Después de trece años desde sus últimas actuaciones en España, los suecos SPIRITUAL BEGGARS volvían a ofrecer una serie de conciertos en nuestro país para presentar su último álbum, “Earth Blues”. La formación compuesta por el guitarrista Michael Amott (ARCH ENEMY), el bajista Sharlee D’Angelo (ARCH ENEMY), el cantante Apollo Papathanasio (ex FIREWIND), el teclista Per Wilberg y el batería Ludwig Witt, ofreció un show de puro deleite rockero para el público madrileño. El regreso de la banda tuvo lugar, por el cierre de la sala Caracol, en la Cats, un buen emplazamiento en cuanto a sonido y distribución que quizá se quedó un poco grande.
Antes de que los BEGGARS salieran a escena, pudimos disfrutar de la actuación de ZODIAC, una banda alemana de Rock setentero que se enfrentó a un recinto casi vacío. Con el público entrando con cuentagotas, el grupo fue desgranando las canciones de su debut “A Bit Of Devil”, entre las que destacaron “Diamond Shoes”, “Horror Vision” o “Coming Home”.
Los germanos tuvieron algún problema, y es que tocar como tercer corte una versión de ZZ TOP, “Blue Jeans Blues”, no ayuda a iniciar la actuación con intensidad, ya que es un tema demasiado largo, relajado y pausado, si bien no exento de partes rugientes. Lo bueno de esta faceta de ZODIAC era la sensación de trance que generaban sus temas, posiblemente más indicada para disfrutar en casa por sus efectos sedantes, cada uno con las sustancias que considere apropiadas, pero no para un concierto en el que se reclama intensidad.
En cualquier caso, los teutones también nos dejaron canciones más cañeras y alguna curiosidad, como cuando en la citada “Coming Home” el bajista Rubén Claro se hizo cargo del teclado. ZODIAC hizo aplaudir a los escasos asistentes que se dieron cita durante su actuación pero deberá esperar a otra ocasión más propicia para salir triunfante.
Lo de SPIRITUAL BEGGARS fue harina de otro costal y las dosis de la necesaria caña se repartieron desde el comienzo con “Beneath The Skin” y “Left Brain Ambassadors”. El grupo dejó patente su apariencia hippiesca con la cinta en el pelo de Michael Amott y los pantalones perrofláuticos del teclista Per Wiberg, al que recientemente entrevistamos.
Así salió la banda, a darlo todo, con un Apollo enchufadísimo y animador que no paraba de golpear su pandereta en una sala ya más nutrida de asistentes, ante los que el grupo fue interpretando otros cortes como “Young Man, Old Soul”, “Turn The Tide” -uno de los cortes de su reciente “Earth Blues”- o “Wonderful World”, al que habría que sumar un breve solo de batería.
Como era de esperar, los BEGGARS repasaron su larga carrera además de tocar varias canciones de su última obra, aunque, como comentamos varios asistentes que conocíamos el set list de antemano, era imperdonable a la par que inexplicable la ausencia de un clásico como “Angel Of Betrayal”, pedido inútilmente por el público. Algo raro siendo un exitoso single gracias al que muchos conocimos a la banda, por su impactante videoclip y música. Los chicos de Amott lo subsanaron de alguna forma gracias al enorme poderío como músicos sobre las tablas, al buen rollo que transmitían tanto ellos como sus canciones y a una gran ejecución por parte de todos los integrantes, destacando Apollo, al que no se le vio tan ahogado como en otras visitas junto a sus ya ex compañeros de FIREWIND. Muy competente esta vez en directo.
Unos deliciosos “Dreamer” y “Star Born” de su anterior trabajo, primero con Apollo, “Return To Zero”; y otros poderosos cortes como “One Man Army” y “One Man’s Curse”, con ese tonillo inicial de banda sonora de cine porno setentero, siguieron haciendo las delicias del público. Como comentó con otras palabras más directas y soeces un compañero de Hellpress, la música de SPIRITUAL BEGGARS en diversas fases de su show era la ideal para escuchar al recibir sexo oral. Así de distendida era la actuación de los suecos en muchos momentos.
Ya en la recta final, “Sedated”, con un solo de teclado bastante psicodélico a cargo de Per que la unía con “Kingmaker”, el nuevo y coreado single “Wise As A Serpent”, “Throwing Your Life Hawai” y “Mantra”, ese tema lleno de geniales ínfulas zeppelianas, iban aproximando el final.
Amott recordó cuando el grupo teloneó junto a ENTOMBED a IRON MAIDEN en Las Ventas, y posteriormente Apollo presentó a todos los miembros de la banda alargando demasiado “Blind Mountain”. El último corte fue el sabbathico “Euphoria”, que también se alargó por los juegos de cantar que se traía Apollo con el público. Así se despedía, tras algo más de hora y media de buen sonido y ejecución, SPIRITUAL BEGGARS. Esperemos que el grupo, si no se ve demasiado constreñido por las otras ocupaciones de sus integrantes, no tarde tanto en dejarse ver por aquí en un escenario, sobre todo si es para dejar tan buenas sensaciones como en esta ocasión.
Crónica y fotos: Enrique Herrero
