Crítica de GRAVE DIGGER - Fields Of Blood

GRAVE DIGGER tiene una bendita obsesión con los antiguos pueblos de Escocia. "Fields Of Blood" viene a ser la tercera parte de una trilogía con inicio a mediados de los años 90, y por fortuna con suficiente calidad para entrar en la dilatada historia del grupo con buen pie.

Y eso no es algo sencillo. No en vano, han sido varias personas las que han mostrado una cierta queja por los trabajos que vienen entregando los alemanes desde la entrada de Axel "Ironfinger" Ritt a la formación hace ya más de una década. Bueno, no podría estar más en desacuerdo: este guitarrista se adaptó perfectamente y la trayectoria en general ha sido buena, aunque como siempre habrá un cierto agotamiento con tantos años encerrados en la misma fórmula. Con "Fields Of Blood", me reafirmo aún más en esta posición: estamos ante un gran disco de GRAVE DIGGER.

La evolución de este trabajo, eso sí, es un tanto extraña. Parece demasiado sencillo y plano en las primeras escuchas, incluso los adelantos me resultaron bastante decepcionantes, pero acaba por resultar muy entretenido. La sensación final que deja este álbum es que, aunque GRAVE DIGGER aflojó ligeramente en alguno de sus anteriores trabajos, la línea siempre ha sido sólida.

La fuerza de "Fields Of Blood" está en el habitual poder de los riffs de esta banda, con momentos de locura que rememoran la crudeza de la época dorada en su retorno en los 90. Seguramente la temática del trabajo ha vinculado no solo el concepto de letras, si no el musical, y eso también ha llevado a una buena inspiración en los estribillos, pegadizos, épicos. El uso puntual de arreglos introduciendo otros instrumentos es algo que el grupo siempre ha sabido hacer bien. Las gaitas aparecen aquí y allá, dotando de mayor frescura al disco, y aunque era un recurso evidente y previsible, está hecho con buen gusto.

GRAVE DIGGER logra en "Fields Of Blood" un disco a la altura de su trilogía escocesa

Una intro como "The Clansmans Journey", a base de gaitas escocesas con determinados guiños al pasado del grupo, ya te predispone para una tormenta de Heavy Metal alemán de gran factura. Detrás se han colocado "All For The Kingdom" (ojo al precioso solo de guitarra en el último tramo de la canción) y "Lions Of The Sea", temas muy directos y con gancho, coreables y que funcionarán bien en directo.

No pude evitar reirme las primeras veces que escuché "Freedom", con unos coros que han quedado bastante atropellados, más propios de una banda de hooligans saliendo de una taberna. Aún así, acaban por funcionar, y además tienen bastante sentido dentro de la narrativa guerrera de la canción.

Aquí se llega a lo que considero el culmen de la calidad de este disco: "Heart Of Scotland". Un himno, una enorme canción que tiene de todo… dureza, densidad y drama dentro de una estructura rica y que transmite mucho sentimiento, desde luego más que que la balada que le sigue.

"Thousand Tears" es el enésimo ejemplo de una colaboración un tanto estéril, y lo siento por Noora de BATTLE BEAST. La vocalista se mostró tremendamente orgullosa de haber sido invitada a participar en la historia escocesa particular que GRAVE DIGGER ha protagonizado durante tantos años. Una buena balada, pero considero que palidece ante otros momentos más emotivos del grupo.

Otro de los momentos más grandes de este trabajo es "My Final Fight", que empieza con una estructura muy similar a lo que sería una canción tipo de RUNNING WILD en su primer tercio. Luego el tema se desarrolla de otro modo, alejándolo de un mero clonado de ideas, pero ahí queda alojada esa sensación. Junto a "Gathering Of The Clans", con un impresionante intermedio gaitero, elevan la escucha del álbum hasta el notable: una pieza que sigue su tradición de potencia y aridez en las guitarras, estribillo sencillo... y canción lista.

El cierre lo pone "Fields Of Blood", una pieza de diez minutos que resume toda la filosofía del trabajo, y la propia esencia de la banda. En el desarrollo hay momentos de dramatismo en estructuras a medio tiempo para los estribillos y fases de pura garra a base de los habituales riffs secos de la banda. Después solamente queda una buena outro orquestal, "Requiem For The Fallen", el broche final para un buen álbum de los alemanes.

El vínculo del nuevo disco de GRAVE DIGGER con "Tunes Of War" y "The Clans Will Rise Again" es notorio y no solo en letras y concepto

En definitiva, este disco tiene (al igual que sucedió con "The Clans Will Rise Again" de 2010) un vínculo muy estrecho con su mítica primera entrega "Tunes Of War" de 1996. La unión va más allá de la temática sobre los antiguos pueblos pictos, y está en la sonoridad: además de las inevitables gaitas es como si algunos riffs se hubieran desarrollado a partir de escuchar otra vez aquel antiguo material, buscando inspirarse en los viejos himnos.

Si era su intención capturar la esencia de esos discos, les doy la enhorabuena a los alemanes porque lo han logrado. Solamente la longitud del trabajo podría penalizarlo, quizá habría dejado fuera un par de temas, pero de cualquier manera no se hace pesada su escucha.

Desconozco si GRAVE DIGGER ha recibido alguna vez el reconocimiento público de las autoridades escocesas. Si no es así, este decimonoveno disco es la excusa perfecta para que les entreguen alguna distinción, ya sea medalla, llave de ciudad o que les nombren hijos predilectos.

Os recordamos que GRAVE DIGGER han sido confirmados por la organización del festival Z Live para la futura edición del año 2021.

---

Discográfica: Nuclear Blast

Más información sobre la banda en su página de Facebook.