Crónica del concierto de GIRLSCHOOL, MEAN MACHINE y PÁNICO RISING - 4 de abril de 2019, Madrid (sala We Rock)
El pasado 4 de abril se producía la primera parada en el itinerario de la gira española de GIRLSCHOOL, la cual constaría de cuatro fechas en toda la península. El lugar elegido para arrancar motores fue la madrileña sala We Rock que, como todos o casi todos ya sabréis, tiene sus días contados. Una auténtica lástima, dado que We Rock es toda una garantía de calidad a la hora de disfrutar de un concierto.
PÁNICO RISING
Un poco por encima de las 20:20, y ante unas escasas treinta o cuarenta personas, salía al escenario la banda madrileña PÁNICO RISING, un quinteto que personalmente desconocía hasta la fecha. La actuación del combo de la capital arrancó con “Perdido” y un sonido muy saturado y elevado en el que buena parte de la base rítmica y de la voz se engullían a las guitarras.
Tras esta, el quinteto continuó con “Abre Los Ojos”, otro tema que, sonando levemente mejor, me recordó a ese subgénero dentro del Metal Clásico que empezó a acrecentarse en la escena nacional a raíz del éxito de discos como “Mi Ciudad” de SARATOGA. He de decir a título personal que no llegué a conectar en ningún momento con el show de PÁNICO RISING, seguramente por tratarse de una banda algo alejada de mis preferencias musicales y porque la propuesta en sí, aun percatándome de que en la agrupación había algunos músicos más bien veteranos, me pareció un tanto amateur y desangelada, como con falta de rodaje, para que nos entendamos. Eso sí, José, el vocalista de la formación le puso ganas y empeño de cara a convencer a los pocos asistentes que había en la sala. El susodicho, que me recordó físicamente al Boni de BARRICADA cuando era joven, agradeció a la promotora Kivents el que contaran con ellos para abrir el concierto justo antes de presentar “Falsa Identidad”, perteneciente a ese EP homónimo que los madrileños editaron hace tres años.
Tras este tema, José se dirigió de nuevo al respetable para informar de que la banda tenía nueva incorporación al bajo, Juan. “El Guardián”, pieza que ahonda en el espinoso y, por desgracia, tan vigente tema del maltrato de mujeres fue la siguiente en dejarse caer. Una canción, por cierto, que la banda tuvo que interpretar totalmente a oscuras debido a un fallo desde la mesa de control. La cosa no fue a mayores y la banda solventó bien la papeleta para proseguir con una versión del clásico “Breaking The Law” de JUDAS PRIEST, una pieza quizá algo manida pero efectiva como propuesta si se tiene en cuenta que es un tema sencillo de ejecutar y fácilmente coreable. La banda clausuró su actuación con “El Barrio Del Rock And Roll”, llegando casi a las 21:00 y con una mayor afluencia de público que cuando arrancó su concierto.
MEAN MACHINE
En torno a las 21:20, salió el trío catalán MEAN MACHINE a no dejar títere con cabeza. Con un sonido férreo, combativo y rebuscadamente ácido, como el que defienden en sus grabaciones, los barceloneses irrumpieron en el escenario de la We Rock con “Loud & Proud”, evidenciando que es un grupo cuya propuesta tiene una enorme pegada en directo, como también demostraron “Nitrobich” y “Ridin The Iron”.
Con Raúl en un lateral del escenario, Juan Pedro en el otro y Marc en la parte frontal trasera creando escenográficamente la forma de un triángulo, la banda me recordó enormemente a MOTÖRHEAD en su propuesta cuando los británicos funcionaban como tridente. Y ya no solo por una mera cuestión estética, ya que es innegable que la principal fuente de inspiración de los de Barcelona son las huestes de Lemmy Kilmister, aunque en un momento dado puedan aparecer soplidos en su música de bandas como VENOM, GLUECIFER o DISCHARGE entre otras.
“I Was Made For R’N’R’”, “H-Bomb”, “Hell O A Crossfire” y “Struck By The Rhythm” continuaron echando leña al fuego mediante una descarga de Rock sudoroso y pasado de vueltas. Como curiosidad, volvió a haber un error en el equipo de iluminación de la sala y durante uno de los temas, como ya sucediera con PÁNICO RISING, nos quedamos completamente a oscuras mientras la banda siguió tocando.
Raúl agradeció al público de la sala, que ya sí sobrepasaba el centenar de personas, su presencia para ser un jueves, comentando que después se irían a emborrachar a algún lado. “All Access Denied”, perteneciente al penúltimo trabajo de MEAN MACHINE, fue la siguiente en dejarse caer. Tras esta, la banda nos regaló una buena versión de ese Rock N’ Roll bailable y lleno de feeling que nos dejaron MOTÖRHEAD hace casi tres décadas con “Going To Brazil”. Me dio la sensación de que la aceleraron un poco, eso sí. Pero, en cualquier caso, el tema les venía como anillo al dedo.
Esa declaración de intenciones que es “Rock N’ Roll Up Your Ass”, y con la que Raúl se dejó el hígado y parte del pulmón presentándola, sumada a “We Want Violence”, que abría el primer largo de la banda, nos dijeron adiós tras 35 minutos de Rock metalizado, frenético, macarra y contundente.
GIRLSCHOOL
Las dos veces que me he topado con la incombustible Kim McAuliffe y sus aliadas me lo he pasado genial, y en esta ocasión no iba a ser menos. El Heavy Rock de corte ochentero de GIRLSCHOOL, con ese puntito necesariamente rancio y old school, difícilmente podría engañar a alguien. Curtidas en una NWOBHM que mimó a las por aquel entonces jovenzuelas tanto como les dio la espalda, las londinenses han ido tirando del carro con mucha fuerza de voluntad y sin apenas parones, salvo una década de sequía que tuvieron entre los primeros años noventa y comienzo del nuevo siglo.
No solo nos dejaron escarceos juerguiles y colaboraciones con la formación de MOTÖRHEAD de la que ya no queda ni uno de sus miembros entre nosotros, sino himnos populares e identificables con tan solo dos acordes dentro del género. Patrimonio de nuestro movimiento y veteranas guerrilleras. Así son GIRLSCHOOL y así se presentaron en su inicio de gira por la Península Ibérica.
Tras una alargada intro de sirenas, poco antes de las 22:30 el cuarteto londinense se incorporaba el escenario de la We Rock subiendo por un lateral del escenario y arrancando con dos clásicos de la vieja guardia, “Demolition Boys” y “C’mon Let’s Go”, todo ello con un sonido nítido pero áspero y crudito con el que poder cerciorarse de que la banda creció en esos primerizos años ochenta. “Hit And Run” prosiguió con la apuesta por el material más clásico de las británicas, mientras que “Guilty As Sin” nos llevó a la más reciente actualidad de GIRLSCHOOL. No tardó en aparecer otro clásico, “Screaming Blue Murder”, que rotulaba el tercer trabajo del cuarteto.
La banda, hasta ese instante, sonaba compacta, demostrando que los años en el gremio al final hacen su función y de tablas las británicas van sobradas, como demostraron impregnándole ritmo constantemente al show y parando momentáneamente para comentar alguna curiosidad, como hizo Kim McAuliffe justo antes de “Take It Like A Band”, acordándose de sus viejos amigos Philty ‘Animal’ Taylor y Lemmy Kilmister para dedicarles el citado tema, toda una oda a la actitud del Rock N’ Roll. A decir verdad, creo recordar que las otras dos veces que había podido ver a GIRLSCHOOL en Alemania e Inglaterra, las londinenses habían sacado hueco para homenajear a MOTÖRHEAD, lo cual me hace esbozar una sonrisa, y es que si hay algo entrañable en nuestro mundillo son esas viejas amistades fruto de la camaradería y el buen rollo.
Con “Take It All The we Way”, Kim dijo que volvían a los inicios e interpretaron el tema mientras la guitarrista Jackie Chambers paseaba su pie de micro por las primeras filas para que buena parte del público canturreara, con mejor o peor fortuna, el estribillo del tema. Tras el simpático momento con el que la banda se metió de lleno al público en el bolsillo, si es que no lo había hecho ya, la formación prosiguió con la versión del “Race With The Devil” de THE GUN que prácticamente hicieron suya hace casi cuarenta años. De las más coreadas y aplaudidas, sin duda.
Tras esta, GIRLSCHOOL volvió a cederle su espacio a MOTÖRHEAD, interpretando el tema que dio título a uno de sus álbumes más celebrados en los primeros años de los británicos, “Bomber”. “Emergency”, con la que muchos coreamos aquello de “nine, nine, nine, emergency”, nos indicó que estábamos en plena recta final. “Tush”, ese tema bailongo y atiborrado de cierta esencia sureña, echó el cierre tras casi una hora y cuarto a otra nueva demostración de lo que ha de ser un concierto de Heavy-Rock N’ Roll. Sin especulaciones, sin mamoneos de ningún tipo ni necesarios parones y con una diversión contagiosa por parte de las cuatro componentes de la banda.
Crónica: Jorge Osoro
Fotos: Fernando Maiden (por cortesía de Metaltrip.com). Edición de Enrique Herrero
Más sobre GIRLSCHOOL en su Facebook oficial.