Crítica de HORA BRUJA - Trece

Con una manada de lobos elegantes y jugadores de un casino, así se nos presenta HORA BRUJA con "Trece", su primer larga duración, en homenaje al fallecido Javier Aller, miembro fundador de la banda, allá por el año 2013.

El disco se compone de trece temas, los mismos que el título que le da nombre, y está influenciado por el Heavy Metal más clásico, el Speed Metal y, en algunas ocasiones se llegan a apreciar atisbos de Power Metal en sus composiciones, así como jugueteos incluso con el Doom. Estamos, por lo tanto, ante una mezcla de estilos que da como resultado un disco que resulta potente y en ocasiones complejo, pues posee bastantes cambios de estructuras compositivas.

"Trece" se erige como una amalgama de estilos

De esta forma, tenemos cortes más propios del Speed y del Heavy como "Fuera de Control", "Cruel" o "Lobo". Por otro lado, "Entre Tinieblas" o la instrumental "Ned Land" son temas puramente derivados del Power, al igual que (y ya para la parte final del redondo) tenemos canciones más oscuras, algunas con ligeras influencias del Doom como "En Memoria" o "Imagínate", y otras como "Hora Bruja" o "Sombras", con teclados que les dan bastante siniestralidad.

Destacar el corte "Save The Zombies", que grabó en el 2014 Javier Aller para la película del mismo nombre en la que participó, y en cuya intro podemos escucharle.

HORA BRUJA factura un trabajo desigual

Sin embargo, y pese a esta potencia que de demuestra en el disco y que a buen seguro hará cabecear a los fans de la banda (mini de cerveza o kalimotxo en mano, por supuesto, pues el propio álbum en sí invita a ello), se nota que estamos ante un primer larga duración. Así, podemos comprobar fallos en el libreto (faltas de ortografía o incluso alteración del orden de un par de canciones), y a nivel de sonido pecan de estructuras repetitivas y, en ocasiones, da la sensación de que la voz de Salva va a destiempo de la música. Ello por no hablar de los coros, que en ocasiones resultan desafinados e improcedentes.

No obstante, como digo, nos encontramos ante un primer trabajo y en estos casos siempre se cae en la novatada. A buen seguro que estos "errores" se subsanan en el segundo larga duración de la banda, sin perder esa potencia, caña, y macarreo que les caracteriza, y consiguen ofrecernos un disco de diez.

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Discográfica: The Fish Factory

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