Mucho ha cambiado la vida para los suizos en dos años. La repentina e inesperada muerte de su vocalista Steve Lee, al ser atropellado por un camión en Estados Unidos, supuso un durísimo revés para el conjunto de Lugano. Un período de reflexión les llevó a tomar la decisión, probablemente, esperada: seguir adelante. No obstante, esto significaba buscar un cantante que iba a llevar el estigma de ser el sustituto, no solo de una gran voz, sino, en especial, de un frontman inigualable, que desprendía carisma en el escenario y elevaba a GOTTHARD a un estadio superior. Es fácil alabar al fallecido pero en el caso de Steve Lee había unanimidad.
Después de un largo proceso en el que se barajaron nombres importantes de la escena, decidieron echar mano de un semidesconocido Nic Maeder. Compatriota, se había intentado ganar la vida en Australia con un proyecto en el que participaba su hermano, que no pasó de un modesto debut, curiosamente editado por un sello español. A partir de su entrada, anuncian “Firebirth”, su nueva obra, y una larga gira que les mantendrá ocupados intentando demostrar que GOTTHARD siguen vivos y con cuerda para bastante tiempo.
Esta fue la tarea principal de Marc Lynn durante la entrevista que mantuvimos escasamente un par de horas antes de que saltaran a las tablas de la madrileña sala La Riviera. Con una imagen distinta, pelo largo y rubio, más fondón, el bajista resultó ser un tipo amable y educado. No es que sean los instantes ideales para dedicarle tiempo a la prensa, pero contestó todo lo que se le pedía mientras en la sala colocaban unas viandas para que los helvéticos pudieran avituallarse y coger fuerzas antes de ofrecer una notable descarga.
Estamos muy cerca de la hora en que empieza el concierto. ¿Sigues sintiendo el cosquilleo previo a tocar?
Siempre te queda algo pero no demasiado, estamos acostumbrados. Además, es comienzo de gira con lo que estoy bastante fresco. En un par de semanas será otra cosa. Tampoco creas que hay lugar para nervios y demás, siempre concentrarte en lo que tienes que hacer. Hay un par de tareas inevitables en cada ciudad. Por supuesto, la primera es hacer la prueba de sonido, que todo esté preparado para que la gente pueda disfrutar y nosotros estemos a gusto. En segundo lugar, siempre intentamos montar un encuentro con fans. Nos debemos a ellos y conocerles o charlar un poco es un placer, porque son muy agradecidos. Por último, normalmente la prensa local te quiere entrevistar y hemos de atenderles. Digamos que es una rutina ascendente. El día empieza tranquilo y, poco a poco, el nivel de actividad va en aumento hasta que llega la hora de salir al escenario. Por supuesto, cuando termina el show es el momento de relax, donde nos podemos tomar una cerveza, hablar con la gente, estar con tus amigos, etc.
El título de vuestro disco, “Firebirth”, es muy significativo. ¿Cuál ha sido la principal motivación que tuvisteis trabajando en él?
La principal motivación cuando empiezas a colaborar con un nuevo cantante es que surja la chispa, la llama, especialmente cuando tenías a Steve que encajaba perfectamente en la filosofía de GOTTHARD y en lo que significaba. De repente, nos encontramos con Nic que, en mi opinión, también encaja con lo que queríamos una vez decidimos continuar. Nic posee una gran voz y tiene personalidad, por lo que el equipo vuelve a funcionar teóricamente. Sin embargo, falta ver cómo nos compenetramos. Es ahí donde debe aparecer la llama que te sirva para crear algo mágico. La prueba de fuego eran los ensayos habituales y la composición. Cuando todo esto sucede, es genial y de ahí tomamos el nombre para nuestro disco “Firebirth”, del nacimiento de la llama entre Nic y el grupo.
Por supuesto, la portada del disco con el renacer del Fénix es un reflejo de nuestra historia reciente. Las cenizas representan la desgracia que sufrimos con la muerte de Steve pero también la creación de una nueva vida, de una nueva etapa en GOTTHARD porque nos sentimos muy bien con la manera en que Nic ha empatizado con el grupo. Por supuesto, Steve era un grandísimo vocalista y son dos personas distintas con registros que, en ocasiones, se parecen y en otras canciones no tienen nada que ver. Para nosotros es importante seguir como grupo porque somos amigos y nos gusta hacer música juntos. Creo también que a Steve le hubiera encantado que GOTTHARD continuase. Grabar “Firebirth” ha sido un proceso muy creativo porque Nic no se ha dedicado a cantar exclusivamente sino que ha aportado nuevas ideas. Sabe tocar el piano y la guitarra, con lo que ha abierto nuevos caminos para el grupo.
Hablabas de la amistad. ¿Qué importancia ha tenido para seguir existiendo como grupo?
Muchísima importancia. El 90% de los grupos que pierden a su vocalista suelen terminar separados o alejados completamente de su concepción original, con lo que terminan por dejarlo. Todo el mundo sabe que hubo un período de reflexión después del accidente de Steve. Nos tomamos nuestro tiempo y cuando nos juntábamos, no hablábamos nada de música sino que era una cuestión de amistad: “¿Qué tal estás? ¿Cómo te ha ido el día?”. Cosas básicas pero esenciales cuando hemos pasado tantas cosas siendo compañeros. Cuando todos estábamos mejor y habíamos asumido lo que había pasado, era el momento de empezar a hablar de GOTTHARD y teníamos bastante claro que al subir al escenario, hay magia, algo especial ocurre. Por lo tanto, queríamos intentarlo, ver si esa magia se mantenía con un nuevo cantante.
Aparte del cambio de vocalista, ¿qué crees que ofrece “Firebirth” distinto a previos álbumes?
Por una parte, es un disco de Hard Rock pero, a la vez, considero que la presencia de un montón de instrumentos adicionales le confiere un aire melódico y variado al conjunto. Sin embargo, tenían que estar en su justa medida. Es otra de las cosas que hablamos, qué tipo de trabajo queríamos sacar. Charlamos sobre qué nos gustaría componer y qué no nos gustaría. Incluso, reflexionamos sobre el pasado y todos coincidimos que en que “G.” y “Lipservice” eran el reflejo de lo mejor de GOTTHARD. Coge estos discos, ¿por qué funcionan? Porque vuelven a un sonido básicos. No hay multitud de teclados ni de voces. Tienes dos guitarras, base rítmica, no excesivos teclados y la voz. Ha sido una especie de filosofía “menos es más”. En la base rítmica también lo hemos aplicado. Le dije a Hena: “Dame un ritmo y trabajémoslo. No lo cambies demasiado”. A partir de ahí dejábamos que fluyera. Si me preguntan por la cualidad principal de “Firebirth” diría que es un álbum real. No hay nada más que lo que oyes y puedes escuchar en directo, salvo algún pequeño añadido en las baladas.
Aunque has apuntado algo al respecto, ¿cómo os adaptasteis a Nic, estando acostumbrados a trabajar con Steve Lee?
Lo primero de todo era no componer nada concreto antes de tener un vocalista. Hubiera sido un gran error escribir una canción pensando cómo la hubiera interpretado Steve. Siempre dijimos que continuaríamos si encontrábamos a la persona adecuada. Para eso teníamos que estar abiertos de mente y esto significa no pensar en el pasado. Había que trazar una línea y trabajar a partir de esa línea, en una nueva etapa. No hablo del conjunto del grupo, porque el resto somos los mismos, sino en la voz. Por supuesto, los años con Steve siempre estarán presentes en nuestro corazón, en nuestra alma, en nuestro espíritu, pero la única forma de seguir era sentarnos con Nic y empezar a componer de acuerdo con su potencial.
Hubiera sido tonto pensar que Nic podía ser Steve.
¿Alguien piensa que puede estar con otra chica cuando sigues enamorado de la anterior? Es imposible. Esto, extrapolado a GOTTHARD, es similar. Steve es irremplazable pero la vida pasa y hemos de cubrir etapas. Por lo tanto, nuestro amor ahora es Nic y estamos encantados con él.
Es una pregunta típica en estos casos pero, ¿cómo habéis vivido la respuesta de los fans hacia Nic?
Estábamos convencidos de que no iba a ser tan buena como ha resultado y también que íbamos a perder a una determinada cantidad de fans que no podrían aceptar a GOTTHARD con otro cantante. No les culpo por ello, es una cuestión de sentimientos, seguro que no tienen nada contra Nic. Lo único que les pediría es que le dieran una oportunidad a Nic y a “Firebirth”. Muchísimos seguidores nos mandaron, tras la muerte de Steve, mensajes de apoyo y pidiéndonos continuar. Esas señales positivas nos sirvieron mucho para tomar la decisión de seguir. No fueron muchos los que mostraron su disconformidad. Esta banda posee calidad, es un conjunto buenos músicos y personalidades que aún puede escribir grandes canciones.
Parece que la mayoría del público lo ha entendido así, que quiere volver a ver a Leo en un escenario acompañado de Hena, Freddy y Marc. Vale, no está Steve y, desgraciadamente, no volverá pero ver a Nic y observan a un tío que sirve para esto, que canta bien, toca la guitarra y aporta a GOTTHARD. Queríamos fijarnos en el paso que dieron AC/DC, no otros grupos que perdieron a su cantante. Bon Scott parecía irremplazable; llegó Brian Johnson y grabaron “Back In Black”, su disco más exitoso, y hoy son una de las bandas más grandes del planeta. Todo esto lo digo con el máximo respecto para Steve, con el máximo respeto para el año de sufrimiento que su familia y amigos vivimos.
¿Qué sucede con los temas antiguos que tocáis? ¿Ha habido muchos cambios de tono?
Nic no puede cantar en los registros de Steve, igual que Steve no hubiera podido hacerlo en los de Nic. Nic puede alcanzar tonos altos pero nunca como Steve, porque no ha habido muchos como él que manejaran con tanta maestría los agudos. No obstante, lo que importa no es lo alto que llegues sino cómo manejes la canción y qué sensaciones trasmitas al oyente. Muchos de los temas que podréis escuchar esta noche y en la gira, los interpreta a la perfección. Otros no tanto. E, incluso, hay canciones que no puede cantar y no las podemos hacer. Por lo tanto, hemos elegido aquellas composiciones más conocidas pero que a Nic le convienen. Está claro que todo el mundo va a centrar su mirada en Nic y por eso ha realizado una labor durísima para conocer todas las canciones y letras de GOTTHARD.
¿Qué rol tiene cada uno a la hora de componer?
Todos tenemos un rol dentro del grupo pero la dinámica suele ser la misma. Alguien tiene una idea, la graba y nos la presenta. Si coincidimos en que debe ir adelante, creamos una canción. No obstante, sobre todo Leo, Freddy, y ahora, Nic son los que más trabajan las canciones en el estudio. No obstante, si, por ejemplo, yo tengo una idea, ellos me ayudan a construirla y componer un tema. Nadie decide si esta o aquella es una buena canción. En ese aspecto, funcionamos como un equipo, y si no les gusta lo que les traigo, no pasa nada.
Con “Lipservice” experimentasteis un auge inusitado en países como España. Antes, ya gozabais de gran éxito en Suiza o Alemania, pero el fichaje por Nuclear Blast y la calidad de “Lipservice” supusieron un salto importante para el grupo. ¿Buscabais esa expansión internacional con el cambio de discográfica o fue más un cúmulo de circunstancias?
Durante nuestros primeros años teníamos un contrato buenísimo para Suiza y Alemania, pero el resto del mundo se quedaba al margen, así de sencillo. Cuando se gesta el acuerdo ya teníamos siete discos de estudio y muchísima gente no nos conocía, salvo aquellos que más habían profundizado en este tipo de música durante los noventa, que no fueron los años de éxito masivo del Hard Rock, ni mucho menos. Por eso, queríamos, necesitábamos dar un paso adelante en países como España. Te lo pongo de ejemplo porque los padres de Steve viven aquí; los de Leo también tuvieron una etapa en España; nuestra relación con Montserrat Caballé a la que, por cierto, vimos ayer en Barcelona (N. de R: Por si alguien no lo sabe, grabaron una versión de “One Life, One Soul” con ella que se puede ver en directo en youtube). Para nosotros España es increíble porque tenemos amigos aquí, buena comida y demás. No era cuestión entonces de tocar en grandes escenarios sino de hacerlo enfrente de gente que es feliz por verte. Por supuesto, también queríamos crecer, no solo tocar para unos cuantos seguidores, pero eso creo que lo hemos conseguido.
Aquel concierto en Madrid, e imagino que en el resto de lugares que tocarais en España, presentando “Lipservice” significó un punto de inflexión, no solo para la relación de GOTTHARD con España, sino en la visión de la gente aquí con respecto a la banda.
Sí, lo recuerdo bien. Es un poco como esta gira, aunque hoy tocamos en un sitio muchísimo más grande. Tiempo después cambiamos de manager y de agencia, y se demostró que no tomamos la decisión adecuada. Ahora hemos vuelto con nuestro antiguo equipo, con el que mejor nos funcionó todo. Como puedes comprobar, esta noche vendrá un montón de gente, ayer también hubo una gran entrada en Barcelona, mañana en Pamplona está todo vendido, es decir, las cosas ruedan francamente bien.
En vuestro país soléis llegar a lo más alto de las listas de éxitos; en Alemania también; y esto se ha extendido, aunque no de forma tan masiva como en Suiza, a otros lugares. ¿Os genera una presión adicional a la hora de componer o no dejáis que ningún factor externo influya?
La verdad es que no ha habido esa presión en este momento porque pensamos que “Firebirth” es nuestro segundo debut, si se me permite la expresión. Hemos escrito canciones y ya tenemos la experiencia suficiente para saber si el tema merece la pena o no, si bien nunca puedes predecir si le va a gustar a la gente. Estaba seguro que sería la primera vez en mucho tiempo que no alcanzaríamos el número uno en Suiza y ver que lo hemos conseguido durante varias semanas es fantástico. Es emocionante ver a nuestros seguidores cómo se le siguen cayendo las lágrimas al escuchar las canciones antiguas. La música es un cúmulo de emociones y, como te decía al principio, estamos gratamente sorprendidos por cómo la gente ha aceptado a Nic. En España, en Francia nunca hemos vendido tanto discos como ahora, en Japón… Lógicamente, es complicado intentar comparar ventas porque cada año se compran menos discos. La mayoría se los descargan gratuitamente y pocos pagan por la música, por lo que hemos de fijarnos en la cantidad de gente que viene a vernos.
Suiza no es el Estado más grande de Europa pero, en mi opinión, tenéis bastantes bandas de calidad. ¿Tienes alguna favorita?
En realidad, ninguna. Si miras las listas de éxitos de mi país no hay nada que merezca la pena. Inicialmente, casi todas cantan en alemán, no en inglés, idioma que prefiero. Que canten en inglés hay una o dos, como 77 BOMBAY STREET, que está bien aunque es estilo completamente distinto a lo que suelo escuchar. ¿Te gusta a ti alguna?
Hombre, mis grupos favoritos de vuestro país son CELTIC FROST, SAMAEL y GOTTHARD, entre otros muchos.
¡Ah! Pensaba que te referías solo a los que estaban actualmente más de moda. SAMAEL es un grupo interesante, muy distinto a GOTTHARD pero su propuesta es arriesgada. CELTIC FROST fue muy grande en los ochenta, hasta a mí me gusta “Into The Pandemonium”; luego se reformó pero aquello no duró mucho, la verdad. También tenemos a KROKUS.
Sí, claro, hay muchísimo pero, por ejemplo, KROKUS me parece una buena banda pero no excelente.
Algo similar pienso, aunque fue banda sonora de mi juventud.
Luego, ya, hay otras formaciones mucho menos conocidas como tu ex grupo, CHINA, que eran increíbles.
¿Te gusta CHINA? Ya sabes que solo estuve en el primer disco pero aquí está Freddy que fue parte fundamental del grupo en toda su primera etapa. Ahora están juntos de nuevo pero ni Freddy ni yo participamos. Justo me fui antes de “Sign In The Sky” y la gira que fueron teloneros de Yngwie J. Malmsteen, con la que tocaron aquí en Madrid.
Habéis compartido buena parte de la gira con UNISONIC, un proyecto realmente interesante que reúne a músicos conocidísimos en el Hard Rock y el Heavy Metal.
Fue una idea de nuestra compañía de managers. Nos propusieron compartir tour, no toda la gira completa sino lugares escogidos. Inicialmente, Sudamérica porque ellos tenían muchísimos tirón allí, con lo que serían cabezas de cartel, y el ir con UNISONIC nos favorecía ya que nunca habíamos tocado en países como Argentina, Chile o Brasil. Luego, fuimos a Japón, otra experiencia magnífica. Hace poco en Rusia, donde ya invertimos los papeles y encabezamos el cartel. Ahora estos tres shows en España para, posteriormente, continuar nosotros solos la gira y volver a tocar con ellos en Alemania. Está siendo muy divertido, sobre todo charlar tranquilamente con Mandy unos cuantos años después de que dejara GOTTHARD. Hablamos del pasado, de cómo nos va la vida y esas cosas. Cuando nos separamos no fue del todo amistoso pero son situaciones que suceden en la vida. Ahora entendemos perfectamente cuál fue la postura de cada parte y todo está bien. Me alegra mucho que esté en una formación tan potente como UNISONIC, con dos leyendas como Michael y Kai, y otros dos buenos amigos, Dennis y Kosta, con quienes hemos compartido conciertos muchos veces con sus PINK CREAM 69. Con Kosta especialmente hablamos todos los días, al estar encargado de la agencia de management. Es una pena que no pueda estar ya con PINK CREAM 69 pero no tiene tiempo para todo, es imposible.
Por supuesto, no te voy a negar que es complicado tocar después de un grupo de Heavy como UNISONIC, máxime cuando son tan buenos. Al ser más cañeros que nosotros, la gente se vacía y tiene que descansar un poco en el cambio, pero te aseguro que es un desafío el conseguir que recarguen pilas y los fans nos muestren toda la energía que habían desplegado con UNISONIC. Creo de verdad que lo estamos consiguiendo. UNISONIC nos hacen ser mejor banda porque nos obligan a superarnos.
¿Hasta cuándo pensáis alargar la gira? ¿Os veremos en los festivales del año que viene?
Espero que sí. De momento, este tour va a concluir en diciembre. Nos queda Francia, Reino Unido, Escandinavia, un poco del Este de Europa y, finalmente, Alemania y Suiza. Posteriormente, paramos un poco en Navidad y tenemos el crucero “70.000 Tons Of Metal” que promete ser una gran fiesta en el océano. A partir de aquí, las puertas están abiertas y ojalá nos llegan buenas ofertas para el próximo verano. Sin embargo, y paralelamente, queremos concentrarnos en escribir nuevos temas porque el próximo álbum va a ser crucial para el devenir del grupo. Es volver a tener la famosa presión del segundo disco, en este caso, de la etapa con Nic.
Después de diez discos de estudio y una exitosa carrera, ¿de qué te sientes más orgulloso?
De estar vivo, por encima de todo. Además, de otras muchas cosas. La primera, de mantenernos en activo, tras varios altibajos, pero ahí estamos, aún juntos. Segundo, he aprendido a vivir el día a día al cien por cien porque ya sabemos qué estamos expuestos a cualquier cosa. Por lo tanto, hemos de disfrutar de lo que tenemos al máximo. Nunca sabes cuándo será tu último día.
¿Podrías escoger un disco de GOTTHARD que consideres minusvalorado?
Mmm… Déjame pensar… Tenemos discos mejores que otros pero sí que de cada álbum puede extraer cosas positivas. Si reflexiono sobre cada uno podría encontrar cosas a mejorar, o canciones que no han tenido la repercusión que pensaba, pero si he de escoger, no te diría que infravalorado mas sí que me gustaría remezclar “Open”. La grabación original es infinitamente más dura, por lo que me gustaría encerrarme en el estudio y volver a mezclarlo para que quedara como lo planeamos. Lo que ocurre es que no sé si tiene sentido. Diría que no porque siempre preferiré meter a grabar nuevas canciones.
Antes de terminar, te pediría que me dieras tu opinión acerca de determinadas cuestiones relacionadas con tu país, no con GOTTHARD. La primera es lingüística. ¿Alemán, italiano o francés?
Yo nací en la parte alemana y GOTTHARD es una banda de la zona italiana, que es donde vivo actualmente. Hablo correctamente alemán e italiano; de francés controlo algo pero no tengo la soltura suficiente. Por lo tanto, si me tengo que expresar prefiero el alemán, aunque el italiano es muy bonito en determinados ambientes. Me entiendes, ¿no? (risas)
Como suizo, ¿qué opinas de la figura de Roger Federer?
Es un tío increíble. Algunas veces alucino con mis paisanos cuando decían hace un tiempo que estaba acabado y era el número tres del mundo. A ver cuántos pueden decir lo mismo, ya me gustaría que GOTTHARD fuera la tercera banda del mundo en el Hard Rock. Encima, ha vuelto al número uno otra vez y es un caballero en la pista. Lleva en la cima más de una década, algo poco habitual en un deportista. Es un fuera de serie.
¿Cómo valoras el estatus neutral de Suiza en el mundo? ¿Te gustaría que estuviera dentro de la Unión Europea?
No, la verdad es que no. Para GOTTHARD como grupo tendría beneficios a la hora de conseguir material más barato pero como ciudadano suizo no puedo estar de acuerdo en una hipotética entrada en la Unión Europea. Los suizos somos gente organizada y tener un sistema bastante eficiente, tanto como para que la gente confíe en nuestro sistema financiero y lo pongan como ejemplo de estabilidad. El conjunto de la Unión Europea y su concepción es puro negocio, nada que ver con la identidad de cada uno. La gente, las personas han perdido y solo las grandes compañías multinacionales se han visto favorecidas por esta supuesta apertura de fronteras. Además, es ridículo comparar e intentar unificar la mentalidad española con la alemana, la italiana con la sueca, y así con todos. Cada país tiene su identidad y costumbres. No obstante, también te digo que la tradicional posición neutral de Suiza, a día de hoy, no es tal. Estamos en la ONU y otra serie de organismos internacionales en los que, por otra parte, es lógico que un país como el nuestro deba estar. Por lo tanto, es realmente difícil considerarte neutral pero, en mi opinión, Suiza debe quedarse con un papel como el que ahora ostenta en el mundo. Nada más.
Marco-Antonio Romero (con la colaboración de Txema Sáez)