Crítica de 1349 - The Infernal Pathway

1349 The Infernal Pathway

1349 tiene un gran nombre, el del año de la llegada de la peste bubónica a Noruega, que perdió entonces a dos tercios de su población y fue despojada por la enfermedad de lo que ahora se considera una edad de oro. Tiene pedigrí, con origen en Oslo y 22 años ya de carrera. Tiene una formación ultra estable en la que brilla Frost, uno de los grandes baterías de la historia del Metal Extremo. Tiene, por tener, hasta el proverbial paso polémico de turno, el de la evolución fallida (hace ya diez años: "Revelations Of The Black Flame"). Y tiene ya siete discos si contamos el último que acaba de ver la luz, "The Infernal Pathway".

Lo que no tiene es el ingrediente extra que separa a los muy buenos de los mejores. No tiene esa brillantez última de los colosos de un estilo, el Black Metal en este caso, aunque se codee con ellos. Y no tiene, en definitiva, un disco que se pueda considerar un clásico, una obra capital. Aunque lo tanteó con su segundo lanzamiento, "Beyond The Apocalypse", y lo rozó con el tercero, "Hellfire". Una cima entonces (2005)... y una cima todavía.


Romper la norma en el Metal Extremo (y es una paradoja en un género nacido gracias al deseo de, precisamente, romper normas) es un asunto peliagudo. Si se va a hacer, un impulso que ha dejado algunos discos legendarios y un montón que no valen ni como posavasos, es conveniente hacerlo realmente bien, con las ideas claras y una intención evidente, sea la que sea. Y aquel "Revelations Of The Black Flame" no solo transformó el sonido del grupo sino que, y ese era su gran pecado, se quedó en tierra de nadie. Como si 1349 hubiera querido ser una especie de nuevo CELTIC FROST, en algún lugar entre el Black, el Ambiente, el Dark Industrial, el Doom... Atmósferas mal engarzadas con lo que quedaba del viejo estilo del grupo y un patinazo que partió en dos su carrera. Después comenzó la vía de la rectificación con "Demonoir", una especie de híbrido de irregular resultado, y siguió con "Massive Cauldron Of Chaos", un bien medido regreso a un Black Metal más estándar pero con una inyección masiva de Thrash, Black/Thrash y hasta Proto Death. Un disco más fácil de asimilar que los dos anteriores y (no solo por eso, además) mejor.

1349 sigue con "The Infernal Pathway" el camino marcado por su anterior trabajo: bueno, pero no el mejor

Cinco años después de "MCoC" parecía un disparate esperar otro giro radical de 1349, a estas alturas. Y, aunque uno nunca sabe, la apuesta obvia (la navaja de Occam gana casi siempre) es la ganadora: "The Infernal Pathway" va sobre seguro y sigue los pasos de su predecesor y su hoja de ruta, fácil de recorrer. Black Metal clásico, muy fijado en la segunda ola noruega, Thrash, Speed, un poquito de Death Metal y algunas atmósferas dentro de un sonido salvaje y primitivo pero, no cuesta darse cuenta también, atmosférico y sofisticado. Casi refinado y con una producción crispada pero brillante, que abre de par en par las puertas a las bases Thrash y a un sonido de digestión sencilla. Brutal y trabajado pero directo y, repito, sin atisbos de revolución. 1349 debió sentir que "Massive..." fue una gran victoria porque ahora han jugado a defender ese marcador. Y no es algo esencialmente malo. Uno, en 2019, no coge un disco nuevo de este grupo para ver si ha dado con una nueva forma de entender el Black Metal. No: casi un cuarto de siglo de trayectoria después, lo más probable es que casi todo el que se acerque a este trabajo sea porque sigue el rastro del más brillante "Hellfire" o, si acaso, el del más reciente "Massive Cauldron Of Hate".


No hay grandes críticas que hacerle a un disco con algunos riffs excelentes y unas cuantas líneas vocales carismáticas de Archaon, y con un trabajo apabullante de Frost, que suelta aquí parte de la adrenalina que ya no descarga en SATYRICON.

La cuestión es que, otra vez, falta el ingrediente extra, el impulso definitivo, el saltito (muchas veces no es más que eso) al otro lado de la línea en la arena que separa a los buenos de los mejores. 1349 son buenos, muy buenos, pero no pertenecen al puñado de los mejores, tampoco con esta notable colección de canciones de la que obtengo tanta satisfacción (mucha, bien cierto es) como la certeza de que puedo citar sin pestañear diez o quince discos mejores... solo en este 2019 y solo si hablamos de Black Metal. Eso no le resta ni un ápice de pegada oscura, ni rebaja el gustazo que son sus ráfagas de frialdad hermética ni estropea las cargas más nórdicas de Black primordial y poderoso. Hay un encaje en esta nueva etapa del grupo, una estela que viene de su anterior lanzamiento, que entronca el sonido de IMMORTAL con el de AURA NOIR pasando por TSJUDER. Es tan bueno como promete esa mezcla, pero tampoco es más que la suma de esas partes.

Entre pasajes atmosféricos que regresan a "Demonoir" hay piezas francamente triunfales: "Abyssos Anthithesis", "Enter Cold Void Dreaming", "Towers Upon Towers", "Deeper Still" o la épica oscura y final de "Stand Tall In Fire". Con una ejecución quirúrgica y para nada falto de ideas (muchas canciones acaban revelando más de lo que enseñan en la primera escucha), "The Infernal Pathway" es un muy buen disco de un muy buen grupo. Pero, por alguna razón, eso no me parece suficiente. No del todo, y aunque no sea desde luego poco. No puedo explicarlo de otra manera.

Podremos ver a 1349 el próximo mes de enero como parte de la gira española de ABBATH.



Discográfica: Season of Mist

Más información sobre la banda en su página de Facebook.

Reseña
Nota
7.5
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De la vieja guardia a base de cumplir años, y ya van suficientes como para que cumplirlos sea una putada. Me gano la vida escribiendo y llevo más de un cuarto de siglo escuchando Metal. La gran constante de una vida que me paso intentando cumplir aquello de que hay que ser de los buenos porque ya hay demasiados de los malos en el mundo.
1349-the-infernal-pathway-criticaDespués de los experimentos fallidos del pasado, 1349 va sobre seguro por segundo disco consecutivo. Y acierta... aunque vuelve a faltar el ingrediente X, el salto definitivo.

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