difícil que era conseguirse labrarse un nombre, tanto en España como en la escena internacional, y dejó un recadito a los que critican la presencia de la formación en tantos Resurrection Fest. Ya sabemos la de envidiosos y malpensandos que pululan por ahí. Así pues, con “You Are Next” ANGELUS APATRIDA se despedía entre vítores. Poco más tiene que demostrar esta banda, que ofreció uno de los bolos más serios del viernes.
E. H.
HATEBREED
Aunque es un grupo habitual en festivales y hace tiempo que no sorprende a nadie, uno de los conciertos del segundo día era el de HATEBREED. Jamey Jasta y los suyos eran junto a WALLS OF JERICHO el día anterior, los herederos de uno de los grandes que lamentablemente por motivos de logística me perdí, MADBALL que también actuaba en el Resurrection. Los auténticos estandartes del Metalcore noventero y aunque en el caso de HATEBREED ya haya pasado mucho tiempo desde “Perseverance” sus directos siguen siendo un no parar de saltos, mosh pit y puños en alto y en el Resurrection, con un sonido bruto e impecable desde el minuto cero no iba a ser menos, ataviados con sus gorras y pantalones anchos y bajo el telón de fondo de su último trabajo, “The Concrete Confessional”, que mantiene el nivel notable de la banda que en general en su historia no ha perdido.
Abrieron con esa declaración de intenciones que es “Destroy Everything” y enlazaron con el tema fetiche del nuevo disco, “Looking Down The Barrel Of Today”, más Thrash que de costumbre. “As Diehard As They Come” fue la continuación, diciendo Jasta el enorme honor que les suponía estar en un festival en el que compartían cartel con MADBALL, siguiendo con “Never Let It Die” que fue coreada por todos, con ese “never” final dirigido por el propio Jasta y “Live For This”, “Everyone Bleeds Now” y “To The Threshold”. El momento de paz vino con otra del nuevo, “Something Off”, pero pronto pasó con “This Is Now” y el impresionante pogo desatado, dando muestras la banda de estar muy satisfecha.
Jasta era consciente de que el público se lo pasaba bien y les dividió en dos bandos para corear los temas, dando paso a otro tema nuevo, “A.D.” y “Proven”, nuevamente con todo el público patas arriba. También del nuevo tocaron “Seven Enemies”, dejando para el final himnos como “Straight To Your Face”, “Last Breath”, “I Will Be Heard” y su brutal final y para acabar, “In Ashes They Sall Reap”, previa presentación de los miembros del grupo y volviendo a retar al público a cantar en dos bandos. Por energía, viscerialidad, actitud y sonido para mi gusto HATBREED fue de lo mejor del día y del festival. Se nota su experiencia.
R. U.
SINISTRO
Los portugueses SINISTRO se incorporaron al cartel del Resurrection Fest a última hora, reemplazando a los caídos AMENRA y provocando cambios de horario y escenarios. Su concierto a las 21:10 horas no pudo estar peor colocado, y muy posiblemente ese slot debería haber sido ocupado por alguna otra banda del Chaos Stage más reconocida.
Sea como fuere, según caía el sol SINISTRO espantaba a mayor cantidad de público, terminando con menos espectadores de los que empezó. El motivo es que su lento y espesísimo Doom-Sludge funcionó más como repelente, y muchos prefirieron irse a cenar antes de presenciar su espectáculo, por lo que acabamos viéndoles casi en familia. Hay que tener en cuenta que veníamos de conciertos muy moviditos y lo que quedaba por delante no era moco de pavo.
No todo fue malo en el recital de los lusos, de hecho, en unas condiciones distintas todo hubiese resultado mejor (ok, quizá demasiado distintas: en sala y con un público entregado a su música) porque la banda defendió sus canciones con distraída motivación: La vocalista Patrícia Andrade nos ofreció un interesante repertorio de lamentos, voces dulces y partes habladas mientras gesticulaba y a veces se convulsionaba retorciendo su cuerpo, mientras que sus compañeros se tambaleaban dejándose llevar por una música hipnótica, pero poco festivalera.
E. H.
GOJIRA
Había ganas de volver a escuchar a los franceses GOJIRA en directo, ya apretando mucho menos el calor sobre Viveiro. Su nuevo trabajo, “Magma”, está generando opiniones encontradas y ver alguno de sus temas en directo, junto a los clásicos del grupo de “The Link” y “From Mars To Sirius” era algo que mucha gente esperaba. El caso es que el grupo se presentó ante un escenario principal repleto después de la desbandada que habían sufrido los portugueses SINISTRO en el Chaos Stage y tras la intro y el inicio con “Toxic Garbage Island” de su anterior trabajo “The Way Of All Flesh”, dos cosas quedaban claras: que GOJIRA, musicalmente hablando sigue siendo una banda bestial en directo, y que Duplantier muy maduro con su look con perilla iba a tener mejor voz que en otras ocasiones. Sin embargo también quedó claro otra cosa: que el sonido no pasaría del aprobado alto porque la batería del otro Duplantier, Mario, sonaba excesivamente alta y eso tapaba los momentos más intensos.
“L’enfant Sauvage” fue la siguiente en caer, desluciéndose sus melodías por la batería de Mario y con Duplantier desgañitado, siendo continuada por “The Heaviest Matter Of The Universe” y la primera referencia al nuevo disco, “Silvera”, seguida de “Stranded”, ambas bastante celebradas, ya con mejor sonido. Quedaba claro así que los nuevos temas suenan mejor en directo con un sonido homogéneo y no la producción un poco plana del disco, y también que Jean-Michel Labadie, el bajista del grupo, es el que más energía desgasta de todos… (dejando a un lado a Mario, que no para tras su enorme set de batería y que no debía ganar para baquetas porque se cargó 4 o 5 pares que acababa lanzando al público).
La segunda mitad del setlist se recrearía en el pasado y es aquí cuando todo el mundo empezó a saltar como locos: “Flying Whales” fue obviamente la mejor de la noche, reconocible desde su introducción y con el mejor sonido de la noche, “Backbone” fue la siguiente saliendo Mario a saludar con un acento terrible en medio de las bromas de su hermano y para el final “Only Pain”, como última referencia a “Magma”, y dos temas seguidos del “The Way Of All Flesh”: “Oroborus”, precedida por una larga intro instrumental y “Vacuity”. En general el concierto fue notable, aunque el sonido no fue perfecto y creo que GOJIRA está ahora mismo en un momento de transición en el que no sabe como reubicar su nuevo sonido. A ver qué depara el futuro.
R. U.
DARK TRANQUILLITY
El bochornoso sonido echó por tierra las buenas intenciones de DARK TRANQUILLITY. La veterana banda sueca de Death Melódico se esforzó pero sufrió de nuevo las turbulencias del Chaos Stage, con una batería altísima y unas guitarras inapreciables, algo que no acabamos de entender debido a que otros grupos no sufrieron esos problemas (por ejemplo, sonó brutal ENTOMBED A.D. al día siguiente).
El conjunto liderado por Mikael Stanne se presentó con una proyección personalizada para el Resurrection Fest -también pudimos ver diferentes elementos gráficos y letras de las canciones en su pantalla-, justo antes de tocar “The Science Of Noise” y seguir con “White Noise / Black Silence” y ese clásico moderno que es “Monochromatic Stains”. Stanne, muy enérgico, no paró de saludar y pedir las palmas del público; algo más estáticos estaban los demás músicos, con Martin Brändström y su teclado justo en el medio del escenario y con la presencia del bajista Anders Iwers (llamativo por su barba blanca) y el guitarrista Jens Florén, a priori miembros de sesión para el directo aunque Anders se ha incorporado también para tocar en “Atoma”, el próximo disco de la banda.
“The Wonders At Your Feet” emocionó al público, así como “Lesser Faith”, para seguir con “The Silence In Between” y el cañero “Terminus (Where Dead Is Most ALive)” cumpliendo la promesa de Stanne de ofrecer “algo diferente” y más cañero. Después, dos temas emotivos más, “The Mundane And The Magic” y “Therein”, provocaron los aplausos y el acompañamiento de coros y palmas de los allí presentes, poniendo los pelos de punta, motivando el típico cántico de “oe oe oe…”.
A pesar de cómo sonaba el espectáculo -con cierta mejora según avanzaba la noche, todo sea dicho-, llegaron “State Of Trust” y unas celebradas “Final Resistance” y “Misery’s Crown” -eché en falta “Lost To Apathy” en el setlist-, que hizo botar a toda la audiencia. Al menos, la diversión quedó como elemento a rescatar de la actuación. DARK TRANQUILLITY prometió volver dentro de poco a presentar el nuevo álbum que están grabando, “Atoma”. Esperemos que en mejores condiciones.
E. H.
THE OFFSPRING
El plato fuerte del viernes venía de la mano de THE OFFSPRING. Los californianos son el paradigma de un estilo que en su momento nos tuvo a todos pegando saltos. De hecho actualmente ver un show de THE OFFSPRING es una mezcla entre revivir la adolescencia y darse cuenta de lo mayores que algunos vamos siendo ya… un revival total de noches en vela escuchando Punk melódico de fondo. Por eso no era de extrañar la mezcolanza del público que se sabía sus canciones en el Resurrection, jóvenes que los han descubierto ya con síntomas de vejez (sobre todo Dexter que está pasado de kilos… conservándose mejor Noodles y siendo siempre un palo tieso Greg K., pues el resto del grupo es mero “atrezzo”…) y “jóvenes-adultos”, por utilizar un término que oí a un asistente, para los que recordábamos sus mejores temas.
Fueron con un simple telón de fondo como parafernalia, eso sí un telón gigantesco. El resto era la propia música del grupo y un sonido de diez desde el primer momento, a pesar de los síntomas de cansancio físico de Dexter. Una música que habla por sí misma más de 20 años después. Aunque comenzaran con un clásico reciente como es “You're Gonna Go Far, Kid” seguido de “The Noose” del “Splinter”. Pero no tardaron en dar los suficientes pasos atrás como para que todo el mundo se pusiera a corear y botar con “Come Out Play”, cogiendo Dexter la guitarra por primera vez en la noche. La vacilona “Original Prankster” fue la siguiente en caer, interpretando a continuación lo único nuevo que han editado últimamente el simplón “Coming For You” con un Noodles intentando pronunciar Viveiro en condiciones.
Foto: Javier Bragado
Desde este momento se fueron enlazando sin darnos cuenta cuatro clásicos increíbles: “All I Want”, “Have You Ever”, “Staring At The Sun” y “Bad Habit”, acabando el bloque con otra referencia a “Splinter”, “Hi That”. El tiempo había pasado volando hasta aquí, pero lamentablemente la euforia pararía por una versión de “Gone Away” con piano que no creo que gustara en general y la lenta “Kristy, Are You Doing Okay?”.
El final recuperó la energía con la Reggae-Ska “Why Don't You Get a Job?” y cómo no “Want You Bad” con todos cantando como locos. Otra vez “Splinter” sería recuperado con “(Can't Get My) Head Around You” para dar paso al bloque del “Americana” con tres temas icónicos como “Pretty Fly (For A White Guy)”, que muchos acabamos odiando en su época por la brasa que dieron con el tema y su vídeo, “The Kids Aren't Alright” y la propia “Americana”. Sólo faltaba un corte y no podía ser otro, el tema de borracheras por excelencia, “Self Esteem”, que puso punto y final a una hora y cuarto excelente que hubiera sido absolutamente perfecta si quitarán el parón de “Gone Away” y la dejaran en su versión original. Serán jóvenes adultos y ya no estarán para muchos trotes pero siguen siendo pura energía sólo con su música.
R. U.
MADBALL
Aunque llegué tarde tras el concierto de THE OFFSPRING, tuve la suerte de ver uno de los mejores shows del festival. El concierto de MADBALL en el Ritual Stage fue algo especial, un espectáculo plagado de emociones, que debió celebrarse en un escenario mayor.
Hay que empezar resaltando el telón de fondo del grupo de Hardcore. Situado donde las bandas suelen poner uno propio, ellos llevaban el nombre de Melchor Roel, un sencillo y muy eficaz homenaje al que fuera alcalde de Viveiro cuando unos chavales de 17 años quisieron traer a su grupo preferido a la costa gallega. Un simple hecho que dice mucho, muchísimo. La implicación del regidor fue notable y por ello la organización, siempre que puede, vuelve a traerlo a la memoria. Durante toda la actuación el recuerdo del exalcalde estuvo presente por lo sucesivos mensajes del vocalista Freddy Cricien, que casi no paró de correr, saltar, moverse de un lado a otro, preguntando al público, animándolo a seguir arriba a pesar de las horas que eran.
La carpa que cubría el escenario estaba atestada al igual que sus aledaños, estando mucha gente viendo el concierto desde la zona de comida que se encontraba al fondo. No era para menos porque MADBALL interpretaba íntegramente “Demonstrating My Style”, su segundo disco, que cumplía 20 años. El personal se lo pasó de lo lindo brincando, moviendo las cabezas o simplemente disfrutando de la música. Para mí, fue uno de los puntos fuertes del Resurrection Fest.
El de MADBALL fue un concierto muy emotivo que debió de tener un mayor reconocimiento no sólo por el homenaje y por el aniversario, sino también por ser una de las bandas que mayor número de veces ha tocado en el festival a lo largo de sus once ediciones.
Nacho Martín
