Crítica de WARREL DANE - Shadow Work

Warrel Dane - Shadow Work

Warrel Dane, un artista queridísimo y uno de los vocalistas más expresivos del mundo del Metal nos dijo adiós en diciembre de 2017. La triste noticia golpeó a los fans mientras se encontraba trabajando en este "Shadow Work", un trabajo que terminó de cocerse tiempo después de su muerte. El inagotable caudal creativo del cantante se cortaba dejando en el aire una posible -y esperadísima- reunión de NEVERMORE y echando el freno a SANCTUARY.

Como no podía ser de otra forma, "Shadow Work" -para mí, uno de los mejores discos de 2018- nos trae de nuevo a un excelente Warrel Dane, con su voz versátil, que aporta muchísimo contraste a los abrasivos instrumentos, erigiéndose como gran protagonista.


"Shadow Work", para escuchar en días nublados

Si bien no se puede decir que sea un disco depresivo -por decirlo de alguna forma-, sí que es decididamente sombrío, como también lo eran muchas otras de las obras del artista. La escucha de "Shadow Work" acentúa la idea del adiós y por lo tanto no se va de la cabeza la sensación de pérdida y amargura. Es imposible despegarse de ella ya que además impregna toda la obra.

En lo referente a las cuestiones musicales, el álbum podría haber sufrido cambios de haber seguido Warrel vivo, ya que falleció en pleno proceso de grabación y parte de lo que escuchamos aquí, de alguna forma, no dejan de ser esbozos. Se dice que incluso la duración del álbum iba a ser de 80 minutos, nada menos que el doble. En cualquier caso, el material está muy bien aprovechado y, en definitiva, hay que disfrutar con lo que nos ha dejado, que no es poco precisamente y se deja paladear con gusto. Y eso es gracias al enorme carisma de su voz, suplicante, dramática y dura y, a la vez, cálida, y al trabajo de su banda y los productores. Es digno de aplauso por tanto que se haya podido completar gran parte del puzzle y ofrecernos "Shadow Work".

Johnny Moraes y Thiago Oliveira realizan un gran trabajo a las guitarras y endurecen lo escuchado en el anterior trabajo en solitario de Warrel, "Praises To The War Machine", otro fantástico disco, por cierto. Riffs potentísimos, partes complejas y pesadas, muy en la onda de NEVERMORE, y melodías que llegan cuando son requeridas, hacen que cada una de las canciones tenga partes memorables.


"Ethereal Blessing", pone el inicio oriental y misterioso a un disco grave con un fenomenal arranque: "Madame Satan", mostrando el lado tenebroso con un magnífico estribillo; y "Disconnection System", un tren con los riffs más pesados y agónicos en el que es uno de los cortes más contundentes de la obra, que solo se detiene en las pausadas estaciones de los calmados estribillos.

Se podría decir que, fluyendo hacia otra vertiente, "As Fast As The Others" transmite cierto optimismo dentro de la negrura imperante, por su forma de conjugar líneas vocales e instrumentos. También destaca el tema que da nombre al álbum, con una letra que da que pensar, a la que sigue una curiosa versión de "The Hanging Garden" de THE CURE, que encaja como un guante en el contenido del álbum. Vaya vuelta de tuerca le han dado Warrel Dane y su banda a la canción original, dotándola de una nueva personalidad y haciéndola parecer completamente distinta. Como muestra, su comienzo extremo y la apasionada fuerza que domina el corte.

Y llegados a este punto poco resta para el final: "Rain", preciosa antesala de la triste despedida que supone la larga canción "Mother Is The Word For God", que pone los pelos como escarpias...


Durante el silencio que sigue a la escucha de "Shadow Work", permanece el desasosiego. Algo se agita al hacerse vívida la idea de que se ha perdido a un descomunal artista. Ha bajado el telón pero nos queda un legado de calidad irrepetible para disfrute de sus seguidores de todo el mundo. Ahí tendermos siempre su obra para recrearnos en ella. Hasta siempre, Warrel, y gracias por todo.


 

Página de los fans de Warrel Dane en Facebook.

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