El pasado domingo 18 de enero, la productora Kivents volvió a apostar por traer de gira a una banda poco habitual en nuestro país. Desde Suecia se trajeron a ASTRAL DOORS, acompañados además de una banda local consagrada en las pequeñas escenas y de otros patrios totalmente desconocidos para un servidor.
IN VAIN
Con un poco de antelación sobre la hora marcada, algo antes de las ocho de la tarde, salieron al escenario los madrileños IN VAIN, una apuesta segura que se encargó de abrir la fiesta con la presentación de su tercer disco, “The Little Things That Matter”, una pena que entre que hacíamos cola y nos acreditábamos, me perdiera los dos primeros temas, en especial “Serenity Valley”, que me parece su mejor corte de su más reciente trabajo.
Llegué a tiempo para disfrutar de “The Huntress”, en la que ya se puede apreciar a una banda que tiene sus tablas sobre el escenario, que lo da todo y que además se nota, con menos gente de lo que sería deseable, tengo que admitir que no me canso de ver a IN VAIN en directo, tanto que apenas tome notas de su actuación -impecable show, he de decir- porque estaba dándolo todo con sus temazos.
Su breve concierto -apenas nueve cortes- continuaba con “From Your Cradle To My Grave” y “No Future For The World”, ambas de su nuevo trabajo. Me parece especialmente destacable la segunda, con un cambio de ritmo que me encanta.
El resto de cortes fueron temas “clásicos” de IN VAIN, como la cañera “Hellhounds”, calificada irónicamente como balada por Dani – cantante y guitarrista – antes de empezar a tocarla, o la espectacular “Into the Abyss II”. Para terminar y como ya no puede ser de otra manera nos ofrecieron al público asistente “Hero”, previamente agradeciendo a la gente que allí estaba su asistencia al concierto, indicando que los héroes son ellos -el público- por apoyar la música en el momento de crisis tan jodido que estamos atravesando todos.
INVISIBLE
Desde Zaragoza nos llegaba el trío INVISIBLE, una banda de la que no conocía absolutamente nada y si bien en directo lo dio todo, tengo que reconocer que no llegué a conectar con su show, pero eso se debe más a las preferencias personales que a la calidad de los músicos.
Tras una introducción de corte blues, aceleraron el ritmo a tope con “Ya Estás”, canción con un buen solo del guitarrista-cantante durante la cual se presentó la formación, este primer tema no se escuchó del todo bien debido al elevado volumen de la batería, defecto que fue solventado enseguida. Con “Sombra Blanca” quedó patente ese estilo claramente influenciado por el Southern Rock del tipo PANTERA, un tema algo largo que mezclaba con eficacia las partes instrumentales con las cantadas.
Algo más bajada de revoluciones fue “La Rueda”, de largo su mejor tema en directo de cuantos tocaron, en el que el trabajo del bajista me sorprendió gratamente. “La Tempestad Del Olvido” volvía a evidenciar esas influencias del Thrash Metal clásico americano. “Sigue En Pie” fue el siguiente corte donde era de alabar que la banda siguiera dándolo todo en el escenario, teniendo en cuenta la fría recepción que estaban recibiendo por parte del público.
Me gustó mucho “Nunca Más”, con ese punteo sureño y sus cambios de ritmo y también me agradó la versión de WHITESNAKE “Crying In the Rain”, que animó algo más a la peña. No es mi rollo, pero reconozco las ganas y el oficio de INVISIBLE. La próxima vez que vea al grupo en directo intentaré haberme empapado algo más con su trabajo en casa antes de ir al bolo.
ASTRAL DOORS
Y así llegamos al plato fuerte, los suecos ASTRAL DOORS, banda que como hemos dicho antes es muy difícil de ver en España y más teniendo en cuenta que en su país de origen ni siquiera son músicos a tiempo completo, lo que dificulta sus opciones de que salgan de gira. Personalmente es la segunda vez que los veo, tras un breve pero intenso concierto en el Wacken 2010. Creo que en nuestro país sólo habían estado una vez anteriormente, teloneando a los teutones BLIND GUARDIAN, por lo que la ocasión era todavía más especial.
A las 22:00 horas con puntualidad meridiana (cosa que fue de agradecer, ya que era domingo y se curraba al día siguiente) y ante una We Rock a media entrada, salía como un trueno ASTRAL DOORS a presentar su último trabajo, “Notes From the Shadows”, su séptimo largo de estudio.
Comenzando precisamente con “The Last Temptation Of Christ”, precisamente de su mencionado nuevo disco, desde el primer momento pudimos apreciar la magnífica voz de Nils Patrik Johansson, de hecho la pudimos apreciar demasiado, porque el volumen de su micro estaba muy alto, tanto que eclipsaba a los demás instrumentos. El sonido por lo general fue bueno, aunque hubo momentos que ecualizar correctamente a los seis músicos tuvo que ser un dolor de cabeza de los gordos para el más que eficaz técnico de sonido de la sala.
Me gustaría destacar que ASTRAL DOORS se marcó un set de dieciséis temas, el más largo de su gira por la península y que además lo tocaron a todo trapo, sin darnos tiempo a respirar, puesto que en apenas noventa minutos todo el pescado estaba vendido. El bolo siguió con la pegadiza “London Caves” y el clásico “Of The Son And The Father”. Poco a poco se fueron haciendo con el escaso público de la sala y eso se demostró con “Wailing Wall”, que entraba muy bien por los oídos con su ritmo in crescendo.
Con un acertado orden en el set y conjugando muy bien los temas clásicos y nuevos, antes de lo que me hubiera gustado sonó “Power And The Glory”, todo un ejemplo de medio tiempo de Heavy Metal tocado perfectamente, a la que le continuó “Bride Of Christ” y “Bastard Son”, con lo que parecía que iban tocando dos clásicas y una nueva, ya lo he dicho, pero creo que es una fórmula que funcionó a la perfección a raíz de lo bien que se lo estaba pasando el público. Una fiesta que no desfallecía lo más mínimo y que le permitió a Nils Patrik Johansson jugar con la típica coña de repetir lo que dice el cantante durante los primeros compases de “Disciples Of The Dragonlord”.
Ulf Lagerström –bajista de ASTRAL DOORS- participó bastante con el estribillo de la movida “Quisling”. No he comentado nada del bajista Joakim Roberg, porque desgraciadamente su instrumento apenas se oía, una lástima sobre todo en “Shadowchaser”, porque este tema tiene una melodía estupenda que no pudo apreciarse en su directo. Ya íbamos llegando al final y se notaba, porque la traca de himnos de la banda que disfrutamos de una tacada no era moco de pavo, comenzando con la powereta “Slay The Dragon”, un tema friki donde los haya, que para que os voy a engañar, adoro.
A base de redoble de batería de Johan Lindstedt, Nils aprovechó para presentar a toda la banda y dar las gracias al público allí reunido antes de comenzar con el último tema antes de los consabidos bises, ni más ni menos que la excepcional “Time To Rock”. A la que continuaron “Child Of Rock And Roll”, “Black Rain” (absolutamente brillante, el corte que mejor sonó) y “Cloudbreaker”, que quizás habría tocado en penúltimo lugar, pero el set no lo hacía yo.
Gran noche de Heavy Metal en la capital, lástima que la gente no respondiese mejor pese a lo económico de la entrada. Por mi parte seguiré apoyando giras de bandas minoritarias para frikis (como se podía escuchar en alguna conversación en la sala) como esta.
Crónica: Txema Sáez
Fotos: Samuel González
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