SOMAS CURE - Mitos

SOMAS CURE atesora un buen puñado de virtudes o, más bien, de elementos en su música que, analizados con cierta objetividad y perspectiva (lo cual me lleva a aparcar mis preferencias musicales) me indican que la banda afincada en la localidad madrileña de Móstoles está abocada a cierto éxito y reconocimiento por parte de su público, aunque la industria musical es tan impredecible que nunca se llega a saber a ciencia cierta lo que puede suceder por muy predictivo que se ponga uno.

Siendo aventajadísimo alumno de SOBER, el quinteto madrileño nos trae, con un llamativo y artístico diseño arropando el lanzamiento, su tercer larga duración, "Mitos". Puede que resulte injusto e incluso un recurso facilón el anclar a SOMAS CURE en la telaraña sonora que un día tejió SOBER y que, años después, han ido compartiendo numerosas bandas, pues el caso es que, aun compartiendo una porción de espacio musical con sus claras similitudes, sobre todo en lo referente a la parcela vocal, la formación mostoleña intenta desmarcarse y buscar una mayor identidad con un grandilocuente abanico de posibilidades que en algunas ocasiones funcionan y en otras resulta, a mi parecer, demasiado artificial, forzado y prefabricado.

Valoro el encomiable esfuerzo del quinteto de la capital por querer aunar diversas tendencias, pero el esquema que presentan las canciones, al menos desde mi punto de vista, tan solo funciona y muestra una creíble solidez por momentos. De todos modos, reconozco que este tipo de propuestas tan aperturistas y excesivas me acaban resultando empalagosas y difíciles de digerir.


A día de hoy, el hecho de no saber bien hacia dónde se dirige un disco y el no tener más o menos controlado lo que me voy a encontrar a la tercera o cuarta canción me supone una traba para el disfrute del mismo, pero esto es como todo en la vida, ya que habrá gente a la que le atraiga y conecte con la diversificación de una banda a la que técnicamente no le tengo nada que achacar y con bifurcaciones que asocian el Metal alternativo con el Death Melódico menos enraizado en los comienzos del género o el Groove Metal de corte noventero con el Pop Rock, esto último debido básicamente a algunos matices vocales que presenta Txema Fonz en su faceta más melódica, lo cual no debería llevarte a clamar al cielo porque si hay algo que representa y abandera el trabajo que tengo entre mis manos es la apuesta por la contundencia, amparada en una base rítmica muy vistosa y un sonido de guitarra penetrante y rocoso, idóneo para los gustosos del Metal más vanguardista y de las tendencias surgidas entre finales de los noventa y nuestros días.

A los mandos de la grabación de "Mitos" se hallan dos nombres conocidos. La grabación y mezcla ha corrido a cargo de Carlos Santos, mientras que la posterior masterización la ha llevado a cabo en Finlandia Mika Jussila (AMORPHIS, CHIlDREN OF BODOM...), los cuales han asegurado la solvencia y el potencial sonoro que posee este plástico.


Sobre los temas, excesiva variedad, como comentaba antes, lo que me lleva a decantarme por un modelo de canción es en detrimento de otras. Personalmente, creo que la banda le saca mayor partido a su música proyectando su vena más agresiva y metalizada, la que reflejan "Belial", donde la agrupación madrileña me ha recordado a bandas como MORPHIUM, "La Huida" y "Helios". Curiosa y llamativa, por cierto, la propuesta a nivel vocal del primero de los citados temas, donde Txema ofrece desde voces limpias, pasando por guturales e incluso algún alarido más agudo ligado al Metal más tradicional, lo cual, y aun reconociendo la efectista floritura, no deja de producirme la sensación de estar ante un ejercicio de arrogancia musical con el que la banda no acaba de dejarse caer en ningún terreno concreto y preciso.

De todos modos, me reafirmo en lo comentado. Creo que la banda le saca brillo y un mayor partido a su faceta más contundente, en parte, porque la voz de Txema ejecutada en limpio y sin la protección de una costura musical más punzante traslada las canciones hacia una especie de Pop Rock experimental cuya combinación o asociación con otro modelo de piezas más abrasivas se me antoja complicada y poco natural, como sucede en "Despierto" o en "Di mi nombre". ¿Cuestión de apertura de miras? Podría ser.

En definitiva, un disco tan difícil como fácil de escuchar. Tan expansivo y elaborado como, por momentos, agotador. El bailoteo de sensaciones que puede llegar a transmitir este colorido "Mitos" puede afrontarse tanto de un modo positivo como negativo. Supongo que la dicotomía de valores que divide la balanza depende de la capacidad, el conocimiento y la actitud de cada oyente para aceptar o rechazar trabajos de este calibre.

Desde luego, que nadie le quite a "Mitos" la virtud de poder sorprender, aunque a estas alturas de la película, y con la cantidad de veces que me he tenido que engullir este trabajo para presentar un escrito decente y con cierta coherencia, ya no sé si recomendar "Mitos" o, por el contrario, no hacerlo. Juzgad vosotros mismos.

Jorge Osoro

Artículo anteriorRegalamos una figura Funko Pop!
Artículo siguienteLEATHER HEART lanza “Comeback” el 23 de octubre

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí