Sherpa seguirá siendo un BARÓN ROJO y sólo seguidores de BARÓN ROJO escucharán este disco
Éramos pocos... y parió Sherpa. El exbajista de BARÓN ROJO se une a la oleada de lanzamientos de los últimos meses relacionados con la banda madrileña. Primero fue el "Tommy-Barón", revisitación del clásico de THE WHO, mal vista por una buena parte del público y de la crítica, recientemente la película documental sobre la "dramática" gira de reunión y finalmente este nuevo disco de José Luis Campuzano, "Transfusound". Sherpa se ha presentado con un plástico a medio camino entre su parte más rockera y su parte más personal. Es decir, un poco extraño.
Como era de esperar, la reunión con los De Castro acabó como el Rosario de la Aurora, por lo que los partos por despecho no han tardado en llegar. Sherpa ha recurrido en parte a la financiación de sus seguidores para sufragar la producción de este doble y extraño "Transfusound", en el que por momentos se práctica Rock, en otros se va al Heavy, en otros a composiciones desenchufadas y finalmente nos encontramos con revisiones acústicas y en inglés de algunos clásicos de BARÓN ROJO.
La mitad del disco continúa la línea de "El Rock Me Mata" o "Guerrero En El Desierto", que se movían en un Heavy Rock cercano a lo que fue su etapa en BARÓN ROJO, eso sí, un escalón por debajo. Mientras tanto, la otra mitad es un pupurrí que sorprenderá a más de uno. El disco despista demasiado en la primera escucha. Aún más si no se está al tanto de conciertos y giras acústicas de temas clásicos en la que Sherpa comparte escenario con el líder de ASFALTO Julio Castejón. Al final, ya se sabe, el mundo es un pañuelo.
Yendo al primer plástico hay que subrayar una ligera bajada de nivel con respecto a las dos aventuras previas de Sherpa en esta etapa. Cortes que mantienen el tipo, pero se busca en vano un single a la altura de la canción "Guerrero En El Desierto". Los primeros temas - "Tienes Un Amigo" y "Ya Estoy De Vuelta" - lo intentan y tienen bastante potencial, pero les falta un pelín para llegar a ser lo suficientemente especiales.
De cualquier modo, lo mejor de este disco – pese a lo raros que puedan resultar a la primera escucha – son los experimentos. De esta manera, el mejor corte en todos los aspectos es "Celoso". Una canción que va más hacia la frontera Pop y con un estribillo fantástico. En esta línea se mueve "América", lejos de las experiencias más rockeras del propio Sherpa, pero con unos teclados bastante simpáticos.
En esta parte del álbum destaca las habituales dosis de filosofía destilada made in Sherpa, a la que tan bien están acostumbrados los seguidores del bajista madrileño. Letras ácidas y críticas como punto de partida general de los temas. Además, no podía faltar una torta que parece destinada a la otra mitad de BARÓN ROJO, en "Mentalibán".
El CD 2, por extraño es mejor, aunque requiera más de dos escuchas detenidas. Sin que muchos temas lleguen a pasar a la historia, es curioso dejar a Sherpa fuera de su habitual redil. De esta manera, cortes como "Calle Oscura" o "Como Un Camión" son realmente fantásticas. Es la estructura desnuda de canciones que vestidas de Rock podrían haber encontrado sitio en discos de BARÓN ROJO. Incluso las versiones de la banda madrileña revisitadas en clave Country o acústica merecen una escucha, destacando el "Stand Up-Resistiré" Country o el melódico "You're Always There", cuya letra queda rescatada del "Metalmorfosis" en inglés que nunca se llegó a grabar.
Posiblemente no estemos ante un disco malo, sino ante una obra que requiera muchas escuchas (más incluso que el "Tommy-Barón"). Quién sabe. Sin embargo, hace poco Julio Castejón, compañero de gira de Sherpa, decía que él durante años había intentando despegarse del nombre de ASFALTO, pero que la gente no podía hacer lo mismo. Sherpa seguirá siendo un BARÓN ROJO y sólo seguidores de BARÓN ROJO escucharán este disco. La travesía por el desierto de estos fans no tiene final. Entre experimento y experimento ponen una vela esperando ese Volumen Brutal II que nunca llegará.
Carlos Camino
