Hasta la redacción de HELLPRESS ha llegado el disco debut y homónimo de los gijoneses DRUNKEN BUDDHA, quienes se convirtieron en los flamantes ganadores de la última edición de la WOA Metal Battle de España, obteniendo el ansiado billete para representar a nuestro país en uno de los escenarios del prestigioso Wacken Open Air el pasado verano y donde consiguieron una meritoria tercera posición.
Muchas veces se pone en duda el servicio de este tipo de concursos dentro de nuestra escena, pero a decir verdad, si no hubiese sido gracias a su participación en la WOA Metal Battle quizás este primer gran trabajo de DRUNKEN BUDDHA jamás habría llegado hasta mis manos. Así que, como mínimo, podemos afirmar con claridad que sirven de altavoz para muchas bandas noveles.
A pesar de tratarse de una banda joven con tan solo un disco a sus espaldas, DRUNKEN BUDDHA está formado por un curtido plantel de músicos que llevaban ya tiempo tocando versiones de grandes clásicos de la década de los 70. Hay que agradecer a la formación que hayan dado un gran paso adelante, apostando por la composición de sus propios temas para el deleite de los seguidores del Hard Rock setentero de corte más Heavy.
DRUNKEN BUDDHA factura en su disco homónimo un trabajo de gran calidad y seriamente adictivo
La banda está altamente influenciada por bandas como DEEP PURPLE, RAINBOW o los primeros WHITESNAKE, pero aventurándose en unas sonoridades un tanto renovadas, pesadas e incluso en algunos momentos oscuras, sobre todo gracias al registro grueso y a veces un tanto desgarrado de Michael Arthur Long, vocalista de la formación.
El sabor añejo del hammond de Mario Herrero está omnipresente a lo largo de todo disco, aportando un trabajo exquisito a las teclas en cortes como la inicial "Can’t Hold Your Gaze", o "Monster", un corte en el cuál sacan a relucir sus influencias más pesadas y oscuras y que se convierte en un auténtico DEEP PURPLE meets BLACK SABBATH.
Los ocho temas que componen este "Drunken Buddha" son una auténtica delicia para cualquier amante del género, convirtiéndolo además en un trabajo de fácil digestión gracias a sus treinta y seis minutos de duración en el que podemos destacar canciones tremendamente adictivas y con mucha clase como "Medicine Man", "Jester Song" o la pausada y bluesera "Lady Stardust" que se convierten en una inmejorable tarjeta de presentación para DRUNKEN BUDDHA.
Muy probablemente la saturación de una escena que saca bandas a patadas hará que desgraciadamente este gran primer trabajo de la formación asturiana pase desapercibido para el gran público. Así que, si yo fuera tú, no tardaría ni un solo segundo en pinchar el disco debut de DRUNKEN BUDDHA, un trabajo con un sonido crudo y con un buen puñado de composiciones altamente adictivas que parecen creadas para degustar tranquilamente con una cerveza bien fría en mano y darle al botón de play en bucle, una vez tras otra, cada vez que se termina como un servidor está haciendo últimamente.
Autoeditado
Más información sobre la banda en su página de Facebook.