Crítica de "Times Of Revelation", el elaborado disco de MAD ROVERS

Portada de Times Of Revelation

"Times Of Revelation" muestra la madurez del grupo asturiano

El eclecticismo es sinónimo de valentía y de curiosidad. Quien se mueve exclusivamente en un territorio limitado y conocido puede desarrollar habilidades que le harán llegar a ser considerado como excelente en su pequeña parcela de conocimiento. Sin embargo, quien se aventura por sendas inexploradas a cada paso o quien gusta de frecuentar ambientes muy diversos enriquece su visión del mundo y llega apreciar y a ofrecer matices de una variedad que el “acomodado” no puede ni soñar. Y los asturianos MAD ROVERS son de la estirpe de los aventureros. Ya llamaron la atención de muchos con su homónimo debut fechado en 2017 y ahora consagran su nombre con “Times Of Revelation”, un segundo disco que suena a quinto o sexto por lo maduro y lo elaborado de las composiciones y lo acrisolado de su propuesta sonora.

La elegancia de MAD ROVERS

El disco arranca a golpe de piano nostálgico con “Revelation” y pronto se torna enérgico y eléctrico gracias al empuje de la majestuosa guitarra de Carlos Suárez y a la elaborada batería de José Mora. La sutil y matizada voz de Miguel Vallinas planea sobre la composición con gran elegancia acompañada de unos coros muy bien metidos, que dotan a la canción de una riqueza de arreglos muy de agradecer. Los pasajes instrumentales permiten que veamos la maestría técnica de unos músicos de gran nivel, aunque son aquellos en los que las voces ganan protagonismo los que se te meten en la cabeza de manera instantánea.

“Falling Down” es más potente aún, con unas guitarras pétreas muy bien apuntaladas por el bajo del magnífico Javier de Coupaud, si bien pronto la banda da un giro de 180 grados y torna acústico su sonido para luego volver a electrificarlo. Bandas legendarias como KANSAS afloran a mi memoria como relevantes en el sustrato básico en el que crecen las raíces de MAD ROVERS, aunque otras como PORCUPINE TREE también podrían ser citadas por el sesgo ecléctico y heterodoxo que imprimen a sus composiciones. Mención especial merece el espectacular solo de guitarra de Carlos Suárez, con momentos de verdadero virtuosismo y un exquisito gusto por la melodía.

Siguiendo la senda del Hard Rock de tintes progresivos “Today” se nutre de un ritmo infeccioso trufado de guitarras afiladas en un comienzo que pronto da paso a pasajes acústicos sutiles y emotivos aunque la canción es de las más dinámicas y potentes de un disco que acaba de empezar y ya nos ha enganchado por completo.

Eclécticos, valientes y sobrados de calidad: así son los asturianos MAD ROVERS en su nuevo trabajo

A lomos de ardiente Hard Rock nos asalta “Full Time Slave”, un tema acelerado, punzante y, sin embargo, lleno de matices melódicos que merece la pena degustar con calma. Sin llegar a adentrarse en el terreno del Heavy Metal, estamos ante un corte que coquetea con el estilo merced a unos riffs agresivos y una batería acelerada que impulsa el tema de manera trepidante. El final, con todos los instrumentos aliados al unísono, recuerda a los maravillosos MR. BIG, otra de las influencias confesadas por el grupo.

“Sign Of The Times” comienza pausado y acústico dejando que la voz de Miguel Vallinas cobre un merecido protagonismo. Seguidamente el tema se oscurece como noche sin luna gracias a las densas guitarras y a unas melodías muy cercanas a lo hecho por maestros como BLACK SABBATH en los setenta. Las desgarradas voces guturales que acompañan a la voz principal acentúan el dramatismo de un tema que se adentra por momentos en terrenos metaleros logrando una intensidad muy adecuada al tono crítico y ácido de las letras.

El lado más progresivo de MAD ROVERS, también el más valiente lo tenemos en la excelsa “I'll Be There”, un corte en el que afloran por doquier referencias a LED ZEPPELIN y también a los maravillosos RUSH. Los momentos más acerados, dan paso a pasajes delicados en los que, una vez más, el derroche de talento melódico es la carta de naturaleza del sonido de la banda. De nuevo quiero resaltar la gran labor a las seis cuerdas de Carlos Suárez, un guitarrista versátil como pocos he escuchado, capaz de brillar con luz propia en todos los terrenos y de quien a partir de ahora mismo soy rendido admirador.

Hard Rock, Blues Rock, Rock Progresivo… Todo lo tocan y todo lo tocan bien

Como un blues apesadumbrado y melancólico arranca “Secret's Garden”, una canción que nos da la ocasión de apreciar con gran nitidez la esplendida voz de Miguel Vallinas, capaz de subir a notas muy altas con convicción y de remansarse en pasajes más plácidos donde su voz me recuerda a la de mi admirado Göran Edman. El solo de saxofón y, sobre todo, el largo y esmerado solo de guitarra nos catapultan a los progresivos y lisérgicos territorios sonoros que dominaron Roger Waters, David Gilmour y compañía a lomos de su genial “Fluido Rosa”. El desesperado final, tiznado de notas negras como el azabache, cierra un corte largo y denso que, sin embargo, se pasa en un suspiro y que es de lo mejor de todo el disco.

“Free Me” sigue la senda épica y reconcentrada de su predecesora como un grito desesperado de ayuda para escapar de un mundo lleno de confusión y frustración. El hipnótico riff de guitarra contribuye a crear un ambiente de pesadumbre y agonía que acompaña perfectamente a la temática del tema y que cimenta un corte hecho para ser degustado a tragos cortos.

Más acústico y melancólico es “I'll Miss You”, un tema con aires de balada que ofrece de nuevo espacio para que se luzca la voz de Miguel y para que suene brillante y señorial la guitarra acústica de Carlos. Los aires sureños que aporta la slide guitar nos acercan a bandas com GOVT MULE y la transición a sonidos más enérgicos catapultan el tema a tesituras cercanas a bandas como BLACK CROWES o THE CULT.

Afrontando la recta final del disco, MAD ROVERS nos ofrece con “Rats In A Race” otro momento enérgico y contundente lleno de guitarras incendiarias y riffs contagiosos que son sólidamente apoyados por el muy presente y rotundo bajo de Javier. El tema, corto y a la yugular, es una muestra más de la capacidad de la banda de destacar también en terrenos más rocosos dotando así al disco de una variedad muy de agradecer.

El cierre de "Times Of Revelation" lo pone “Jesters And Puppets”, un tema acústico lleno de bellísimas melodías y en el que las guitarras y las voces melódicas son absolutas protagonistas. Una canción para cerrar los ojos y dejarse llevar por sus excelentes arreglos y para volver a darle una vuelta a un disco que sorprenderá a más de uno y que atrapará a los amigos de la calidad, sea cual sea la etiqueta que se le quiera poner. Atentos a la banda, que va en trayectoria de despegue imparable.