Crónica del Summer Breeze 2019 - Jueves 15 de agosto de 2019, Dinkelsbühl, Alemania
Conciertos de IN FLAMES, AVANTASIA, AVATAR, TESTAMENT, CRADLE OF FILTH, DEICIDE, DOWNFALL OF GAIA, BATTLE BEAST, KRISIUN, THE DOGS, TWILIGHT FORCE, FROSTTIDE y XENOBLIGHT
Crónica de la primera jornada: HYPOCRISIY, SOILWORK, ENSLAVED...
El jueves fue el día más caluroso del Summer Breeze 2019. Entre sol (al menos tolerable la mayor parte del tiempo) y nubes llegamos a esta nueva jornada del festival alemán, primera en la que se abría la zona correspondiente al Main Stage. Y descubrimos por qué los cambios en dicho escenario eran tan rápidos (entre 10 y 20 minutos): mientras un grupo actúa, entre bastidores el equipo prepara todo lo necesario para el siguiente, porque todo se encuentra montado sobre una plataforma giratoria que permite el raudo intercambio entre ambos. Ingeniería alemana que busca soluciones prácticas. Como hacía unos años que no visitábamos el festival, nos llamó la atención y agradó la idea.
TWILIGHT FORCE
TWILIGHT FORCE se caracteriza por tocar un Power Metal Sinfónico con demasiada fanfarria y por su estética ajena a cualquier vergüenza. Por ello los suecos se plantaron en el T-Stage como tiene que ser, es decir, con sus disfraces y pintas características de personajes de fantasía medieval.
Lo cierto es que congregaron a un buen número de fieles, a los que deleitaron con "Battle Of Arcane Might", "To The Stars" o "Riders Of The Dawn", en la que el guitarrista Lynd se cayó (o se tiró) al suelo y el elfo Aerendir se situó a su lado para acompañarlo en el emotivo instante.
El grupo, que hacía las delicias de una audiencia ansiosa de diversión, lanzaba justo al día siguiente nuevo disco, “Dawn Of The Dragonstar”, del que presentaron el tema título y “Queen Of Eternity”. La banda aprovechó para organizar una carrera a lomos de dragones hinchables, pidiendo dos voluntarios que tenían que ser trasladados hasta la primera barrera y de vuelta al escenario a volandas por el público. Tras el despiporre llegó el final con “Gates Of Glory” y “The Power Of The Ancient Force”, dejando su actuación, para mi sorpresa, un buen sabor de boca.
Enrique Herrero
THE DOGS
Uno encuentra tesoros cuando menos se lo espera. Y THE DOGS fue uno de ellos. Los rockeros noruegos (que han teloneado incluso a Bruce Springsteen) reventaron el Wera Tools Stage gracias a una actitud descomunal que hizo que todo el mundo se volviese loco. Kristopher Schau fue un torbellino en el escenario: Entre discursos sobre el porno alemán, la muerte y el suicidio, lamía el micro, lo arrojaba contra el suelo, lo metía por la bragueta de su guitarrista, se bajaba a cantar entre el público…
Gracias a un sonido grueso y macarra se metieron al público en el bolsillo con temas como “No Pleasant Surprise”, “We Were Made Out Of Loss”, “Lets Start A Riot” (pidió a la gente que cagase en el suelo de sus casas para crear un milagro), “I Don’t Wanna” (respuesta que tenían que dar a Kristopher si este les preguntaba si querían sexo con él, debido al “gargantuesco tamaño de su pene”), o “Who’s Gonna Pay”. En “Oslo” se bajó a poguear entre el público, no sin antes cantar mientras se revolcaba por el suelo entre los anonadados asistentes. Asombroso. El de THE DOGS fue uno de los conciertos del Summer Breeze 2019.
E. H.
AVATAR
Hay que entrar en el juego de los suecos AVATAR para disfrutar de su show. No es mi caso. No obstante, pese a su extravagancia, es de justicia reconocer su buena actuación en el Main Stage.
Entre unos discursos de Johannes Eckerström que no envidiaban en duración a los de Joey DeMaio -si bien cargados de humor y chascarrillos- la banda iba desgranando cortes como “A Statue Of The King”, “Let It Burn” o “Paint Me Red”, desatando circle pits entre una audiencia que se lo pasaba pipa. El batería John Alfredsson se alzó para ejercer de director de orquesta en “Bloody Angel”, que dio paso a “The Eagle Has Landed” y a una agitada “Get In Line” y “Let It Burn”.
Los estrafalarios suecos dejaron para la descarga final “Tsar Bomba”, “The King Welcomes You To Avatar Country” (para la cual Jonas Jarlsby tomó posesión del cargo y se quedó en camisa blanca) y cerraron por todo lo alto con “Smells Like A Freakshow”. Un espectáculo muy aplaudido por el público.
E. H.
XENOBLIGHT
El escenario patrocinado por Ficken recogía, fuera del área “controlada” del festival, actuaciones de bandas pequeñas y no tan pequeñas, o jóvenes y no tan jóvenes… en el caso de XENOBLIGHT ambos conceptos son ambiguos. ¿Cómo se mide la grandeza de una banda, cómo se mide la juventud? Por un lado, los daneses solo tienen un álbum, por lo que son poco conocidos, una banda que empieza… de acuerdo. Por el otro, rondan los veinte años, exudan una insultante juventud. Bien, de acuerdo también. Ahora, si atendemos al puro talento, tras ver su concierto y sus capacidades, supe que son músicos tan buenos que esos adjetivos relativos a la fama y a la edad quedan totalmente difuminados, o puede que sean tan ciertos como irrelevantes. La única verdad es que fue uno de los mejores conciertos del festival.
A la redacción de Hellpress nos llegó su álbum “Procreation”, disco que tuve la suerte de comentar. Me gustó, tenía algo especial, y por eso su presencia era otro de los atractivos de este Summer Breeze. Necesitaba pasar por ese escenario a ver su descarga, y menos mal que lo hice, aunque me costó llegar hasta el Ficken la primera vez por su extraña ubicación.
En esa pequeña parcela se destapó todo el talento escondido tras la brutalidad de la grabación de su disco. Las cualidades técnicas individuales de cada músico, sin dejar de aportar tralla a las canciones, emergían en el cara a cara con el público de una manera mucho más evidente respecto a lo registrado en el estudio. Pudimos pues apreciar con mayor detalle el nivel de complejidad que tienen esas piezas, que sin embargo no dejan de ser Thrash Death para dejarte el cuello, como constataron “Obsidian Chromatism” o “Kill Yourself”.
Y esa fue la clave del conciertazo de los daneses, el mostrar en directo cualidades que en el disco pasaban desapercibidas, todo ello sin obviar lo extremo de su sonido. La manera de moverse por los mástiles, los detalles de la batería y bajo... todo eso quedó a la vista de una entusiasta audiencia. 
Lo que no cambió respecto al álbum fue la dureza de las canciones, ni tampoco esa diablilla pizpireta de nombre Marika Hyldmar, una chica rubia, adorable y simpática que se transforma en la puta muerte andante cuando empiezan a caer las estrofas. Si ya cerré la crítica de “Procreation” dándoles la enhorabuena, aquí ya no puedo hacer otra cosa más que quitarme el sombrero. ¿Juventud e inexperiencia? Póngame dos de XENOBLIGHT, gracias.
Carlos Herrero
FROSTTIDE
Sin moverme del escenario Ficken, donde la oferta de comida y bebida era notable a pesar de ser el escenario más pequeño, pude asistir a la descarga de FROSTTIDE. Venidos desde Finlandia y con dos discos y tres EPs a sus espaldas, la banda de Folk Metal presentaba sus rostros cubiertos por paintcorpse… algo que no cuadraba mucho con su estilo musical, bastante próximo al de compatriotas como ENSIFERUM. Obviaré las cuestiones estéticas por un momento para decir que, sin ser parecerme una banda espectacular en ningún aspecto, tiene su oficio.
Era mi primera toma de contacto con ellos y, aunque creo que las composiciones están excesivamente influenciadas por las ideas de Lindroos y Toivonen, no lo hicieron nada mal. Empezaron con “Tranquillity”, un tema de su último EP donde ya se atisbaban atractivas melodías, cimentadas en buena parte en los teclados de Felipe Muñoz que acompañan a las guitarras, creando una ambientación propia de las bandas que practican ese subestilo finés. También tocaron piezas como “Blood Oath”, “Ruins Of Defeat” y “Revenant”, dando sobre todo protagonismo a sus dos trabajos más recientes.
Se agradece, viendo lo visto, que bandas como esta aún sean capaces de hacer sus coros en directo y darle relevancia a los teclados, y no limitarse a lanzar todo desde una mesa de sonido. Otros en el escenario principal, delante de miles de personas y con mayores ingresos y fama, podrían haberse acercado a ver este concierto para recordar que, cuanto más sincera es una banda, mejor. Buen show el de FROSTTIDE, honestidad musical al servicio del Folk Metal.
C. H.
TESTAMENT
Después de muchos años, y ya ha llovido, pude encontrarme con TESTAMENT cara a cara. Distintas circunstancias me habían privado de ver un concierto suyo, hasta me acabé marchando de una carpa en un festival porque no había espacio para ver su show con un mínimo de decencia. Bueno, esta vez la ocasión sí era propicia, y puede que la espera de tanto tiempo pueda afectar a mi valoración. Creo que fue un muy buen concierto, no aprecié grandes problemas en la voz del mítico Chuck Billy y que todo sonó más o menos en su sitio. Otras personas de mi entorno pensaban todo lo contrario, así que mi opinión puede ser simple “ceguera pasional auditiva”, tomadla pues con cautela.
Su set fue cimentado a base de clásicos y unos cuantos temas de sus últimos diez años, empezando precisamente por esas canciones más jóvenes: “Brotherhood Of The Snake”, “The Pale King” y “More Than Meets The Eye” fueron el trío de inicio para TESTAMENT. Se apreciaba bastante fuerza desde el escenario, con todos los músicos en plena sintonía, sonriendo y disfrutando a lo grande del escenario principal. En cuanto a la ejecución, vimos un fantástico “Low”, “The New Order”, “Practice What You Preach”… y al público alemán gozando y poniendo en práctica sus habilidades en “Into The Pit” y “Over The Wall”, con el enésimo circle pit y wall of death del festival respectivamente.
El único punto donde vi más pillado a Chuck fue en “Electric Crown”, canción en la que Alex Skolnick le ayudaba un poquito desde su micro en los tonos más altos del estribillo. Por lo demás, muy conforme. El cierre lo puso “The Formation Of Damnation”, y por el camino también pudimos escuchar “DNR” y “Disciples Of The Watch”, por no dejar ninguna en el tintero. Hacia el final del concierto, Chuck recordó a los asistentes que aquello se estaba emitiendo por internet a todo el mundo, y mandó un saludo a una persona concreta mientras miraba al cielo (disculpad, pero no entendí bien el nombre) y rendía homenaje a la mítica Bay Area de San Francisco que hace décadas les vio nacer.
También hubo un agradecimiento para el staff del sello Nuclear Blast (discográfica en la que milita TESTAMENT desde 2008 y que tiene un fuerte vínculo con el festival Summer Breeze) antes de su despedida del escenario. Un buen show, en definitiva, que resultó sólido y convincente, dejando las puertas abiertas a repetir la experiencia con DEATH ANGEL y EXODUS en el circuito de salas en unos cuantos meses. Mientras los norteamericanos desmontaban su equipo, pude contemplar por primera vez cómo la plataforma rotatoria facilitaba la puesta a punto del escenario de la siguiente banda, que se había estado montando durante el show de TESTAMENT. Esta espectacular solución permitió a Summer Breeze casi empalmar un concierto tras otro en el Main Stage sin dilaciones.
C. H.
UNEARTH
Con mucha fuerza se presentó UNEARTH en el segundo día de festival. Hace muchos años que no veía a los de Boston en directo, había ganas y por suerte no me defraudaron. Su Metalcore es potente y por suerte, gozaron de un buen sonido lo cual ayudó (bastante) en el show. Aunque en disco a veces pecan de aburrimiento, en directo es todo lo contrario.
El quinteto, con Trevor Phipps a la cabeza, es una apisonadora sobre el escenario, no se detiene y lo dan todo. De ahí que en directo sea una cosa completamente distinta a sus publicaciones. Aunque gran parte del setlist presentado en Dinkelsbühl se basó en su último trabajo en estudio "Extinction(s)", no se olvidaron de sus temas más célebres como "Endless", "Giles" o "The Great Dividers", cortes que trasladaron a los moshpit violencia y furor por parte de los presentes.
Como dije al principio el sonido fue muy bueno, posiblemente de los mejores del día, aunque he de reconocer que el Summer Breeze lo raro sería lo contrario. Gracias a este buen sonido, UNEARTH también pareció disfrutar de la fiesta que estaban dando, por ello canciones como la majestuosa "Zombie Autopilot", "Watch It Burn", "Dust" o "One With The Sun" resonaron con energía. En definitiva un buen concierto de UNEARTH durante la segunda jornada, sólido y firme. Más no se puede pedir.
Nacho Martín
IN FLAMES
Pese a tener a los suecos completamente atravesados, he de admitir que el del Summer Breeze 2019 fue el mejor concierto que les he visto en los últimos años. Los músicos de IN FLAMES salieron muy enchufados, especialmente el cantante Anders Fridén, y con mal sonido de inicio que fue mejorando.
Con un enorme telón protagonizado por Jesterhead (cambió posteriormente durante la actuación para mostrar el logo), el grupo interpretó muchísimos temas de su estapa a partir de los 2000. Como “clásicos”, escuchamos “Pinball Map” y “Colony”, y quién sabe si a mi odiado “Cloud Connected” hay que incluirlo ya en ese selecto club. No hay mucho reclamo para los fans de los viejos IN FLAMES...
Fridén, comunicativo durante el recital, pidió al público saltar constantemente, así como realizar algún wall of death (adquiriendo protagonismo un tipo disfrazado de Jesucristo que no se cambió de atuendo en todo el festival), buscando la complicidad entre banda y asistentes mientras sonaban cortes de su último disco “I The Mask” como “Voices”, “(This Is Our) House”, “Deep Inside”, un “Burn” que sonó más poderoso que en estudio, o “I Am Above”.
Para que os hagáis una idea del resto del setlist, fue un picoteo de los últimos años de la banda: “Everything’s Gone”, “Where The Dead Ships Dwell”, “Monsters In The Ballroom” (dedicada al público), una íntima y aplaudida “The Chosen Pessimist”, “Leeches”... y las canciones elegidas para la despedida, “The Mirror's Truth” y “The End”. En definitiva, enérgica actuación de IN FLAMES, con pocos guiños a tiempos pasados, eso sí, pero la culpa es mía por atreverme a imaginar otro presente de la formación.
E. H.
KRISIUN
Otra vez los hermanos Kolesne y su fiel amigo Alex Camargo encima de un escenario, una historia de Death Metal brasileño que dura ya 29 años. Se dice pronto. Desde sus primeros pasos de pura metralleta en forma de constante y atronadora hasta el día de hoy, once discos avalan una trayectoria intachable.
No recuerdo cuándo fue la última vez que vi a la banda, pero no mucho ha cambiado. Allí se presentaron, tan ruidosos como siempre, con un sonido de batería gordísimo, aunque mostrando su lado menos caótico en general, con temas de más reciente creación pertenecientes a “The Great Execution”, como “Blood Of Lions”, o la propia “Scourge Of The Enthroned” que bautizó a su último disco. Entre toda la música vomitada sobre los asistentes a su concierto, KRISIUN no perdió la oportunidad de agradecer como siempre de una manera sentida y sincera el apoyo del público. La gracia fue verles hacerlo por primera vez en un idioma que no fuera el español con el barniz brasileño habitual, si no en un perfecto inglés… “sin vosotros, no somos nada”.
Tampoco podían faltar clásicos como “Kings Of Killing” o “Combustion Inferno”, que son las que abrieron el show. Y qué decir del cierre con “Black Force Domain”, donde su tradicional tormenta de incesables blast beats y dobles bombos marca de la casa parecía que nunca tenía fin. Impresionante sobriedad la suya en la ejecución. Su despedida con banda sonora de western de Clint Eastwood dejó aún más claro que por el Wera Tool Stage habían pasado tres señores, tres jinetes del apocalipsis del Brasil, que dos son hermanos y el tercero como si lo fuera. Lo de KRISIUN fue primitivo, veloz y brutal.
C. H.
AVANTASIA
Decir que Tobias Sammet y sus huestes dieron un gran concierto es quedarse corto. AVANTASIA es un proyecto más que establecido y sus presentaciones en directo son tan monumentales como celebradas. No tanto en producción (plataformas, telones...) si no en cuestiones interpretativas. En Summer Breeze 2019 volvimos a disfrutar de una gran pléyade de artistas. Vimos desfilar como coristas a Herbie Langhams (también sustituto de Ronnie Atkins de PRETTY MAIDS), Ina Morgan y Adrienne Cowan (además, a cargo de las voces agresivas). También el guitarrista y vocalista Oliver Hartmann se desempeñó en este papel.
Tras la caída del telón (retirado de forma un tanto cutre manualmente), comenzó el espectáculo con “Ghost In The Moon” y “Book Of Shallows”, que nos dejaron ver el buen estado de forma de Tobias y su equipo. El frontman, por cierto, estuvo muy dicharachero, pero sus comentarios y bromas fueron principalmente en alemán, así que nos quedamos con las ganas de saber qué fue lo que dijo de Joey DeMaio de MANOWAR, aunque tuvo toda la pinta de referirse a su espantada del Hellfest.
“The Scarecrow” supuso la puesta de largo de Jorn Lande, dejando momentos de lucimiento a las guitarras de Sascha Paeth y Hartmann. “Lucifer” y un magnífico “Reach Out For The Light” -uno de los grandes momentos de la noche- dieron paso a la primera intervención de Geoff Tate en “Alchemy”, acompañado por los movimientos robóticos de sus coristas. Tras “Invincible” salió el entrañable Bob Catley con pandereta en mano para un emotivo “The Story Ain't Over”, y otro grande como Eric Martin le dio el relevo en “Dying For An Angel”. Martin se quedó en el escenario para su dueto con Tate en “Twisted Mind”.
En el último tramo sonaron “Let The Storm Descend Upon You”, “Mistery Of A Blood Red Rose” y “Lost In Space”. Sammet aprovechó su primera visita al Summer Breeze con AVANTASIA para hacerse fotos y vídeos con el numeroso público de fondo. Brilló especialmente su humor (y sí, pese a la mayoría de germanos en la audiencia, tuvo algún detalle para los que sólo entendíamos inglés, en clara minoría) y el ambiente familiar y festivo, casi mágico, que sabe crear. Se coronó al final con unos fantásticos “Sign Of The Cross / The Seven Angels”, con todos los artistas dándolo todo en el escenario, poniendo el confeti y los cañones de humo el énfasis a estos poderosos temas.
E. H.
DEICIDE
Iba advertido para mi primera toma de contacto con esta leyenda norteamericana del Death Metal… o lo parten o es una basura, si es que no se retiran a las tres canciones. Bueno, creo que tocó el palito largo: conciertazo de Benton, Asheim y sus dos guitarristas, el duo Quirion-Canella.
Empezando con una gloriosa “Dead By Dawn”, “When Satan Rules His World”, pasando por unas ejecuciones geniales de “Serpents Of The Light” o “Once Upon The Cross”… eso era un muro de sonido impenetrable, muy grueso, con mucho cuerpo, llegando incluso a la saturación. Tanto fue así que me costó un enorme esfuerzo darme cuenta de que su última canción fue “Lunatic Of Gods Creation”, una de mis favoritas, que cerró la noche.
Y es que llegó a un punto que la banda no tenía definición, solo brutalidad, con Benton poseído, berreando como un puerco, tanto en los registros graves como en su voz más rota. Unos solos de guitarra por las nubes adornaban la corona de espinas de DEICIDE en la noche alemana, que sonaban cristalinos y a un volumen desquiciante… pero el bajo, riffs y baterías estaban tan compactados y duros que te dejaban sin aliento, gozando de esa barbaridad que traspasaba los oídos… pero a su vez te descolocaban a la hora de seguir las canciones. Faltó un poco de claridad y espacio para cada instrumento.
Después de haber visto a SIX FEET UNDER alisar como una apisonadora los tranquilos campos de Portugal y de ver a DEICIDE hacer algo similar en el Summer Breeze, cualquiera diría que hayan pasado casi 30 años de toda aquella ola del Death Metal norteamericano. Un momento admirable el que viven estas bestias, aunque con más brutalidad que limpieza en el caso de la legión de Benton.
C. H.
DOWNFALL OF GAIA
Cuando te plantas en un festival mastodóntico y llega un momento del día o de la noche que no tienes previsto asistir a ningún concierto, suceden cosas memorables. Perdido por el festival, haces tiempo hasta el siguiente grupo de interés. Mientras estás pensando en cualquier cosa, con una cerveza en la mano, extraño y perdido cual gorila albino enjaulado en un zoo de seguidores de todo tipo de Metal… es entonces cuando a veces surge la magia.
Y surgió con DOWNFALL OF GAIA: me trasladaron imaginariamente a otro tiempo y espacio gracias a su Black Metal atmosférico con influencias varias (como elementos de Crust), capaz de deprimir tu estado de ánimo, de relajarte, de dispersar tu mente… ser uno con la música y no necesitar nada más durante esos minutos.
Sí, eso lograron los alemanes. Bien es cierto que la ausencia de luz diurna en su concierto ayudaba a transmitir esa sensación de calma y melancolía que es inherente a su música, pero lo fundamental para alcanzar ese extraño estado fue el buen hacer del grupo. Potenciadas pues sus canciones por el abrigo de la noche, los alemanes dejaron su sello en todos los asistentes, que observaban ensimismados la capacidad de la banda para envolverte en su telaraña.
El trance no llegaba a romperse ni en los momentos más acelerados, con blast beats salpicando las canciones en varios pasajes, que mantenían aún así ese estado de depresión momentáneo. Un concierto que se hizo muy corto y que resultó uno de los descubrimientos personales de este Summer Breeze. Lo de DOWNFALL OF GAIA fue una experimentar una vez más la pureza de la música, en esas ocasiones en las que escuchas una banda por primera vez y te transmite tanto.
Reconozco que llego un poco a destiempo, con cinco discos a sus espaldas desde 2010, pero mejor tarde que nunca. Reprensentando en su corto set material especialmente de su último álbum, “Ethic Of Radical Finitude”, estos tipos se ganaron mi respeto.
C. H.
BATTLE BEAST
Antes del comienzo del show de CRADLE OF FILTH daba tiempo a ver unos minutos de los fineses BATTLE BEAST. Durante el puñado de temas que cayeron en ese rato -”Straight To The Heart”, “Black Ninja”, “Endless Summer”, “The Golden Horde” o “Bastard Son Of Odin”- la banda se mostró compacta y dinámica.
Pero sobre todo destacó, cómo no, la presencia escénica de la gran Noora Louhimo -que lucía cornamenta- no solo por su carisma sino por ese impresionante chorro de voz que gasta la cantante. Posiblemente, solvencia en directo de la banda aparte, como demostró en Summer Breeze 2019, ella sea la gran valedora de BATTLE BEAST a día de hoy tras el bajón compositivo tras la salida por la puerta de atrás de su líder, Anton Kabanen.
E. H.
CRADLE OF FILTH
Y si hablábamos de la cornamenta de Noora, Lindsay Schoolcraft, la teclista de CRADLE OF FILTH, también lucía cuernos. El motivo era que el mal se desataba esa noche en el Main Stage porque el grupo de Dani Filth iba a realizar un show especial basado en “Cruelty And The Beast”, el que para muchos es su mejor disco.
Pese a encontrarnos en el escenario principal, no había demasiado público a esas horas viendo la actuación (a partir de la 1:00 muchos alemanes se retiran a dormir o a seguir la fiesta en otra zona). En cualquier caso, el concierto de CRADLE OF FILTH resultó, hasta ciento punto, sorprendente, y es que seguro que más de uno guardáis en la memoria alguna mala noche de los ingleses. Dani Filth no paró y estuvo estupendo en sus registros vocales, Lindsay muy acertada tanto a la voz como al teclado, y también hay que resaltar el papel de los guitarristas Ashok y Rich Shaw, sobre todo el del segundo: teatral, moviéndose constantemente, girando sobre sí mismo mientras tocaba y posando para público y cámaras.
El fuego sazonaba clásicos como “Thirteen Autumns And A Widow”, “Cruelty Brought Three Orchids”, “Beneath The Howling Stars” o “Lustmord And Wargasm” entre otros tantos del álbum, mientras Dani Filth agarraba a Shaw de la melena y le levantaba del suelo. Interpretación muy adecuada para un festival que despidió a los ingleses entre aplausos.
E. H.
