El 21 de octubre era el día elegido para que la oscuridad y las sombras se cerniesen sobre el cielo plomizo y lluvioso de Madrid. Después de siete años de silencio la banda sueca de Black Metal DARK FUNERAL con el señor Lord Ahriman al frente decidió que era un buen momento de sacar un nuevo libro de su particular biblia satánica y el resultado, “Where Shadows Forever Reign” es uno de los mejores trabajos de su extensa carrera. La posterior gira de presentación no se hizo esperar y España estaba entre los lugares elegidos para dejar caer las sombras de la maldad. Como compañeros de viaje inicialmente había dos bandas, los germanos DESERTED FEAR y los siempre efectivos y eternos de la escena Death, los brasileños KRISIUN. Sin embargo, un par de semanas antes del inicio de la gira, DESERTED FEAR se cayó del cartel y se quedaban como únicos artífices de odas a Satán KRISIUN y DARK FUNERAL, dos bandas con más de 25 años de historia y una manera diferente pero complementaria de acercarse al lado oscuro.
Sobre las seis de la tarde, una hora antes de abrir puertas, nos acercamos a la sala Arena con la intención de acudir a nuestra cita para entrevistar a Max Kolesne de KRISIUN (entrevista que podréis leer en Hellpress en breve), y ya se concentraba una decena de personas en la sala, para mi sorpresa, pues aunque se abrían las puertas a las siete, el concierto no tenía previsto empezar hasta las ocho menos cuarto. Pasó más de media hora mientras entrevistábamos al bueno de Max y el panorama fuera seguía siendo el mismo. De poco servía madrugar porque la sala no pasó de la media entrada a lo largo de toda la noche (aunque el público se distribuyó bastante bien y daba sensación de haber más gente) y con KRISIUN al principio de su actuación no habría ni 50 personas.
KRISIUN
La banda brasileña es un seguro en directo. Los hermanos Camargo Kolesne tienen una decena de discos a sus espaldas y una historia ya muy extensa como líderes del Metal Extremo underground en Brasil y una de las bandas más solventes en todos los aspectos, tanto en estudio, como en directo, como en su propia actitud intachable en ilusión y ganas por dar el cien por cien cada noche ya sea ante diez personas o ante mil. En esta ocasión estarían más cerca de lo primero que de lo segundo, pues cuando KRISIUN salió a escena sólo habría unas tres filas de personas delante del escenario y unos cuantos asistentes desperdigados por el resto de la sala, aunque la cosa fue mejorando según iba descargando sus temas.
La falta de DESERTED FEAR hacía pensar que KRISIUN actuaría como una especie de co-headliner, pero no fue así. Si bien es cierto que su actuación se extendió durante una hora sin descanso, el trío de hermanos asumió una vez más un papel secundario empezando por la propia falta de espacio en el escenario, donde aun siendo tres, apenas entraban teniendo en cuenta el set de batería extenso que traen tanto KRISIUN como DARK FUNERAL.
Teniendo “Forged In Fury” más de un año de vida, mi duda estaba en el setlist que KRISIUN haría. La cuestión se aclaró pronto pero me deja con otra duda... la posición en que la propia banda coloca su último trabajo, pues hubo más presencia de “The Great Execution” que del último disco, que al fin y al cabo, no había presentado aún en España. Empezó con un tema de su mítico “Apocalyptic Revelation”, el disco de su pasado al que más cancha dieron, “Kings Of Killing” y desde el principio el sonido fue bueno, aunque estuviese un poco alto, especialmente la voz de Alex, pronto, en cuanto nuestros oídos se acostumbraron y el ingeniero que venía con ellos hizo su trabajo, todo se escuchó de forma notable, incluso cuando Moyses hace sus solos y se queda Alex como único apoyo armónico al rítmico de Max.
Durante toda la descarga, Alex, como siempre hace KRISIUN en directo, no paró de dar las gracias en castellano y de alentar al público, logrando que al menos la gente de las dos primeras filas no parasen de reaccionar ante la música de los brasileños. El paso adelante lo dieron pequeñito con “Combustion Inferno” de “Southern Storm”, característico pro sus escalas y el solo plagado de efectos wah-wah, siguiendo con el primer tema del último disco, también muy reconocible por su riff inicial, “Scars Of The Hatred”.
El otro álbum más celebrado en la trayectoria de KRISIUN, además de su mítico debut fue representado por su tema título, “Conquerors Of Armageddon”, recalcando Alex la necesidad de corear aquello de “Kill, Kill, Kill Lord Jesus Christ”. Volvieron a su último trabajo con “Ways Of Barbarism”, donde hubo un pequeño problema de acople en la guitarra de Moyses y ya se metieron de lleno en el mano a mano entre “The Great Execution” y “Apocalyptic Revelation”, empezando por “Vengeance’s Revelation”, con Alex dándolo todo haciendo headbanging con el sonido pesado tan propio de este tema, “Apocalyptic Victory”, y la celebrada “Blood Of Lions”.
En la parte final del concierto, Alex hizo un homenaje a Lemmy de MOTÖRHEAD haciéndonos corear su nombre tras lo que hicieron una versión correcta de “Ace Of Spades” y para acabar, cómo no, la referencia necesaria a su debut con “Black Force Domain”, acabando todos exhaustos y Alex Camargo en particular pues llevaba camiseta y camisa encima, no la ropa más adecuada para el calor que hace en Arena en el escenario. Una vez más y van cuatro, KRISIUN lo da todo en escena y seguro que así sigue otros 25 años más…
DARK FUNERAL
Tras KRISIUN, tiempo había para que el ingeniero de DARK FUNERAL probara el sonido, pues lo que más cuesta cambiar entre concierto y concierto es la batería y a costa de que los brasileños no tuviesen casi espacio, la de los suecos ya estaba colocada y con todos los micrófonos puestos. Sólo había que sacar los amplificadores, enchufar las guitarras y probar la mezcla. Esta operación la hicieron en poco más de 15 minutos de la media hora que tenían hasta la hora prevista de salida de DARK FUNERAL y el resto del tiempo, mientras algunos nos dimos cuenta de que los suecos bajaban enfundados en sus armaduras y sus maquillajes por las escaleras del segundo piso de la sala para entrar en los camerinos de la parte posterior del escenario, vimos el vacío. Se suponía que todo estaba perfecto y sólo falta esperar a las 21:15 para que comenzase una descarga que prometía ser amplia pues viendo el setlist en otras partes de la gira, rondaban la hora y media y no se dejaban ningún disco en el tintero.
La escenografía era notable, pese al pequeño escenario de la sala. Dos telones con fragmentos de la portada del último disco, dos cruces invertidas de acero forjado y tamaño de una persona media, siguiendo la estética repujada de las cruces que hay en el logo de la banda, el propio logo proyectado gigante con leds en la espalda del grupo y la batería del exultante y poderoso Nils Fjellström, “Dominator”, teñida de negro para no desentonar con el tono oscuro y sepulcral del resto. Los propios miembros de DARK FUNERAL salieron con sus ya tradicionales armaduras negras, con maquilaje blanquinegro (entre el público sólo localicé a dos personas portando corpse paint…) y mucha frialdad en su actitud, resaltando en tamaño Lord Ahriman pero en presencia Heljarmadr, que aunque sea pequeño en estatura, es un grandísimo vocalista que demuestra que en el Black Metal también se puede vocalizar y entenderse sus palabras y llamaba la atención con su enorme crucifijo invertido al pecho.
Todo parecía en su sitio y listo para una noche de frialdad y blasfemia. Bien, pues cuando ya empezó a sonar la intro martilleante y con parsimonia demoníaca uno a uno los cuatro miembros (y el bajista Gustaf Hielm) de DARK FUNERAL, especialmente lento y calculador en sus movimientos Lord Ahriman, el único miembro original de la banda, y el grupo empezó a interpretar “Unchain My Soul”, primera de las seis referencias que hicieron al último trabajo, “Where Shadows Forever Reign”, nos dimos cuenta de que algo no iba bien. DARK FUNERAL se caracteriza por las melodías y sus riffs afilados y atmosféricos, especialmente en este último disco en el que se acercan a sus compatriotas y eternos rivales en su momento DISSECTION. Lo que escuchábamos era una batería y la voz de Heljarmadr. Las guitarras eran un amasijo de ruido y el bajo inexistente (de hecho Gustaf bien se podía haber quedado en el hotel que no nos habríamos dado cuenta en toda la noche). Además el volumen era bajísimo, lo que incrementaba la sensación de ininteligibilidad.
Era el primer tema y podía achacarse el entuerto a un inicio apresurado pese a lo que comenté antes de haber tiempo de sobra para probar el sonido. Pero al enlazar “666 Voices Inside”, del “Attera Totus Sanctus” y “The Dawn No More Rises” de su debut en largo “The Secrets Of The Black Arts”, y ver que allí nadie, aparentemente, hacía nada por solucionar el problema, fue evidente que lo que prometía la noche, no se iba a cumplir. De hecho un amigo llegó a preguntarme si habían tocado “The Dawn No More Rises” porque era prácticamente imposible distinguir si habían tocado un nuevo tema o no. Dado que un alto porcentaje de la música de DARK FUNERAL se basa en el uso masivo de blast beats y ritmos acelerados mientras los guitarristas rasgan para escupir atmosféricos riffs, esta ecualización hacía que siempre que esto ocurría, lo que escucháramos fuera una bola, sólo mejorando cuando el ritmo se ralentizaba o Lord Ahriman punteaba.
Y no era una sensación mía, era una realidad general apreciada por todos, de hecho hasta un par de personas del público, dejando a un lado sus modales en casa, se pusieron a gritar al ingeniero de sonido y a insultarle a voz en grito antes de que DARK FUNERAL siguiera con “The Arrival Of Satan Empire” de “Diabolis Interium” y “Stigmata”, cuyas frases repetidas hasta la saciedad en tono más gutural por Heljarmadr se meten en las entrañas. El ingeniero permaneció impasible ante este ataque verbal hacia su persona, pero tampoco se hizo nada ni desde el escenario ni desde su lugar en la mesa por solucionar algo. Sólo cuando las campanas de “As I Ascend”, volviendo al último disco, empezaron a sonar y después de que en el escenario un miembro del equipo de la banda le cambiara el cable a la guitarra de Chaq Mol y le dijese algo a Lord Ahriman, parece que aquello mejoró un poco. Al menos ya se oían las guitarras, pero de ahí a distinguirse las melodías en las partes rápidas aún había un mundo.
Ya estábamos resignados a disfrutar moderadamente en los momentos ralentizados y tener que agudizar el oído en los acelerados (y el bajista, insisto, de él nadie se acordó…) Así que lo que quedaba era combinar temas del último trabajo con clásicos, y así enlazaron con otra del último, “The Eternal Eclipse”. Era evidente que el peso escénico lo tiene Heljarmadr que dentro de su frialdad y lentitud de movimientos, no se cansó de hacer reaccionar al público, pero las miradas se escapan hacia la imponente figura de Lord Ahriman, cuya envergadura le hace tocar la guitarra de una manera muy particular, abriendo las piernas como puede en un escenario tan pequeño. “Ravenna Strigoi Mortii” fue la primera referencia al celebrado “Vobiscum Satanas”, que ya tiene casi 20 años en sus surcos, superándolos ya “Shadows Over Transylvania”, deslucida por el sonido, pero que hizo al público moverse bastante.
Volviendo al nuevo trabajo, en “As One We Shall Conquer” pudimos disfrutar de mejor sonido por el carácter más lento del corte (hasta se escuchó un poco el bajo), como también ocurrió, previo sonido de cadenas arrastradas, en “Goddess Of Sodomy”, donde Heljarmadr sacó un flogger para sacar a relucir sus instintos carnales. “Thy Legions Come”, la otra referencia a “Vobiscum Satanas”, no sonó del todo mal incluso a su rapidez y el uso constante de blas beats, cerrando así el bloque principal del concierto con “My Funeral”, tras la cual tuvimos que soportar la manía de ciertos grupos de marcharse del escenario para salir de nuevo cuando todo el mundo sabe que el concierto seguirá incluso pese al amago por parte de la sala de encender, equivocadamente, las luces.
La vuelta se produjo con “Nail Them To The Cross”, que fue el estreno de Heljarmadr como cantante de DARK FUNERAL, “Atrum Regina”, con su característica melodía inicial y que sonó bastante bien teniendo en cuenta la media que habíamos tenido a lo largo de la actuación y finalmente cerraron con la propia “Where Shadows Forever Reign”, tema extenso y muy completo que puso punto y final a 85 minutos de entrega por parte de DARK FUNERAL pero fiasco total por parte del sonido que escuchamos.
Son cosas que pasan pero lo que prometía ser una noche de sombras y blasfemia por parte de dos bandas que se acercan a estos elementos desde puntos de vista diferentes pero complementarios, se quedó en un quiero y no puedo, sin tachas e impecable en actitud y entrega por parte de KRISIUN pero con resultados bastante regulares por parte de DARK FUNERAL. Con la profesionalidad que a la banda se le presupone es inaudito que no probaran todo antes mejor, aunque fuera a costa de cansar al personal con riffs y pruebas de sonido. Habrá que esperar a la próxima…
Promotora: Madness Live!
Crónica: Raúl Ureña
Fotos: Enrique Herrero