Concierto de Avatar en Barcelona
¿Hay algo mejor que pasar una noche de viernes en un concierto de AVATAR? La gira de presentación de "Dance Devil Dance" ha generado gran expectación entre el público barcelonés, vendiendo todas las entradas disponibles para la sala Razzmatazz 2, que se le quedó pequeña a la formación liderada por Johannes Eckerström. VEIL OF MAYA y KASSOGTHA completaron el cartel de un tour que llevará a la banda sueca por media Europa antes de cruzar el charco para ofrecer su espectáculo a los seguidores norteamericanos.
KASSOGTHA fue la banda elegida para arrancar la velada. La formación suiza, una auténtica desconocida para nuestro público, nos brindó una breve pero potente actuación en la que dieron rienda suelta a la mezcla de Progresivo, Death Metal melódico y Metalcore que corre por sus venas. Stéphanie Huguenin ejerció de maestra de ceremonias de un concierto basado íntegramente en “rEvolve”, perteneciente a su segunda y última entrega discográfica, que arrancó de la mano de dos temas poderosos como son “Eclipse” y “Drown”.
Los de Ginebra supieron aprovechar el poco tiempo de actuación que tenían asignado, conectando rápidamente con un público que les acogió con los brazos abiertos a medida que iban desgranando canciones de su breve repertorio como “Venom”, “Before I Vanish” o una “Complacency” desgarrada y de tintes metalcoreros que dio por finiquitada su descarga en su primera visita a la Ciudad Condal. KASSOGTHA dejó buenas sensaciones entre los asistentes, la banda supo desenvolverse bien sobre las tablas, lidiando a la perfección con el público de una sala que todavía estaba lejos de llenarse por completo.
La formación estadounidense VEIL OF MAYA fue la siguiente en hacer acto de presencia sobre las tablas. Los de Chicago arrancaron su concierto en la penumbra de un escenario iluminado por un pobre juego de luces entre el que destacaban una serie de fluorescentes colocados estratégicamente a cada lado de la batería. El sonido no estuvo de su lado durante los primeros temas de su repertorio, provocando que las ejecuciones de canciones como “Viscera”, “Whistleblower” y “Leeloo” quedaran un tanto deslucidas.
La calidad de sonido fue mejorando poco a poco, aliviando los tímpanos de los asistentes, a medida que VEIL OF MAYA fue desgranando piezas como “Overthrow”, la melódica “Lisbeth” o una abrasiva “Punisher” en la que los presentes lo dieron todo en la pista. Los angustiosos ritmos de canciones como “Godhead”, “Synthwave Vegan” o “Outsider” invadieron la cargada atmósfera de una sala en la que no cabía ni un alfiler.
El final del concierto del combo de Chicago llegó de la mano de las bases electrónicas de una “Outrun” que desencadenó en una desgarrada y melódica a partes iguales “Mikasa” que sentenció su actuación.
Pasados pocos minutos de las ocho y media de la noche se apagaron las luces, provocando el griterío de una abarrotada sala que rugió fuerte para recibir a los miembros de AVATAR, que fueron apareciendo uno a uno por las aperturas de unas estructuras metálicas colocadas a ambos lados de la batería de John Alfredsson. Ataviado con un sombreo negro y un bastón con empuñadura de calavera, Johannes Eckerström hizo acto de presencia a la vez que se escuchaba el repicar de la campana del inicio de “Dance Devil Dance”.
La archiconocida melodía inicial de “The Eagle Has Landed” provocó más alaridos por parte del respetable. El carismático Johannes Eckerström lideró a unos AVATAR muy activos sobre las tablas que salieron a comerse el mundo desde el minuto uno mientras interpretaban canciones de nueva factura como “Valley Of Disease” y “Chimp Mosh Pit”.
La banda rescató la pegadiza “Scream Until You Wake”, perteneciente “Hunter Gatherer”, su anterior entrega discográfica, que precedió a un clásico de la envergadura de “Bloody Angel”, cuyo estribillo fue coreado a pleno pulmón por la gran mayoría de asistentes.
La excéntrica “For The Swarm” dio paso a una festiva “Puppet Show” en la que Johannes desapareció a mitad de tema para desatar la locura apareciendo de nuevo en la zona acotada para la mesa de sonido, ubicada justo en el centro de la pista, para deleitar a los presentes moldeando sus amados globos y con su solo de trombón. El frontman consiguió volver al escenario escoltado por miembros de la promotora y del equipo de seguridad de la sala para atacar de nuevo de la mano de una rabiosa y ovacionada “When The Snow Lies Red” a la que le siguió una caótica “Do You Feel In Control”.
El pique de guitarras entre Jonas Jarlsby y Tim Öhrström dio paso a un encapuchado portando una caja de regalo que posó sobre la plataforma ubicada frente a la batería. Acto seguido esta se abrió y de ella salió un ramo de globos al que le siguió el mismísimo Johannes, provocando el griterío de un público barcelonés que agradeció el truco visual que nos introdujo en “Black Waltz”. Acto seguido, y sin tiempo para asimilar la argucia en el inicio del tema anterior, apareció un piano de cola en el lateral derecho del escenario y en el que el polifacético vocalista interpretó, a solas, una sentida y aplaudida “Tower” que ni los acoples que hicieron temblar Razz 2 consiguieron empañar.
A continuación, los técnicos le colocaron a John un austero set de batería con el que podía tocar de pie y en primerísima línea de escenario junto al resto de miembros de AVATAR. Con ella en el escenario se marcaron unas potentes versiones de “Colossus” y “Let It Burn” que enloquecieron a los presentes. Tras el momento de lucimiento del batería de la formación, Jonas Jarlsby hizo acto de presencia sobre el escenario ataviado con su capa y corona de rey, dando paso a una aclamada “A Statue Of The King” que hizo las delicias de los asistentes de una Razzmatazz 2 llena hasta la bandera.
Tras un breve retiro del escenario en el que los asistentes corearon el nombre de la banda a pleno pulmón, AVATAR reapareció para ejecutar la ecléctica y melódica “The Dirt I'm Buried In”. Johanness se hidrató bebiendo a morro de su pequeño bidón de gasolina de plástico para encarar la recta final de la actuación formada por dos clásicos de la talla de “Smells Like A Freakshow” y una “Hail The Apocalypse” que desembocó una vez más en un público coreando el nombre del combo sueco fervorosamente.
La sala Razzmatazz 2 de Barcelona se quedó pequeña para albergar el espectáculo metálico circense desplegado por AVATAR, grupo que demostró estar más que preparados para reventar las salas de gran aforo en nuestro país. Durante su show de dos horas de duración, el público catalán disfrutó al máximo con la actuación de un Johannes Eckerström, cuyas habilidades vocales y dotes como frontman brillaron de manera excepcional.
Promotora: Madness Live!
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