Se reedita uno de los álbumes clave para entender el Thrash Metal Norteamericano de la vieja escuela, “No Place For Disgrace” (1988) segundo disco de la veterana banda de Phoenix, FLOTSAM AND JETSAM. Injustos segundones en la escena y sepultados por la inmensa popularidad del Big Four (METALLICA, ANTHRAX, SLAYER Y MEGADETH), esta banda, todavía activa, contó entre sus filas, con el que más tarde fuera bajista de los de Hetfield, Jason Newsted. Al igual que EXODUS, el ser reconocido un poco más tarde que los cuatro antes mencionados, les condenó a una vida errática de popularidad limitada.
Pero es que este relanzamiento no sólo es una reedición sino una nueva regrabación de los diez temas del clásico con una producción netamente moderna. Cada aficionado podrá decidir con cuál se queda, si la original más sucia, agresiva y volátil, o la nueva más clínica, certera y algo estéril. En cualquier caso, es un placer verles capaces de recrear su legado de una manera tan creíble. Por un lado las guitarras y el bajo suenan mucho más afiladas y rebajadas y la batería mucho más seca y precisa, lo que hace de este relanzamiento una proposición más afinada pero mucho menos fresca e impredecible, y por otro, las voces de AK Nutson (único miembro que ha permanecido en la banda ininterrumpidamente desde su nacimiento) que más de 25 años después suenan contenidos y sin ese salvajismo Heavy tan característico.
Aunque quizá dónde más se note las carencias en esta regrabación es en dos de sus temas más cañeros y poderosos, “Hard On You” y “I Live, You Die”, cuyo grosor (el bajo es casi inaudible) que contrasta con la voz aulladora de Nutson es rebajado y reprimido a favor de una mayor precisión con lo que las canciones sufren en el proceso. En cualquier caso, este experimento respeta el tempo y la virulencia del álbum original y lo rodea de un halo de profesionalidad que para muchos perfeccionistas puede ser un acierto.
Recordando el lanzamiento original, ya durante su etapa más creativa y con Newsted entre sus filas debutaron con energía y nivel artístico con “Doomsday Of The Deceiver” en 1986 mostrando un Thrash Metal muy original, de guitarras gruesas y aullidos de la escuela más heavy imaginable, creando un combinado sónico personal y cercano aunque todavía incompleto a clásicos de su año (1986) como “Reign In Blood” “Master Of Puppets” o “Peace Sells… But Who’s Buying?”.
Por desgracia para cuando “No Place For Disgrace” fue publicado, con Newsted aportando pero ya fuera del grupo (le sustituyó Troy Gregory que encontraría la fama con PRONG años más tarde), a FLOTSAM AND JETSAM le sucedió como a OVERKILL (otro de los grandes del Thrash, condenado a la Segunda División) con “Years Of Decay”: demasiado tarde para capitalizar su genialidad, quedando relegados y poco a poco, aunque todavía activos, siendo condenados al olvido, mientras los cuatro grandes se dedicaban a profanar su legado durante los años 90 (“Reload”, “Risk”, “Stomp 242”, etc.).
Producido por Bill Metoyer (DARK ANGEL, TROUBLE), el álbum original tiene un sonido muy propio de las producciones de finales de los 80: denso, poderoso y con bastante más pegada que sus contemporáneos. Las voces de Eric A. 'A.K.' Knutson (con muchas más versatilidad y fuerza que ninguno de sus contemporáneos llegaron a soñar), las guitarras afiladas pero grasientas de Edward Carlson y Michael Gilbert y la base rítmica de Troy Gregory y Kelly David-Smith son un placer de escuchar a día de hoy y siguen sonando vigentes como lo fueron entonces, incluida la versión cachonda de ELTON JOHN “Saturday Night’s For Fighting”. Recomendable la edición original sobre todo, aunque los fans de las grabaciones modernas quizá prefieran esta nueva presentación.
Pedro Blackearth