"RISE TO FALL se ha pulido y sacado brillo en 'End Vs. Beginning', y ofrece los estribillos más pegadizos de su carrera"
Sensaciones encontradas es lo que me ha despertado "End Vs. Beginning", el tercer disco de RISE TO FALL. Al principio me sentí abrumado por su Death Metal Melódico moderno hecho con cojones, perdonen ustedes la expresión, y de ello concluí que era el disco que confirmaba a la banda vizcaína de una vez por todas como una de las bandas de este país a tener más en cuenta. No obstante, esta idea se fue diluyendo con las sucesivas escuchas…
Desde luego, se podría decir que este "End Vs. Beginning" es mejor que sus anteriores obras. La banda se ha pulido y sacado brillo, y ofrece los estribillos más pegadizos de su carrera junto a toques electrónico-futuristas y el golpeo enraizado en el Metalcore -los ritmos de "Plastic Scene" son un buen ejemplo-. Todo hecho con gusto. SOILWORK es una de las inevitables referencias que vienen a la cabeza, así como unos IN FLAMES intermedios con una evolución bien entendida, o sobre todo, DISARMONIA MUNDI, y es que su líder Etore Rigotti, dueño además de Coroner Records, parece haber dejado legado en la formación vasca. Hay que señalar que la producción es de auténtico lujo, con mezcla y masterización de Jacob Hansen.
Empero, a raíz de lo que comentaba al principio de esta crítica, no todo son halagos. Quince cortes (más de una hora de duración) se me antojan casi eternos para un disco de estas características, y lo irregular de sus canciones les resta puntos. Quizá habría sido mejor limitar el número de cortes y dejarlo en torno a los 40-45 minutos, ya que de otra forma la intensidad queda aguada, mientras que quitando algún tema prácticamente se hubiera redondeado el trabajo.
En los aspectos positivos, hay que contar varios cortes adictivos en los que la voz melódica de Alain Gutiérrez es uno de los grandes reclamos. "End Vs. Beginning", con estupendos contrastes con la rasgada (a veces recuerda a un Anders Fridén cantando con ganas), o un fascinante y con inicio muy SOILWORK "The Threshold" -corte que quizá para algunos peque de ser excesivamente melódico, suponen un buen comienzo en este sentido. "Burning Signs" y "Parasites" siguen la estela de canciones que se quedan grabadas a fuego, con magníficos juegos de guitarra, entre riffs y melodías. Un diez para la banda en estas piezas.
El problema es que a estas alturas del disco un tema como "Rise Without Drama", sin ser malo, suena un poco repetitivo por incidir en elementos ya tratados, y lo mismo pasa con "Thunders Of Emotions Beating", en el que se repite la fórmula de inicio explosivo y cabreado y estribillos amables. Estos cortes, no obstante, no dejarían de destacar de forma individual, la queja viene más del orden o del abuso por reiteración que por la calidad de las canciones en sí. Insisto, son tremendamente pegadizos y en ese sentido es posible que ganen a las de anteriores entregas.
El futurismo sampleado, presente en todo momento, aporta más capas a un trabajo que tiene más gancho que sus predecesores. Ahí tenemos a "Murk Empire", en cierto modo la pista relajada del álbum, que junto a “Dark Clowns Leading Blinds”, "Emptiness" y "Unspeakable Sins" compone un conjunto de temas sosos. "Against All Odds", con voz en la línea de Bjorn “Speed” Strid de SOILWORK, y guitarras atractivas a veces acercándose a AT THE GATES, y la rabiosa "The Refuge" -hasta el consabido estribillo agradable-, no aportan demasiado pero suben las pulsaciones de la banda, y si se ha perdido parte del interés, al menos cuando llega el último tema, “Sustention”, su interludio intimista y las líneas vocales insuflan nueva vida al trabajo.
A nivel compositivo, "End Vs. Beginning" es posiblemente “el disco” de RISE TO FALL gracias a mejores canciones, ideas y producción. Sin embargo, no deja de planear esa sensación de que es una obra a la que le sobran minutos y espesura, a pesar de sus bondades.