SKUNK D.F. - 20 Aniversario

Un disco recopilatorio, de un vigésimo aniversario en este caso, sirve para evidenciar lo que ha dado de si la carrera de una banda. SKUNK D.F. es una rara avis, una clara superviviente de una época que vio crecer y perecer a muchas otras formaciones. Hablo de una etapa de cambios, la de mediados de los noventa, donde en España se absorbía mucho de lo que se hacía fuera, se especulaba con nuevos sonidos y se jugaba otra partida bien distinta a la disputada tan solo unos años atrás, durante la década de los ochenta.

En la capital, HAMLET fueron de los primeros en abrir la lata con el potente “Sanatorio De muñecos”. Unos años después, en el 97, aparecen nuestros protagonistas, SKUNK D.F., que editan un EP llamado “Telebasura”, el cual contiene cuatro canciones de temática irreverente y subversiva enfrascadas en ese arquetipo de Nu Metal adolescente, con letras directas e incendiarias que no acabarían siendo, ni mucho menos, el santo y seña del combo madrileño.

Un par de años después, el quinteto saca a la luz “Equilibrio”, su primer largo, aún con un sonido más bien pobre y apagado que, aunque fácilmente pudo encajar en la época, no ha envejecido del todo bien, y es que ese tipo de producción de baterías con sonido de lata en la caja y guitarras saturadas pero chicharreras tiene una ubicación temporal tan concreta, la de los años de la erupción del Nu Metal, que fuera de ella chirría bastante.


A partir de “Dentro” es cuando la banda marca un antes y un después. Con este plástico, SKUNK D.F. no deja de escupir bilis, como anteriormente había hecho, pero sí hace especial hincapié a la hora de refinar sus textos, dándole una notoria capa de finura y algún matiz poético más elaborado. A su vez, es el primer trabajo de los madrileños que muestra un acabado más profesional y competente, un sonido más robusto que, aun manteniendo su puntito de crudeza, logra abrillantar el nuevo material de la banda. Asimismo, estamos en los años de la gestación de la LPH, una asociación en la que muchos músicos de la escena nu metalera de la época decidieron aunar fuerzas y cuyo ideólogo y principal postor fue Pepe Arriols, bajista de SKUNK D.F. Poco tiempo después, dicha asociación cae en el profundo olvido, como caen a su vez numerosas bandas adheridas a la misma, a día de hoy extintas, pero los de Germán González y Pepe Arriols siguen remando contra viento y marea, buscando su sitio y editando material nuevo, algo fundamental para mantenerse vivo en la escena, de ahí a que me haya referido a ellos como supervivientes al comienzo del escrito.

Fruto de esa tenacidad, y con numerosos cambios en el seno de la banda, son lanzamientos como “Neo”, “El Año Del Dragón” y los trabajos restantes los que nos llevan hasta el 2014 y a este vigésimo cumpleaños del grupo. En estos discos, la banda va alejándose poco a poco de ese sonido ingenuamente noventero, dándole más forma que nunca a su producto y encontrando ese espacio en el que, sin dejar de afrontar que el nombre de SKUNK D.F. ya tiene una imagen propia, tiene la posibilidad de ramificar su música con amplitud, abarcando sonidos groovies, otros más rockeros e incluso algunos coqueteos con el Goth Metal y el industrial sin que por ello se deje de identificar el espíritu de la banda.


Normalmente no me gusta hablar de madurez en las bandas de Metal o Hard Rock, ya que es un término que me recuerda a mucha gente citando los “Load” y “Reload” de METALLICA de turno como emblema del término en cuestión, pero en el caso de SKUNK D.F. haré una excepción. Realmente, no sé si madurez es el vocablo adecuado, eso lo dejo a tu elección. Lo que sí tengo claro es que con esta última tirada de tres o cuatro discos los madrileños se han desmarcado de muchos clichés que, con el tiempo, habrían acabado siendo como una losa y han definido su estilo, creando canciones con un amplio espectro musical dentro de un trasfondo muy reconocible. Esto es como cuando MOTÖRHEAD, por hacer una equiparación, te hacen un Blues, un Country, un Rock N’ Roll cabaretero o un tema de Heavy Metal y aún así sabes que se trata de las huestes de Lemmy sí o sí. Pues algo parecido, aunque en menor medida y trascendencia, le sucede a SKUNK D.F.

Parte de la culpa de ese buen estado de salud compositiva que profesa la banda, y sin desmerecer al resto, la tiene Germán, habiéndose desquitado hace años de esos fallidos y manidos intentos por imitar o seguir la estela creativa de tal o cual cantante. Germán ha hallado ese punto exacto de pulcritud y claridad de ideas como vocalista, abrazando numerosos registros sin tener que gritar, como hacía antaño, dado que a él no le quedaban bien esos gritos desgañitados precisamente, y evidenciando que tiene chorro de voz para rato y que es un vocalista al que se le ha de dar vía libre para crear y exprimir ese ingenio interpretativo que en numerosas ocasiones tiende a exhibir.

Pues bien, todo ese historial es lo que atesora este disco conmemorativo de dos décadas. Sobre los temas en cuestión, hay de todas las etapas de la banda más una pieza nueva llamada “Algo Grande”, que es un tema con mucho groove en las guitarras, tendenciosas al sonido DEFTONES, y un estribillo muy pegadizo. Luego, aparte, también nos topamos con composiciones como “Noches Como Esta”,  que es una pieza más rockera, al más puro estilo VOLBEAT y con otro sobresaliente estribillo, algo típico e inusual en los SKUNK, lo que evidencia que cualquier palo que quieran tocar, si se lo proponen y no mean excesivamente fuera de tiesto, lo pueden sacar adelante sin problema alguno.

A su vez, en “El Crisol” la banda se aventura en el oscuro y melancólico terreno del Goth Metal, recordándome a formaciones como LORD OF THE LOST y en menor medida HIM. Y no podía faltar “Anestesia”, un tema en el que aún se ven impregnados algunos de los últimos resquicios de un Nu Metal, por aquel entonces, en horas bajas. Una de las piezas más abrasivas y con más pegada que ha editado SKUNK D.F., sino la que más.


También es casi obligatorio “El Cuarto Oscuro” que, aunque no lo veo bien envejecido y creo que queda mejor cuando se traslada al directo, también es el espejo en el que la banda puede ver reflejadas sus andanzas musicales a finales del siglo XX, de ahí la importancia de su inclusión en el recopilatorio. Como imprescindible resulta esa maravilla deudora de los FAITH NO MORE del “Angel Dust” llamada “El Encanto De La Imperfección”.

En definitiva, estás ante una buena oportunidad para conocer el currículum vitae de una banda luchadora, incisiva y que ha encontrado su sitio por derecho propio si es que aún no te has adentrado en el mundillo musical de SKUNK D.F. Eso sí, a nivel personal, prefiero tomar como patrón de medida a la hora de evaluar este disco la trayectoria de la banda que el contenido del plástico en sí, ya que se echan de menos algunos temas como “Perro Muerto”,  “En Nombre De Dios” o “Los Niños Perdidos”, especialmente el primero citado o cualquier de ese Ep para que el grupo diera a entender que su trayectoria no empieza con el largo “Equilibrio”, sino con un disco menor pero no por ello menos respetable. No obstante, el set list no ha sido elección mía, sino de los fans del grupo, y conozco de sobra todos los diamantes en bruto que tiene a sus espaldas SKUNK D.F., con lo que he sido lo más equitativo posible con el lanzamiento que enarbola los veinte años de vida de la agrupación madrileña, algo que es, sin duda, motivo de celebración. ¡Y que caigan muchos más!

Jorge Osoro

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