Crónica del concierto de AIRBOURNE y BLUES PILLS en Barcelona (2 de diciembre de 2022, Razzmatazz)
AIRBOURNE aterrizó de nuevo en Barcelona cuando no hacía ni cinco meses de su última visita a la ciudad. En aquella ocasión los australianos abrieron para IRON MAIDEN y WITHIN TEMPTATION en el que ya podemos considerar como mítico concierto de los de Steve Harris en el Estadi Olímpic Lluis Companys. Desgraciadamente, aquella tarde no se dieron las mejores circunstancias para disfrutar de un concierto de la formación liderada por Joel O’Keeffe en toda su plenitud, ya que el mal sonido les jugó una mala pasada en un estadio muy frio que todavía estaba muy lejos de llenarse a la hora de su actuación. Afortunadamente, en esta nueva visita pudieron desquitarse reventando la sala grande de Razzmatazz junto a los magníficos BLUES PILLS.
BLUES PILLS, el origen del incendio
La sala grande de Razzmatazz lucía muy buen aspecto cuando los miembros de BLUES PILLS hicieron acto de presencia sore las tablas del escenario para prenderle fuego a la mecha. Liderados por un huracán llamado Elin Larsson, el combo sueco arrancó su actuación de la mano de “Proud Woman” a ritmo de su Rock Psicodélico setentero que, a priori, poro tenía demasiado que ver con la propuesta de AIRBOURNE, pero que encandiló a muchos de los que ahí nos reunimos. La vocalista sueca, enfundada en sus botas blancas de caña alta, comandó el concierto en todo momento, encandilando a los asistentes con su entrega y gran presencia escénica.
BLUES PILLS gozó de muy buen sonido para tratarse de una banda telonera, mucho mejor del que disfrutaron los australianos un rato más tarde, y lo aprovecharon para darle cancha a “Holy Moly”, su más reciente trabajo de estudio, del cual ejecutaron con precisión composiciones como “Low Road” o una “Kiss My Past Goodbye” en la que Elin desempolvó su pandereta.
La frontwoman sueca supo meterse al público en el bolsillo desde el inicio gracias a su gran voz y sus grandes dotes como maestra de ceremonias que no dejaron indiferente a nadie y es que no paró quieta ni un solo segundo de su concierto.
BLUES PILLS hizo gala de su clase y elegancia de la mano de magistrales ejecuciones de canciones de su primera época como fue el caso de “High Class Woman”, “Bliss” o la bluesera “Black Smoke”. Tras ellas volvieron a apostar fuerte por su material más reciente, apostando fuerte por temas como “Dust” o una electrizante “Bye Bye Birdy” en la que Elin no dudo ni un segundo en saltar a la pista de Razzmatazz para darse un baño de masas ante un entregado público que les regaló una calurosa ovación una vez finiquitada.
El inicio pausado de “Little Sun” rebajó momentáneamente la intensidad de su actuación y es que el desarrollo in crescendo del tema hizo que BLUES PILLS encendieran otra vez al público, que les regaló un nuevo y caluroso aplauso que se fundió con el inició de una rockera e irreverente “Devil Man”, con la que sentenciaron una grandísima actuación. BLUES PILLS presentaron su candidatura para ser una de las grandes bandas del revival del Rock setentero que proviene del norte de Europa. El combo sueco atesora grandes composiciones y tablas suficientes como para poner en un compromiso a las bandas para las que abren y esto no está al alcance de todo el mundo.
AIRBOURNE se desata en Barcelona
Cuando sonaron a volumen atronador “Ace Of Spades” y “(We Are) The Roadcrew” de MOTÖRHEAD por los altavoces de la sala todo el mundo se vino arriba. Un gran telón con la portada de “Boneshaker” lucía tras las murallas de Marshalls y la batería de Ryan O'Keeffe y fue entonces cuando como si de un vendaval se tratara, aparecieron AIRBOURNE a escena de la mano con “Ready To Rock”, que incendió Razzmatazz.
Es conocido por todos que los autralianos no destacan precisamente por su finura y quedó más que claro al escuchar el volumen ensordecedor y la distorsión infernal de las que hicieron gala a lo largo de toda su actuación.
Los conciertos de AIRBOURNE destacan por su intensidad y desenfreno, y así, sin apenas mediar palabra se nos abalanzaron con la ejecución de todo un clásico como es “Too Much, Too Young, Too Fast”, poniendo la sala patas para arriba. Tras ella llegaron “Firepower” y una “Girls In Black” asalvajada en la que Joel aprovechó para darse su habitual paseo por la pista montado a hombros de uno de los integrantes de su equipo para terminar su excursión reventándose una lata de cerveza en la cabeza. Es increíble la de veces que le hemos visto hacer esto en vivo y lo bien que les funciona gira tras gira.
Tras volver al escenario, Joel se dirigió al público por primera vez para introducirnos en una “Back In The Game” amenizada con el lanzamiento de unos globos de colores con los que no quedó claro quién se divirtió más, si el público o la propia banda.
AIRBOURNE es una banda que suda la gota gorda en cada riff, en cada punteo, en cada golpe de bombo y esta entrega se vio altamente recompensada por unos seguidores que llevó al grupo en volandas durante las ejecuciones de una ovacionada “Burnout The Nitro” o una “Boneshaker” muy bien respaldada por las palmas de los asistentes.
Joel pidió al público que encendieran sus mecheros como en los viejos tiempos para el inicio de una “Bottom Of The Well” que se convirtió en uno de los pasajes más memorables de la velada. A continuación, las luces tiñeron acertadamente el escenario de rojo y hubo cambio de telón, apareciendo la portada de “Breakin' Outta Hell” para interpretar el incendiario tema que da nombre a dicho trabajo y que hizo las delicias del respetable.
Después Joel montó el habitual chiringuito en homenaje a Lemmy, sirviendo unos Jack Daniels con cola con los que los cuatro componentes de la banda brindaron en recuerdo del legendario líder de los extintos MOTÖRHEAD antes de dedicarle, como es habitual, una enorme “It's All for Rock 'n' Roll”.
El público que copaba Razzmatazz coreó a pleno pulmón el inicio de la acelerada “Stand Up For Rock 'n' Roll”, tema tras el que la banda se retiró del escenario. No se hicieron de rogar al poco apareció Ryan armado con una sirena antiaérea que hizo sonar como si no hubiese mañana antes de la ejecución de una “Live It Up”, en la que lucieron el telón con la portada de “Black Dog Barking”, y en la que Joel apareció tocando sobre la muralla de amplificadores provocando el jolgorio de los asistentes. Tras ella, una aceleradísima “Rock ’N’ Roll For Life” no hizo más que incendiar los ánimos de una sala que explotó con la ejecución de una alargada y desenfrenada “Runnin' Wild” en la que Joel no dejó de lanzar vasos de cerveza a sus seguidores.
AIRBOURNE no es la banda más original del mundo, pero atesora una propuesta que defiende a muerte a base de Rock And Roll, cervezas y sudor, contagiando a sus seguidores con su entrega y desenfreno. Los australianos explotaron una vez más una fórmula tan repetitiva como efectiva que es innegable que, hasta el momento, le está funcionando a la perfección. Hizo arder Razzmatazz y de qué manera.
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