Primera gran cita con el Rock Melódico la que se nos avecinaba en un día donde la oferta musical en la capital era de lo más variopinta, cubriendo varios palos del Rock y el Metal y haciéndome difícil la elección de a qué acudir. Finalmente me decanté por reencontrarme con los ingleses VEGA tras su correcto, pero para mi gusto nada espectacular, concierto de hace dos años en el Rockfest madrileño pero, sobre todo, lo que me hizo acudir a la lamentable sala Charada de nuevo, fue la presencia en el cartel de Steve Newman y su banda ya que el ultimo trabajo del inglés, “Siren” me ha encantado y me apetecía comprobar cómo lo defendía en directo.
Desgraciadamente el ambiente que se respiraba cuando teóricamente debían abrirse las puertas no era precisamente el de las grandes citas y apenas cinco personas esperábamos a que nos dejaran pasar para resguardarnos de la lluvia que comenzaba a caer sobre el centro de Madrid. El mal tiempo, el futbol, los restantes conciertos o el desconocimiento y poco interés por las bandas que componían el cartel (ignoro el verdadero motivo de tan baja asistencia) parecía que iban a relegar el concierto a una cita menor pero, realmente lo que pudimos ver sobre el cutre escenario que posee Charada fue algo grande, muy grande, más de lo que a priori esperaba.
BON VIVANT
Con una asistencia paupérrima, pasadas las 19:30 salían a la palestra los chavales de BON VIVANT dispuestos a intentar caldear algo el gélido ambiente que se respiraba en esos momentos y, tras presenciar su corta pero efectiva descarga, he de decir que lo consiguieron.
Lo suyo es Hard Rock de corte americano, pero con letras en castellano, y durante una media hora supieron ganarse a los pocos que les vimos y no les conocíamos con anterioridad, además de encandilar a unas cuantas fans que vivieron su actuación con más intensidad que el resto.
Comandados por Charly López, a quien tras unos minutos de duda reconocí como el cantante de ALTEREVO que vi en la última visita de Jeff Scott Soto a Madrid y tan buenas impresiones me transmitió (y que ha abandonado la formación por falta de motivación según he leído), desgranaron íntegramente el EP “Poquito a Poco” que sirve de adelanto a lo que será su primer larga duración, además de algún tema más que imagino formará también parte de él.
Con Borja Bueno tras Charly a la batería (con un estilo muy vistoso tipo Tommy Lee salvando las distancias obviamente) y flanqueado por el bajista Ángel Maga y el guitarrista Jaime Balmoral, que se ocupaban de los coros junto al teclista Pedro Rincón, el grupo nos hizo disfrutar de canciones animadas, fiesteras y tremendamente pegadizas como “Bailarina”, “Poquito a Poco”, o “Darlo Todo” que sonaron francamente bien a pesar de que, en algunos momentos, la voz iba y venía, no escuchándose con claridad, y de que esta sala no da para mucho en el aspecto sónico.
En este tipo de música ya sabemos lo importante que es la actitud, y de eso el grupo va sobrado, lo que hace que la impresión siempre sea más positiva que negativa. Además, se creen su “película” (si no lo hacen ellos, ¿quién lo va a hacer?) lo que es fundamental para que al público le pase lo mismo y no pararon de animarnos a pesar de ser conscientes que la inmensa mayoría no les había escuchado nunca. En ese aspecto creo que lo bordaron y en el apartado instrumental también, ya que los temas me parecieron interesantes y la ejecución correcta.
La hora se les echaba encima y se despidieron de nosotros con “Soy El Rock” y el single del grupo (del que han grabado un videoclip) “No Hay Estribillos En Madrid” dejándome una grata impresión mientras agradecían los aplausos que, merecidamente, les brindamos. Buen comienzo y buen grupo del que, sin duda, seguiremos oyendo a hablar en los próximos meses.
NEWMAN
Sin tiempo que perder aparecieron los miembros de NEWMAN, incluido el propio Steve, para realizar el cambio de instrumentos y hacer una pequeña prueba de sonido para comprobar que todo estaba en su sitio y sonaba en condiciones, apareciendo acto seguido para realizar un repaso a toda su trayectoria que, a pesar de lo que pudiera parecer, se remonta a finales de los noventa y consta de nueve discos de estudio con su reciente “Siren”. No es un “principiante” precisamente…
Como comentaba al principio, la presencia de NEWMAN en el cartel y mi opinión sobre “Siren” fue el principal motivo para acudir al concierto, por lo que mis expectativas eran muy altas pero, a la vez, tenía ciertas dudas sobre las prestaciones de los ingleses sobre las tablas ya que no estoy muy seguro que sea un grupo que gire demasiado. Todas las dudas se disiparon cuando “Killing Me” de “Under Southern Skies” comenzó a sonar.
El sonido que tuvieron, sin ser brillante, fue algo mejor que el de BON VIVANT y esto ayudó a que pudiéramos disfrutar del repaso a su larga trayectoria que Steve decidió hacer. Y aquí viene el otro punto clave en mi opinión del concierto ya que había dos maneras de afrontar el repertorio. La primera hubiera sido presentar a conciencia su genial “Siren”, ya que es el disco que le ha devuelto a la actualidad del panorama hard rRockero, y la segunda fue la que eligieron, dejar pinceladas de casi todos sus trabajos ya que era la primera vez que pisaban España (y esperemos que no sea la última). Reconozco que hubiera preferido más presencia de su último disco en el setlist pero, a la postre, fue una decisión inteligente y el formato “Best Of” creo que dejó a todo el mundo satisfecho.
La genial “Some Kind Of Wonderful” fue la primera referencia a “Siren”, y la verdad es que ganó incluso enteros respecto a la versión en estudio, que de por sí es tremenda, lo mismo que le pasó a “Feel Her Again”, el medio tiempo que ralentizó el ritmo del concierto pero para nada bajó el nivel, o “Coming Home Tonight”, las dos estratégicamente situadas en la mitad y final del set respectivamente.
Sin buenos temas un grupo no puede triunfar en directo pero, para mí, el secreto de que saliera “flipado” del concierto de NEWMAN no fue sólo eso, ni siquiera que Steve se fuera creciendo canción a canción cantando cada tema mejor que el anterior (y todas a altísimo nivel) sino la simpatía, lo bien que se lo pasaron sobre el escenario (y eso todos lo notamos) y el buen rollo que consiguieron transmitir a la audiencia convirtiendo el concierto en una auténtica fiesta.
Daba lo mismo que echaran la vista atrás con la pegadiza “Every Moment” o “Pray For The Day” del espectacular “Dance In The Fire”, que atacaran la preciosa “Stay With Me” o que nos animaran a volvernos “primitivos” con la cañera “Primitive Soul” del disco del mismo nombre, todo sonaba a gloria y tanto público como banda disfrutábamos cada corte como si fuera el último del concierto.
Por si esto no fuera poco, hicieron gala de un sentido del humor increíble que provocó más de un momento hilarante como cuando Shaun Bessant o Dave Bartlett, inmensos ambos tanto en coros como con sus respectivos instrumentos, se pusieron unas enormes gafas (tocando incluso con ellas algunos un par de temas) o cuando presentaron al baterista que les acompaña, el últimamente omnipresente Pete Newdeck (también baterista de EDEN'S CURSE hasta hace muy poco y vocalista de TAINTED NATION) y este salió a dar abrazos a todos llegando incluso a bromear con dar abrazos entre el público. Este tipo de cosas llegan a la gente y marcan diferencias.
Me resulta difícil destacar algún momento concreto del show, porque me gustó mucho de principio a fin, pero seguramente “If It´s Love” fue uno de ellos, único tema de su debut cuya interpretación fue brillante, revelando que Steve Newman sigue conservando la voz en muy buena forma pese al paso de los años. “Heaven Knows” nos recordó el disco de mismo nombre y fue muy celebrada porque, a estas alturas, todos estábamos rendidos ante él pero sería uno de sus temas insignia, “One Step Closer”, remontándonos a su segundo trabajo, el que puso la sala a botar y donde el vocalista se enfundó una guitarra acompañando a Shaun en estas labores (aunque en realidad tocar, tocar, tocó bastante poco todo hay que decirlo) poniendo el punto y final a una actuación soberbia tras la que todos aplaudimos a rabiar y coreamos el nombre del grupo por si sonaba la flauta y se marcaban un bis, ya que se quedaron en el tintero demasiadas canciones. No pudo ser porque el doble cartel así lo exigía pero esto no empaño un concierto memorable.
VEGA
Tras NEWMAN, las cosas “pintaban bastos” para VEGA ya que el listón estaba muy alto y les iba a resultar difícil superar lo vivido hacía unos minutos. En mi opinión no lo consiguió pero para nada estuvo mal o flojo, más bien al contrario, vi un grupo mucho más rodado (cosa lógica por otra parte) que la anterior vez que visitó España y, pese a que hay personas que opinan que “Kiss Of Life” es muy superior a “What The Hell”, afirmación con la que no estoy muy de acuerdo (cuya portada, de no ser por los colores parecería más bien de un grupo de True Metal que de uno de AOR), creo que el equilibrio que logró entre ambas entregas, aunque más canciones cayeron de esta última, dio como resultado un repertorio totalmente ganador que defendió con mucha solvencia.
Precisamente con “Kiss Of Life” VEGA arrancó el concierto demostrando que había venido a por todas y eso fue lo que hizo, no dar ni un respiro imprimiendo un ritmo vertiginoso al concierto tocando dos canciones más que NEWMAN en aproximadamente el mismo tiempo.
Nick Workman me parece un gran frontman, tablas desde luego no le faltan, e hizo gala de ello mostrándose cercano con la gente y con sus compañeros en escena, especialmente con su tocayo Nick Holme al que no dudó en agarrar, ponerle el micro para que hiciera coros o lo que el cuerpo le pidiese en cada momento mientras sonaba “Not There For You”, la primera referencia a “What The Hell” de las cuatro que se nos vinieron encima y donde Nick se mostró perfecto a la voz, como hizo durante toda la velada. A esta le siguieron “You Can´t Run”, que a pesar de no ser de mis favoritas ganó en directo con un soberbio solo de Holme, el medio tiempo “She Walks Alone”, que si es de mis favoritas del último trabajo y disfruté como un enano cantando su adictivo estribillo, o la marchosa “Saviour”, que finalizó esta tanda dedicada a “What The Hell”.
Los protagonistas indiscutibles en el escenario son los dos Nick, el vocalista y el guitarrista solista (que, curiosamente, no parece formar parte de la banda ya que ni le nombran en la web de VEGA), que tomaba la parte delantera del mismo a la mínima oportunidad, mientras que Tom Martin (que en directo se encarga del bajo no de la guitarra formando base rítmica con el sobrio pero efectivo Dan Chantrey) se mantuvo en bastantes momentos en un discreto segundo plano, aunque el que más desapercibido pasó fue el nuevo guitarrista, Marcus, que también apoyó en los coros pero se mostró bastante tímido.
“Heart Of Glass” puso la sala patas arriba y nos devolvió a su debut mientras Nick tuvo que moderar sus saltos sobre el escenario ya que se habían levantado algunos trozos del mismo y parecía hundirse con cada uno que daba, haciendo que me preguntara qué pensarían los músicos de esto, porque no creo que sea ni medio normal, pero bueno, estos pensamientos se desvanecieron cuando el grupo atacó “What The Hell”, un tema “modernete” en el que Workman parecía por momentos rapear que, sin embargo, pareció funcionar bien en directo por la respuesta obtenida, aunque la dupla que formó con “Cry” fueron, posiblemente, los momentos menos brillantes de su descarga, al menos para mí.
Imagino que conscientes de que “Kiss Of Life” caló hondo en su momento entre los seguidores del estilo, la recta final se la dedicaron en exclusiva a este trabajo con el trío de ases “Stay With Me”, la lenta “Headlights”, cuya posición en el repertorio me sorprendió, despidiéndose con un guiño cómplice de Nick que indicaba que volverían a salir a ritmo de otro de sus temas estrella, la sensacional “Into The Wild” que abría su debut y que fue de las más celebradas, como no podía ser de otra manera.
No tardaron en volver a aparecer para ofrecernos un par de bises que, para mi sorpresa, fueron “White Knuckle Ride”, con otro estribillo para recordar, y la fiestera “Hands In The Air”, en la que hicimos lo que el tema nos pide, ambos de “What The Hell” dejándonos con una sonrisa de oreja a oreja, por lo menos así fue como me quedé yo.
Esto fue lo que dio de sí una noche que no parecía que fuera a ser lo que finalmente fue, una autentica fiesta donde el Hard Rock/AOR salieron victoriosos haciendo disfrutar a todos los que optamos por acercarnos a la céntrica y mediocre Charada (por favor, que dejen de programar conciertos allí). En los duros tiempos que siguen corriendo, al menos durante casi tres horas todos nos olvidamos de nuestros problemas y, por las caras que vi, lo pasamos mejor que bien. ¿Terapia musical? Tal vez.
Crónica y fotos: David Ortego
