Concierto de GHOST y DEAD SOUL
¿Grupo popero "pastiche"? ¿Grupo de pintamonas con disfraces? ¿Grupo único e irrepetible? Según a quién preguntes la respuesta variará y, seguramente, tanto detractores como fans incondicionales de GHOST tengan su parte de razón porque es una banda que no deja indiferente a nadie y que ha recibido la atención tanto de metaleros de pro como de seguidores más “mainstream”, por decirlo de alguna manera.
Con motivo de la edición de su tercer trabajo, “Meliora”, los suecos se han embarcado como cabezas de cartel en una extensa gira de presentación que el pasado miércoles llegaba a la capital de España. Y no importó que fuera un día entre semana para que la sala estuviera casi llena de gente de todo “pelaje”, tanto de la ciudad como de fuera de ella. Para muchos ese día era especial y esperadísimo por lo que no quisieron perdérselo.
DEAD SOUL
Pero antes de que el “ritual” de GHOST tuviera lugar, sus compatriotas DEAD SOUL intentarían amenizar la espera, que se hizo eterna para muchos de los presentes, presentando algunas de las canciones que se incluyen en su recién editado “The Sheltering Sky” como la lenta y oscura “Shattered Dreams”, “The Fool”, la más pasable para mi esa noche, “Home By The Sea” o “In Between”, que les sirvió de despedida.
El núcleo de la banda lo conforma el vocalista Anders Landelius, cuyas pintas con sombrero y gafas me recordaron a las que se ha gastado Geoff Tate en algún momento, y el guitarrista Niels Nielsen pero, en esta ocasión, se presentaron en formato de trío con otro guitarrista de apoyo que también se encargó de algunas programaciones y coros.
Ese fue otro de los problemas que vi a su concierto. Llevaban “enlatadas” tanto las partes de bajo como de batería y claro, les restaba credibilidad escénica llevar toda la base rítmica grabada. Esto, unido al desconocimiento casi absoluto de sus canciones por parte del público que poco a poco iba llenando el recinto les hizo pasar con mas pena que gloria.
En la media hora larga de que dispusieron también se acordaron de su anterior trabajo, “In The Darkness”, del que repescaron la inicial “They Will Pay” y “Burn Forever” pero que tampoco supusieron una diferencia notable, en lo que a respuesta del público se refiere, respecto al resto de temas interpretados.
Es una banda peculiar, de eso no cabe duda, pero la mezcla de elementos electrónicos con guitarras pesadas, partes oscuras y la voz de Anders no terminaron de convencerme, ni en mi casa, ni en directo. Mero trámite para prepararnos para el plato fuerte de la noche que todos esperaban con impaciencia.
GHOST
El “fenómeno GHOST” me parece digno de estudio. Cuando les conocí con su debut me resultaron muy interesantes y, de hecho, para mí no han conseguido superar al genial “Opus Eponymous” con sus entregas posteriores, aunque estén muy bien también. Mi interés por ellos no tenía nada que ver con el secretismo de sus identidades o los disfraces con los que salían a escena, simplemente su música me llegó como no me llega la de otros artistas posiblemente mucho mejores.
Sin embargo, la estrategia de marketing llevada a cabo con ellos ha sido de lo más eficaz y resulta imposible negar que el haber sido incluidos en los festivales más importantes del momento les ha dado la oportunidad de darse a conocer a las masas que, curiosamente, han caído rendidas ante la propuesta, oscura, popera, setentera y “satánica” del Papa Emeritus (en cualquiera de sus versiones) y sus Nameless Ghouls en lugar de considerarles unos frikis más de los que pululan por el circuito musical. Esto sólo puedo explicarse cuando detrás de la parafernalia y los disfraces hay “algo” más, en este caso unas buenas canciones, porque de lo contrario hubieran durado menos y ya van por el tercer disco con una popularidad que sube como la espuma.
Para ir creando ambiente, no se conformaron con una intro, si no que a la canción del compositor sacro Gregorio Allegri, “Miserere Mei, Deus”, le siguió la tétrica “Masked Ball” de Jocelyn Pook, más conocida como la música que suena de fondo durante el ritual en “Eyes Wide Shut”, dejando a la gente expectante por lo que nos depararía la descarga del combo sueco.
Fueron aparecer los cinco Nameless Ghouls sobre las tablas, cuyas nuevas máscaras me parecen alucinantes, y la sala explotar mientras la banda atacaba “Spirit”, el corte que abre “Meliora” y que fue enlazada con la siguiente, “From The Pinnacle To The Grave”, continuando con un delirio que no terminaría hasta que se marcharon del escenario 85 minutos después.
Era la cuarta vez que los veía, aunque la primera en sala, y he de decir que la puesta en escena, con un inmenso telón de fondo en el que destacaban referencias a una de sus influencias como es BLUE ÖYSTER CULT, por ejemplo, y el juego de luces estuvo cuidado hasta el más mínimo detalle. Nada fue al azar y el grupo, en especial su vocalista Papa Emeritus III (o Tobias Forge, como parece ser el que se esconde detrás de ese personaje) llevó el ritmo del concierto de manera soberbia junto a sus secuaces, cuyas posiciones y posturas tampoco estaban improvisadas pero que, increíblemente, no resultaban artificiales. Si a todo esto le sumamos un de los mejores sonidos que he presenciado en la Riviera jamás la verdad es que todo apuntaba a conciertazo, como así fue, aunque con algún matiz personal.
“Ritual” nos transportó a su primer disco y sonó tan bien que este tema y su fusión con “Con Clavi con Dio”, en la que salió a relucir el ya clásico incensario, fue mi parte favorita del concierto pese a que disfrutara también mucho de otros temas nuevos y no tanto de otros que también tuvieron cabida en un repertorio. En este punto, en mi opinión, le faltaron un par de temas más del primer disco del tipo “Elizabeth” y “Stand By Him” porque fueron tan solo dos las referencias al debut y creo que se quedaron muy escasas. Esto, y el hecho de que algunos pequeños fragmentos de canciones estaban grabados fueron las pequeñas “pegas” que le pongo a una descarga que rayó a un gran nivel.
Como no podía ser de otro modo, “Meliora” tuvo un elevado protagonismo. A las dos citadas inicialmente habría que añadir la instrumental “Devil Church” que precedió a “Cirice”, uno de mis temas favoritos de su último trabajo, y el trío compuesto por la evocadora “He Is”, coreada por la toda la sala de forma sorprendente para mí, la fantástica “Absolution” y “Mummy Dust”, que no es de mis favoritas precisamente pero que ejecutaron de forma perfecta.
Aunque “Infestissumam”, curiosamente, es el disco que menos me gusta de los tres que tienen, los temas que de él sonaron (y el disco en general) han calado hondo en el personal porque gozaron de una entusiasta respuesta por parte de la sala aunque, como comentaba, todo el mundo estuvo entregado de principio a fin. La intro “Infestissumam”, que sirvió de preludio a “Per Aspera Ad Inferi”, la coreada “Year Zero” o “Body And Blood”, que fue la más aburrida de todo el concierto para mí y que contó con dos sacerdotisas disfrazadas de monja (The Sisters Of Sin) presentadas por el vocalista y que durante el tema en cuestión se dedicaron a ofrecer un cáliz y comida a la primera fila (otro gesto más a sumar a la cuidada puesta en escena), también sonaron para regocijo de los que consideran este disco como el mejor de su discografía.
El ritmo del concierto fue el adecuado aunque, en mi opinión, por gustos personales fue de más a menos y he de reconocer que, aunque está bien que el Papa Emeritus se dirigiera a nosotros en un par de ocasiones, sus intervenciones fueron demasiado largas para mi gusto, cortando un poco el “rollo” aunque forme parte de su papel como si estuviera dando un sermón. Supongo que por incomodidades lógicas en escena, la casulla y la mitra le duraron puestas sólo durante la primera parte del concierto para dar paso a un atuendo menos pesado y más “elegante” con el que continuó hasta el final de la descarga. Con ambos disfraces cantó muy bien durante todo el concierto, y eso es lo importante.
El hipnótico inicio de “Ghuleh / Zombie Queen” fue cantado a grito pelado por una sala que sabía que no quedaban muchos cartuchos en la recámara de GHOST mientras que la versión de Roky Erickson, “If You Have Ghost”, que dudo que muchos de los asistentes conocieran antes de que la incluyeran en su EP de versiones del mismo nombre, nos llevó al último tema de la noche, previo abandono momentáneo del escenario. tras los agradecimientos por parte de la banda al sensacional público madrileño que les llevó en volandas durante toda su actuación.
El punto y final corrió a cargo de “Monstrance Clock”, que se antoja como el tema con el que cerrarán siempre sus conciertos dejándome satisfecho con lo presenciado pero pensando que con un par de canciones más, como comentaba antes, lo hubieran bordado.
Mientras la alucinante “The Host Of Seraphim” de los dioses DEAD CAN DANCE nos invitaba a abandonar el recinto iba pensando en que un grupo de sus características que consigue meter esa cantidad de gente, aglutinando a metalheads y a poperos de varias generaciones, un miércoles laborable algo debe estar haciendo bien digan lo que digan sus detractores. Si te gusta GHOST, no debes perdértelo porque en directo con su propio show es más que recomendable.
Crónica y fotos: David Ortego