Desde primera hora la sala But en Madrid presentaba un casi lleno. Todo esto gracias a la impresionante respuesta del público, la gran mayoría joven, para ver una gira donde los alemanes HEAVEN SHALL BURN eran el plato fuerte de la noche. Y es que los germanos están en racha, llevando más de una década en un estado de forma fantástico tanto en directo como en estudio, ganándose la admiración de la masa social.
Como entrantes, los australianos IN HEARTS WAKE y los estadounidenses WHITECHAPEL y AUGUST BURNS RED. Todos sonidos a mitad de camino entre el Hardcore y Metal que hicieron las delicias de los que acabaron abarrotando la sala.
Como comenté al principio de la crónica, me sorprendió bastante la gran cantidad de gente que había a primera hora. Por normal general, el grupo que abre una gira de tantas bandas no suele tener una afluencia tan amplia. Pero los espectadores disfrutaron del concierto ofrecido por los australianos.
Conectaron rápidamente con el público cantando y brincando de lo lindo. Esto fue también un aliciente para IN HEARTS WAKE: a eso de la mitad de su actuación, el cantante desplegó una minilancha hinchable para surcar la sala entre las cabezas de los asistentes mientras estos disfrutaban.
El sonido de la actuación de los comandados por Phil Bozeman fue contundente y espeso gracias a los tres guitarristas sobre el escenario. Esta inusual formación, algo que no entiendo y más aun tocando los tres las mismas notas, acabó obteniendo una respuesta más fría del público.
Personalmente el show ofrecido fue el que menos me gustó de todos. Y es que como le ocurre a mi compañero Juanma Rubio con THE BLACK DAHLIA MURDER (véase la crónica de CANNIBAL CORPSE), este grupo tiene todo para encantarme pero nunca me llega.
Otro de los platos fuertes de la noche eran los metalcoretas AUGUST BURNS RED. Aunque no fue una actuación para enmarcar, sí que ofrecieron un espectáculo más que digno.
AUGUST BURNS RED basó su setlist en su último trabajo, "Phantom Anthem" (2017, Fearless Records), hecho que no pareció importar lo más mínimo a la gente, siendo la contundencia de su sonido melódico uno de los alicientes de su función.
Intercalando temas antiguos y nuevos, pasamos desde "King Of Sorrow" hasta llegar a la aplastante “White Washed” con la sensación de que el show ofrecido pudo ser mejor.
El punto álgido de la noche coronaba con el concierto de los teutones HEAVEN SHALL BURN. Por suerte he podido verlos sobre las tablas en numerosas oportunidades y casi nunca fallan. En sólo una ocasión (Party San 2013) tuve una sensación agridulce. Del resto de las veces, incluyendo ésta actuación, salí más que satisfecho.
El show de los metaleros alemanes se caracteriza por el descaro de unos tíos que se lo pasan en grande sobre el escenario. Es increíble ver con qué facilidad se ganan al público ya sea con temas nuevos como “Bring The War Home” o “Corium”, como también con otros más antiguos como son “Counterweight” y “The Weapon They Fear”.
Se comieron el escenario gracias a un Marcus Bischoff enérgico y muy comunicativo con un público totalmente entregado, que respondía con satisfacción a cada palabra, cada gesto, cada movimiento de un grupo que también parecía disfrutar del concierto. Personalmente se me hizo corto, bastante corto. Los asistentes se lo pasaban como niños con cada canción que iba cayendo: “Bring The War Home”, “Land Of The Upright Ones” y “Counterweight”.
En este momento la audiencia estaba totalmente a merced de HEAVEN SHALL BURN, instante perfecto para la primera versión de la noche. “Black Tears” de EDGE OF SANITY resonó con fuerza en la sala. Una muy buena versión que HSB está consiguiendo convertirla en propia más que del extinto grupo sueco.
Un servidor ya se encontraba al borde del delirio cuando “The Final March”, “Combat”, “Voice Of The Voiceless” y “Hunters Will Be Hunted” iban cerrando la actuación, mientras cada integrante del grupo se marchaba a camerinos entre gritos de júbilo y ganas de más de los allí congregados. Pasado un rato, los sudados y cansados HEAVEN SHALL BURN volvieron para rematar la faena con “Endzeit”, uno de sus temas insignia y que volvió a desatar una ráfaga de energía, un chute de esfuerzo extra para finalizar con la segunda versión de la noche. Un tema que según los propios germanos fue un regalo para nosotros. El famoso “Valhalla” de BLIND GUARDIAN estalló en pleno éxtasis frenético e indomable.
Un gran broche final para una noche donde los alemanes nos cautivaron con un recital acorde al patrimonio musical que están forjando.
Fotos: Carlos de la Puente, por cortesía de Fotoconciertos.com
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