Tras escuchar "Endless Twilight Of Codependent Love" de SÓLSTAFIR se me ocurre la siguiente reflexión: Tratad de imaginar Bilbao. O Las Palmas de Gran Canaria, o Alicante. Pero seguiremos con el ejemplo de Bilbao. Imaginad que Bilbao tiene tantos grupos de Metal y lo suficientemente buenos como para exportar a todo el mundo. No al resto de la península, no que toquen de vez en cuando en Madrid o Barcelona, sino que se paseen por festivales de todo el mundo con la frente bien alta. Imaginad que tiene una escena de Black Metal más inmensa y original que el mamotreto metálico que yace a orillas del Nervión. Y más: artistas, fuera de la música que nos atañe, que son pioneros y primeras espadas en sus propios géneros.
Pues el mismo número de habitantes, censado arriba, censado abajo, tiene Islandia que Bilbao, que Las Palmas de Gran Canaria o que Alicante. Y tienen a SVARTIDAUDI, a VOFA, a MISþYRMING. A SIGUR ROS, BJÖRK y ARSTIDIR. Y a SÓLSTAFIR. Algo deben de hacer bien por allí arriba, tanto a nivel de músicos como a nivel de administración, y SÓLSTAFIR son en parte responsables de todo ello. Ellos inauguraron ese puente que ha sacado a tantos grupos de Metal Extremo de su isla y los ha puesto en el resto del mundo, sin comprometer ni un ápice su música, al principio con su Black de corte vikingo y después con su evolución inclasificable, pero siempre manteniendo ese “aura islandesa”, ese toque atmosférico y misterioso que tienen casi todas las bandas de su país.
"Endless Twilight Of Codependent Love" es el último capítulo hasta ahora en su evolución, aunque realmente no se han adentrado de lleno en bosques nuevos, sino que han dejado su campamento base en la misma mezcla entre Post Rock, Stoner y Metal que hollaban en su anterior "Berdreyminn", pero con pequeñas incursiones hacia otros territorios.
La primera diferencia notable respecto a su anterior trabajo es la menor presencia de teclados. Halldor Björnsson ya no colabora en este disco, y la ausencia de sus colchones y ambientes resulta en un sonido bastante más crudo y frío. Eso no significa que no haya cuerdas, pianos, pads y efectos, como en la emotiva "Rökkur", pero tienen un papel más oscuro. También se echa en falta algún himno, un single pegadizo como lo fue "Fjara" en "Svartir Sandar" o "Hula" en "Beydreminn".
"Endless Twilight Of Codependent Love", lo nuevo de SÓLSTAFIR, es un disco innovador y con sonido propio
En general es un trabajo introspectivo y suave, muy orientado a las texturas como manda la tradición del Post Rock. No obstante las incursiones a otros géneros que mencionábamos antes le dan el dinamismo necesario para no volverse monótono. Un tema como "Dyonisus", que alterna blastbeats y guitarras blacker con partes muy Heavy Metal es toda una sorpresa y un chutazo de adrenalina después de una "Her Fall from Grace" que es todo delicadeza. "Til Moldar" es prácticamente una balada Pop y "Ör", la auténtica rareza del disco, es una canción de inspiración Blues Rock que podría haber compuesto Joe Bonamassa, con su piano vertical y sus pentatónicas por doquier, aunque desemboca en una explosión de Post Rock de las que triunfan en directo.
El secreto de SÓLSTAFIR para amalgamar todos los estilos que confluyen en su música es su sonido. El tono de las guitarras, gordo y con esa distorsión tan distintiva, una batería que suena añeja y sobre todo el bajo: colosal, enorme, lo abarca todo con su cantidad justa de distorsión y su volumen al nivel de las guitarras. Hallgrímur Bárðdal y Svavar Austmann Traustason ponen unos cimientos lo suficientemente sólidos como para que sobre ellos construyan lo quieran las guitarras de Sæþór Maríus Sæþórsson y Aðalbjörn Tryggvason. Tryggvason no es el mejor cantante del mundo, pero se encuentra cómodo de sobra en un sonido que ha crecido en torno a su voz. Compensa su falta de técnica con pasión y sentimiento de sobra.
Si tuviera que describir rápidamente "Endless Twilight of Codependent Love", lo haría como una mezcla entre "Beydreminn" y su "Köld" de 2009. Quizá no sea su mejor disco, pero en un grupo tan cambiante como SÓLSTAFIR, es muy difícil que haya consenso sobre eso. Desde luego sí es un gran trabajo, uno más de uno de esos pocos grupos a los que es prácticamente imposible etiquetar y que tienen un sonido propio. Siguen abanderando el Metal islandés como lo empezaron a hacer a principios de siglo: innovando.
Discográfica: Seasons Of Mist
Más información sobre la banda en su página de Facebook.