VREID es una banda trabajadora y en un momento de creatividad importante, unos currantes de la escena del Metal Extremo que en “Wild North West” han querido cerrar un álbum que va mucho más allá de la música. Junto a Håvard Nesbø, han creado una película (a partir de una serie de videoclips narrativos) que recoge la historia conceptual del disco, inspirado en la evocadora geografía de su país, Noruega, desde un punto de vista más oscuro y profundo que una simple mirada a las granjas, montañas y fiordos tan cotidianos para este grupo.
Heavy y Black Metal en “Wild North West”
El título que bautiza a “Wild North West” es la primera canción del trabajo. VREID nos invita a entrar en la narración gracias a un órgano propio de una película clásica de terror, con un sonido roto y distorsionado, cual banda de Doom Metal, pero pronto se desata una tormenta de Heavy Metal sencillo llevado al límite, pero de fácil asimilación para todos los públicos a pesar del registro vocal propio del Black Metal.
A partir de ahí, el trabajo se desarrolla con total amplitud de miras en cuanto a melodías, tempos, riffs y arreglos, aunque ceñidos a la esencia de VREID y fundamentalmente del Black Metal entendido a su manera. Las voces rasgadas junto a las voces limpias, los momentos de blast beat a fuego junto a los espacios para las cadencias lentas… hay un montón de contrastes que mueven este trabajo entre el Heavy Metal clásico y el Metal Extremo hasta ese punto accesible ya mencionado.
Esa etiqueta de “apto para todos los públicos” seguramente los ajenos a este mundo no la perciban en determinados temas: “Spikes Of God”, que empieza con una caja desatada como advirtiendo de un peligro inminente y que sigue con un tono frío y neblinoso, hará sumergirse a más puristas de la segunda ola noruega del Black Metal.
Queda algún resquicio de WINDIR, aún hay algo de aquellos tiempos en VREID. Es evidente en “Into The Mountains”, donde creo que de un modo totalmente deliberado recuerdan su pasado con el malogrado Valfar con las melodías de guitarras. En VREID siempre queda algún recoveco en alguna canción, alguna melodía que retrotrae a aquellos tiempos donde el Black Metal, el folklore noruego y la melancolía escandinava que crearon en WINDIR eran capaces de trasladarnos a otros lugares, tiempos y dimensiones sensoriales normalmente difíciles de alcanzar. Aún así, el que piense que no arriesgan en esta propuesta, quedarán alucinados con el giro que pega la canción a partir del minuto tres, donde una música electrónica con elementos muy básicos cambia por completo la atmósfera.
El equilibro de VREID
Ese quizá sería el resumen de “Wild North West”, un álbum de Black Metal diferente, que es capaz de encerrar en un mismo frasco muy variopintas esencias, pero con un resultado homogéneo en su concepción musical si sabes acogerlo dentro de una esfera más amplia de estilos. Esta mezcolanza de ideas no resulta nada chirriante, como atestigua el final en “Shadowland”, en el que un órgano propio de ámbitos eclesiásticos da paso a una épica pieza de casi diez minutos que pasa por un montón de ambientes distintos.
VREID sigue en la cima representando el Black Metal, de un modo estilísticamente muy expansivo, pero a la vez por momentos queriendo ser los más ortodoxos del género. En ese complicado equilibrio, “Wild North West” fluye y se alza desde las montañas de Sogndal como un gran álbum, y no olvidemos, también película.
Discográfica: Season Of Mist
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