ENTRAILS - Raging Death

Suecia es un país podrido, en el mejor sentido de la palabra, en lo que a Death Metal se refiere. ENTRAILS es un exponente más de esa podredumbre que nunca se llega a sanear, uno de tantos que recrean un estilo nacido allá por los 90.

Con ENTOMBED y DISMEMBER como grupos de cabecera, los de Linneryd, localidad situada al sur del país, resultan demasiado clónicos, y ya hay muchos grupos en ese club de imitadores. El propio logotipo les delata, pero no hay necesidad de ocultarse. Ese pasado glorioso es venerado, reutilizado y recuperado hasta la saciedad sin pudor alguno, y ese es su principal defecto, que en este "revival" sin freno encontrar algo novedoso es harto difícil, y ENTRAILS no es excepción.

¿Quiere esto decir que no merezca la pena escuchar "Raging Death"? Dependerá de lo saturado que esté uno de este estilo. Su buen hacer está ahí, todo es correcto: distorsión, voz, cambios de ritmo, pesadez... pero no por esto van a brillar más que otros miembros de esa escena sueca del Death Metal que no innovan en la receta. Queda a favor suyo que al menos sus verdaderos inicios fueron por 1990, aunque sus demos nunca vieron la luz y las ganas de rememorar su pasado hizo regresar al grupo en 2008, así que de esta nueva hornada, ENTRAILS no sería el mejor ejemplo de banda joven.


El inicio a esta obra lo pone una intro con inquietantes arreglos propios de película de terror, tampoco resultan una novedad. Son los primeros segundos de "In Pieces", un tema con fases rápidas y otras a medio tiempo, ideado para ir calentando el cuello con los 45 minutos que quedan por delante. Un buen solo de guitarra, impregnado de Heavy Metal, añade más detalle a la canción.

Algo más de desenfreno se percibe en "Carved To The Bone", que sin embargo defiende una parcela melódica en estribillos y punteos de guitarra bellos, oscuros y misteriosos a la vez, al estilo de los ya extintos DISMEMBER. Y en ese esquema se insiste a lo largo del álbum, con disloque vertical constante, variando la velocidad aquí y allá, con cambios de ritmo ideales para descansar y relanzar el tema a base de blastbeats y bramidos como en "Headless Dawn", y mantener esos pasajes más saltarines, donde la caja de la batería impone el ritmo.

Si cabe como nota particular, ENTRAILS intenta hacer de su Death Metal algo pegadizo dentro de lo que puede permitirle el estilo, como en "Bloodhammer" o "Cemetery Horrors", que tienen un estribillo fácil. Esta obra es una montaña rusa, que respira maldad en sus partes lentas y que se torna en agresión en las rápidas, un sube y baja siempre cargado de esa crujiente distorsión tradicional que no puede faltar en una banda de estas características.


Con este tercer álbum en tres años, los suecos afianzan su posición y su compañía seguirá apostando por ellos viendo el disco que han conseguido registrar. Para aquellos nostálgicos de aquel sonido, aquí hay un buen calco del mismo, con pizcas de magia que te llevarán a ese tiempo pasado con una facilidad pasmosa. Si simplemente quieres escuchar un grupo de buen Death Metal, "Raging Death" también es un acierto.

 

Carlos Herrero

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