Crítica de THIRTEEN BLED PROMISES - The Black Legend

The Black Legend” ejerce de precuela del primer disco de THIRTEEN BLED PROMISES, “Heliopause Fleets”, en un viaje “de los orígenes del planeta al siglo XVI con la turbadora y enigmática presencia de seres de otras galaxias intrigando entre nosotros, moviéndose entre lo terrenal y lo divino”. Este grupo madrileño bebe de un cocktail temático en el que caben desde la ciencia ficción a la filosofía, los cómics… y (ahora vuelvo a citar literalmente de la hoja promocional) “las experiencias de Turri, su descomunal cantante, con estos aterradores fenómenos”. Esto, amigos, es magnífico. Y si este párrafo no ha despertado ni mínimamente tu curiosidad, supongo que lo de hablar de la temporada nueva de “Expediente X” lo podemos dejar para otro día. Además, recuerdo una entrevista en la que (creo que el propio Turri) decía que no tenían básicamente ni idea de qué significaba o a qué venía el nombre del grupo, más allá de que les gustaba, y que, al fin y al cabo, los alienígenas están ahí, detrás de todo lo que sucede. Mi primera impresión fue que a este grupo había que quererle. Ahora, después de escuchar “The Black Legend”, creo además, y aquí llegamos a lo que realmente debería ocuparnos, que es grupo tremendo. Y que ha grabado un discazo, le guste más o menos a los conspiradores de otras galaxias, esos cabrones taimados.

No he escuchado todavía el disco debut, de 2012, que puso a TBP en el mapa del Deathcore global cuando Total-Deathcore.com lo incluyó como uno de sus diez discos favoritos de toda la historia del género, que ni es muy larga ni muy lustrosa. Y esto es una opinión, la misma que me hizo tardar en ponerme con este grupo: en esa misma lista figuraban discos a los que dediqué en su día críticas casi hirientes. En el número 2, sin ir más lejos, aquel “The Cleansing” de SUICIDE SILENCE del que escribí cosas realmente feas. En general toda esta suerte de Deathcore moderno me ha pillado algo mayor. O más bien, y después de no sacar nada de mi gusto de los primeros platos, me ha hecho fijarme solo en grupos y discos que me han venido recomendadísimos, generalmente por cercanía al Metal Extremo más convencional. En general, prejuicios aparte, la mayoría de discos de Deathcore me resultan genéricos, aburridos más allá de la fachada, poco peligrosos al margen de su innegable brutalidad formal. Como un arma de fogueo o un decorado de cartón que se cae con cualquier golpe de viento. Y en este caso, el golpe de viento es un puñadito de escuchas.


Toda esta mezcla de opiniones y prejuicios que me asalta ante la etiqueta “Brutal Deathcore” se la salta THIRTEEN BLED PROMISES a la torera. Por lo que hace y por lo bien que lo hace. Por su tremendo nivel técnico, su enfoque personal, su abrazo a muchas vertientes de lo extremo y el carisma que desprende su música, cualquier cosa menos (vuelve el demoledor adjetivo) genérica. “The Black Legend” es un triunfo porque efectivamente es Brutal Deathcore al gusto de los amantes de esa escena pero es al mismo tiempo un disco para cualquier aficionado al Metal Extremo moderno: casi todas las vertientes del Death Metal tienen cabida y se coqueta con el Black Metal, los sonidos más clásicos y los progresivos/Djent. Cada canción tiene su propia narrativa, sus elementos distinguibles dentro de un disco en el que un montón de cosas forman un todo homogéneo y con una personalidad arrolladora. La producción es correcta y la mezcla algo mejorable, pero el nivel técnico y compositivo es sencillamente brillante, a la cabeza ese Turri al que cito por tercera vez para decir lo que tendría que haber dicho de él en la primera: es un cantante excelente, con profundidad y pegada, ya para mi una revelación en esta escena española en la que tenemos grupos de categoría internacional en cualquiera veta. También en el Brutal Deathcore: THIRTEEN BLED PROMISES.

Desde luego hay breakdowns y ritmos modernos por todas partes, pero también un trabajo de guitarras apabullante, con una riqueza que supera a muchos referentes del estilo y da un calado tremendo a las canciones, que aceptan desde pasajes atmosféricos a unas melodías que aparecen por todas partes y que marcan diferencias. No sólo un toque accesible entre tanta carnicería, también la base de los desarrollos más épicos y misteriosos, que son por otra parte una de las grandes hazañas de este “The Black Legend”. Hay momentos de este disco que me recuerdan a FALLUJAH y hay fases de inesperada ascendencia nórdica. También hay mucho de JOB FOR A COWBOY y compañía, porque esto al fin y al cabo va de eso. Pero, y a eso venía todo lo dicho al principio, este trabajo puede gustar a los amantes de lo extremo que no suelen acercarse demasiado a ese tipo de grupos. Es mi caso.

Canciones como “Sons Of the Northward Class”, “Year 666”, “Cosmic Depletion”, “Biblephagy Slender Phytobezoars”, “The Day After Roswell” o la fantástica y casi-instrumental “Death Of An Alien” son la prueba. Etiquetas al margen, TBP es un excelente grupo de Metal Extremo. Y sí, su etiqueta es el Deathcore en su vertiente más brutal. Lo lleva a gala, lo hace de maravilla y lo expande hacia una esfera musical de miras amplias y perfecto encaje con sus historias de ciencia ficción pasada de vueltas. “The Black Legend” es ultraagresivo, personal, imaginativo y carismático. Es absolutamente convincente: un gran disco. Mi enhorabuena.

Juanma Rubio

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