TRIVIUM revienta La Riviera con un directo devastador

Concierto de Trivium en La Riviera de Madrid
Concierto de Trivium en La Riviera de Madrid

Crónica del concierto en Madrid de TRIVIUM, HEAVEN SHALL BURN, OBITUARY y MALEVOLENCE (sala La Riviera, 5 de febrero de 2023)

El pasado domingo 5 de febrero en La Riviera asistimos a uno de los que, sin duda, será uno de esos conciertos que permanecerá en nuestras retinas para siempre. Por supuesto, estoy hablando del concierto que protagonizaron como cocabezas de cartel TRIVIUM y los alemanes HEAVEN SHALL BURN, a los que acompañaban los legendarios OBITUARY y MALEVOLENCE.

Las puertas se abrieron puntuales a las 17:30, y ya había esperando una buena legión de fans que, con ganas de ocupar las primeras filas, iban bordeando la sala. El goteo de gente era incesante, tanto, que cuando empezó la primera banda ya había una media entrada esperando con ganas el inicio de los shows.

Eso si, si tuviéramos que describir el concierto en una palabra, esa sería desenfreno. El público tenía ganas de enloquecer, y vaya si lo hizo. Desde luego, se puede decir que fue una noche de locura, de buena tralla, y que más de uno se fue con cardenales en el cuerpo a casa.


MALEVOLENCE

Puntuales a las 18:15 hicieron su aparición sobre las tablas los británicos MALEVOLENCE, que, con tres discos a sus espaldas, eran unos desconocidos para quien esto suscribe. Eso si, desde luego no decepcionaron, porque ofrecieron una breve, pero buena e intensa dosis de Groove Metal y Metalcore que el respetable disfrutó.

“Bad Boys”, la canción de INNER CIRCLE, sirvió como intro a la aparición de Charlie Thorpe a la batería, Wilkie Robinson al bajo, Josh Baines y Konan Hall a las guitarras y por último a Alex Taylor, que con buen chorreo de voz nos introdujo en el mundo de MALEVOLENCE con la dupla “Malicious Intent” y “Life Sentence”, a las que siguieron “Still Waters Run Deep”, “Self Supremacy”, la balada “Higher Place”, “Keep Your Distance” y como cierre nos ofrecieron “On Broken Glass”.

El sonido que desplegó la banda fue muy bueno y definido, escuchándose todos los instrumentos en su correspondiente espacio y sin pisar a ninguno. Igualmente, las voces limpias de Konan Hall se escucharon con una nitidez pasmosa, y las guturales de Alex Taylor a veces hasta daban miedo.


Pero si algo caracterizó la intervención de los británicos fue la total y absoluta comunión con el público de la que gozaron. Y es que el respetable desde el inicio comenzó a hacer circle pits, pogos, se movían como poseídos… Hasta Alex Taylor se animó a hacer un poco de crowdsurfing durante “Self Supremacy”. Si a las ganas que tenía la gente de desfogarse le sumas que MALEVOLENCE animaba continuamente y lo propiciaba, el resultado es de éxtasis total para los asistentes.

La banda anunció que a finales de año volverían por España como cabezas de cartel. Desde luego, es una buena ocasión para no perdérselos.

OBITUARY tira de oficio y sobriedad

Tenía muchísimas ganas de volver a ver la banda de Death Metal original de Florida, desde el lejano Kobetasonik del 2008 que no veía a los de John Tardy sobre un escenario. Decir que las expectativas estuvieron a la altura de las circunstancias, pues OBITUARY ofreció una actuación contundente, directa que no dejó insatisfecho a nadie.

Con La Riviera prácticamente llena, comenzó a sonar la introducción consistente en el tema “Snortin’ Whiskey” de Pat Travers Band. Tras ella, un potente estallido de luces rojas y unos surtidores de humo dieron la bienvenida a “Redneck Stomp”, todo un cañonazo para ir abriendo boca que vino sucedido por “Sentence Day” que nos dejó ver a unos OBITUARY completamente en forma cuyo público entregado iría coreando todos sus temas.


Casi sin un segundo de descanso comenzó a sonar “A Lesson In Vengeance” de su estupendo disco llamado igual que la banda. OBITUARY funcionó como una máquina perfectamente engrasada con los excelsos guitarras Trevor Peres y Ken Andrews, acompañados del bajo Terry Butler y la batería de Donald Tardy. Tras este tercer tema, Tardy se detuvo un momento para dar las gracias a los asistentes, llegó la hora de disfrutar de la fantástica “Visions In My Head” y de “The Wrong Time”, esta última de su nuevo trabajo “Dying Of Everything·.

OBITUARY tenía poco tiempo para demostrar su valía, al igual que en su anterior visita a España como parte de la gira de “despedida” de SLAYER, pero aprovechó cada minuto. Ya sea tirando de clásicos como “Don´t Care” o de la celebrada versión “Circle Of The Tyrants”, de CELTIC FROST.

El colofón final vino patrocinado por “Dying Of Everything” y “I´m In Pain”. Un desenlace a la altura de las circunstancias que nos dejó con ganas de más.

HEAVEN SHALL BURN dinamita La Riviera pese a su mal sonido.

Con unos minutos de retraso sobre la hora prevista, la banda alemana de Death Metal Melódico saltó a la palestra ante una sala expectante que debía rozar el sold out. El público respondió en todo momento a la apisonadora sónica que supuso la actuación de HEAVEN SHALL BURN. Por desgracia el sonido no estuvo a la altura en buena parte de su actuación.


El combo abrió con “Hunters Will Be Hunted” con el micro de Marcus Bischoff pobremente ecualizado. Por fortuna este error fue subsanado con eficacia en el transcurso de las siguientes “Bring The War Home” y “Übermacht”. Las guitarras corrieron algo de peor suerte, pero nada parecía importar a un respetable que explotaba con cada tema, los walls of death y circles pit no tardaron en hacer su aparición, así como los fans haciendo crowdsurfing para desesperación del personal de seguridad de la sala.

Una ambientación de diez y un concierto que fue ganando enteros a medida que iban avanzando los temas. Ya fuera con “March Of Retribution” o “Thoughts And Prayers”, la fiesta no decaía ni un ápice con los miembros HEAVEN SHALL BURN totalmente entregados. Un tsunami de sonido arrollador que vomitaba un tema tras otro.

Por fortuna para todos, las guitarras de Maik Weichert y Alexander Dietz obtuvieron la nitidez que nos hubiera gustado a todos a la hora de ejecutar “Black Tears”, la versión de EDGE OF SANITY que se convirtió en el tema más celebrado de HEAVEN SHALL BURN el pasado sábado.

Conocedores de que ya faltaba poco, el público estalló en un frenesí de locura con los primeros compases de “Endzeit”, en los que la doble pedalera de Christian Bass debió echar humo. Una vorágine que se vio extendida a los temas finales “Numbing The Pain” y “Tirpitz” que supieron un cierre a la altura de las circunstancias.

TRIVIUM arrasa en Madrid

Con un telón de fondo que hacía tiempo no veía en La Riviera, cinco minutos antes de la hora marcada comenzó a sonar “Run To The Hills” de IRON MAIDEN, que fue coreada por todo el respetable como si no hubiera un mañana (los pelos de punta, oigan). Tras ella, unos breves acordes de “The End Of Everything” y con un sonido impecable y una tralla digna de los mejores conciertos, TRIVIUM hizo su aparición en escena, el telón cayó y nos deleitaron con una magnífica “Rain” que puso a todo el mundo a moverse.

La banda demostró durante todo el show encontrarse en un gran estado de forma, moviéndose por el escenario como si estuvieran en su casa y desplegando oficio como una maquinaria perfectamente engrasada. Tras la batería de Alex Bent, situada sobre unos bloques decorados con símbolos orientales y un dragón en medio, se encontraba la pantalla led que mostraba dragones chinos y diferentes referencias al mundo asiático. En primera plana, y con cinco micrófonos distribuidos por el escenario, Matt Heafy, Corey Beaulieu y Paolo Gregoletto eran flanqueados por dos dragones enroscados en sendas columnas.

Una puesta en escena sencilla, pero eficaz. Un público entregado por completo. Un setlist variado y a la altura de las circunstancias. Esas fueron sin duda las notas características de la velada. Si bien TRIVIUM solo hizo una referencia a su último disco, “In The Court Of The Dragon”, hizo a lo largo de la hora y cuarto que estuvieron en escena un buen repaso a temas emblemáticos. Así, tras “Rain” sonaron “Sever The Hand”, “Strife”, “Black” “Feast Of Fire”, “A Gunshot To The Head Of Trepidation”, “Catastrophist”, “Throes Of Perdition”, “Until The World Goes Cold”, “To The Rats”, “The Heart From Your Hate”, “In Waves” y como cierre “Pull Harder On The Strings Of Your Martyr”, toco con un sonido impecable a lo largo del show. La velada terminó con el “Heaven And Hell” de BLACK SABBATH.

Si en la crónica de MALEVOLENCE hemos hablado de la sintonía perfecta entre banda y público, en el caso de TRIVIUM ha de decirse que no solo hubo sintonía, sino comunión, entrega y derroche a raudales. Matt Heafy estaba simpatiquísimo, animando continuamente al respetable a saltar, a hacer circle pits, crowdsurfing… Además, chapurreaba algunas palabras de español, lo cual se agradece.

Resaltar en este punto un detalle. Justo antes de terminar “In Waves”, la banda paró de tocar, puesto que alguien del público parecía que se había caído y se había hecho daño. Matt Heafy preguntó varias veces si estaba todo correcto, y hasta que no se lo confirmaron no siguió, lo cual es un gran gesto por parte del artista que, desde luego, merece la pena reseñar.

En definitiva, un show espectacular y especial para todos los que allí estuvimos. Esperemos que vuelvan a visitarnos pronto y que la música de TRIVIUM siga deleitándonos muchos años más.


Promotora: Resurrection Fest

Crónica de Txema Sáez y Laura Ruiz

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