DEATH - Leprosy Deluxe Reissue

Van completándose las reediciones de DEATH, en un ciclo de creaciones tremendas que queda para la historia del Death Metal como pilares que sustentan buena parte del género. En el turno de "Leprosy" se han permitido, a parte de cualquier remasterización, rescatar algo que se solicitaba de hacía mucho tiempo, y no es otra cosa que las grabaciones valiosas en directo de aquellos años.

Como he dicho en alguna que otra ocasión, de DEATH hay numerosas grabaciones en directo, pero la gran mayoría pertenecen a los estertores de la década de los 90. De lo que sí faltaba material (o al menos no era de fácil acceso hasta ahora) eran grabaciones sobre el escenario de años previos. Aunque de sonido limitado por los medios con que contaba DEATH por aquellos tiempos, esta reedición de "Leprosy" incluye interesantes tomas en vivo de finales de los años 80, que puede ser el principal aliciente para aquellos fanáticos de Chuck Schuldiner que aún deseen tener más y más notas de brutalidad salida de su mente, sus dedos y sus colaboradores en DEATH.

Si aún no tienes una copia del disco original, creo que puede ser una buena opción hacerse con esta edición de "Leprosy". De hecho, sería una obligación, ya que estamos hablando de un clásico imperecedero. Si por el contrario ya dispones del original o las otras reediciones que se publicaron hace ya unos años (por ejemplo, unos brillantísimos digipacks desplegables de lujo) este "Leprosy" solo te puede aportar algo si eres un auténtico freak del genio.

Al igual que en otros de los trabajos ya reeditados, también se incluyen otros extras. En esta tenemos una colección completa de ensayos de DEATH con tomas de todos los temas que posteriormente incluyó el disco, registradas en dos sesiones de septiembre y diciembre de 1987. Joyitas, y desde luego alicientes para adquirir esta versión del disco.

Aquí seguimos, Chuck. Espero que nos estés viendo desde algún sitio, vigilando nuestros pasos y no dejando que este género tan increíble que ayudaste a levantar vaya a menos. Otra vez, gracias por todo.

Carlos Herrero