Crónica del concierto de HALESTORM, BLACK VEIL BRIDES y MOTHICA en Madrid (sala La Riviera, 3 de diciembre de 2023)
La tormenta de los hermanos Hale, Lzzy y Arejay, llegaba a nuestro país con todas las entradas vendidas desde hacía tiempo dejando claro el atractivo que tenía la nueva visita de HALESTORM como cabezas de cartel tras su paso el año pasado como teloneros de ALTER BRIDGE (otra vez).
Además de poder disfrutar de nuevo en vivo del portento vocal y escénico que es la líder de los de Pensilvania el cartel incluía a Mothica, absoluta desconocida para mí, y a los también estadounidenses BLACK VEIL BRIDES. De hecho estos últimos arrastran mucha más gente de la que me imaginaba y me atrevería a decir que incluso hubo gente que asistió para verles a ellos exclusivamente, visto el recibimiento que tuvieron, aunque fuera como teloneros.
Gran acogida a Mothica
Pocos minutos antes de la salida de Mothica a escena la sala ya lucía un gran ambiente. No suele ser habitual que el primer grupo, salvo que sea alguien de cierto renombre, tenga tanta asistencia ya que la gente suele apurar en los aledaños de La Riviera tomándose algo o, simplemente, llegando al grupo que le interesa.
Imagino que dada la media de edad de los seguidores de BLACK VEIL BRIDES, y su cierto fanatismo, muchos de ellos hicieron cola desde mucho antes de la apertura de puertas para estar lo más cerca posible de sus ídolos. Seguro que esto tuvo que ver pero lo que no podía esperar es que para este tipo de seguidores ver a Mothica, por primera vez en Madrid, también era un gran aliciente. ¿Por qué pienso esto? Pues porque al apagarse las luces a las 19:00 se produjo un griterío que me dejó alucinado.
Efectivamente, la artista (ya que en realidad no es un grupo como tal) de la que yo no había oído ni hablar antes de que se anunciara para esta gira resulta que es mucho más famosa (no sé si en Estados Unidos sobre todo o en el mundo en general) de lo que podía intuir, y eso que Mckenzie Ellis, nombre real de la compositora, no ha cumplido ni los treinta y sólo tiene un par de discos en plataformas y varios EPs, aunque muchos sencillos.
Está claro que ha sabido usar con mucho acierto las nuevas maneras de consumir música de la juventud y, de hecho, he leído que sólo publica en plataformas de streaming y sitios como TikTok donde ha llegado a ser viral con el tema “Vices” que, lógicamente, sonó en su actuación y que fue presentado aludiendo a su alcoholismo y posterior recuperación.
Sin embargo fue “Casualty”, un tema de su último trabajo “Nocturnal”, el que sirvió para arrancar una actuación que gustaría a sus seguidores, no lo dudo, pero que a mí me dejó más frío que la temperatura exterior a orillas del Manzanares. Los temas parecían de Grindcore de lo cortos que eran, tenían muchos samplers (incluso hubo voces grabadas) y la aportación del baterista y del guitarrista que llevaba fue entre escasa y nula, según el caso, porque la guitarra en muchos momentos había que intuirla. Además, me pareció que Mothica es una cantante limitadísima y, aunque en estudio la tecnología lo disimula un poco, en directo quedó evidenciado. Está claro que no me llega su arte, por decirlo suavemente.
Tampoco ayudó demasiado a mejorar mi percepción de su actuación que en la media hora que tuvo incluyera ni una sino dos versiones. La primera la tocó en segundo lugar y no fue otra que una descafeinada y acortada versión, o si lo preferís “pasada por su filtro musical”, del tema de BRING ME THE HORIZON “Can You Feel My Heart”. Como tampoco soy seguidor de los ingleses ni me dice nada su música, aunque soy consciente que a muchísima gente sí imaginad una versión suya… pero el equivocado debo ser yo porque fue recibida con entusiasmo.
La otra fue aún más sorprendente porque no esperaba escuchar en un concierto de este tipo nada de SMASH MOUTH. Así es, “All Star”, que la película de" Shrek" hizo sonar hasta la saciedad hace más de una década, fue coreada por la sala y puso a saltar al guitarrista de Mothica más entusiasmado con ella que con los temas propios de la de Oklahoma. Curioso.
El resto del repertorio lo dedicó a presentar su nuevo EP titulado “Forever Fifteen” con temas de tinte también autobiográfico como “Buzzkill”, introducida diciendo que fue víctima de abusos en casa y lanzando un discurso en favor de las víctimas de este tipo de lacra y sus sentimientos siendo aplaudida por la sala, o el corte que le da título, que tardó más en presentarlo que en interpretarlo ya que habló de que cuando tenía esa edad odiaba todo de ella (de hecho intentó suicidarse en 2011) trayendo a colación el origen de su nombre artístico que viene de “Moth” (Polilla), imagino que por la tendencia de este animal a ir a la luz, mostrando sus curiosas mangas que simulaban las alas del insecto en cuestión.
Para “Another High” pidió que los presentes corearan la frase “Fuck forgiveness” y dieran palmas, cosas que por supuesto muchos hicieron, antes de pedirnos un grito para sus compañeros de gira y para los que compran camisetas. Aquí hago un inciso porque se nos está yendo de las manos el tema del precio del merchandising. Es de locos que las camisetas de todos los grupos (sí, de Mothica también) costarán 40 euros y, por ejemplo, una sudadera 80. Aún así, hubo gente que adquirió material dejándose la paga o parte del sueldo en ello para mi sorpresa así que todo en orden, pero ver para creer.
“Sensitive”, de su disco “Nocturnal” y donde Ellis cogió una baqueta para golpear los platos de la batería en un par de ocasiones, puso fin a una actuación que no me dijo absolutamente nada pero porque es más que obvio que no soy su público potencial. Supongo que a sus seguidores les gustaría, y viendo que “Vices” tiene más de cincuenta millones de reproducciones en Spotify (sí, has leído bien), me podría dar por pensar que el “raro” soy yo. Pero no, simplemente es que estoy totalmente alejado de este tipo de tendencias musicales y expresiones artísticas. Para gustos los colores.
BLACK VEIL BRIDES, aclamados por sus seguidores
Llegaba el momento más esperado por, y creo que no exagero, no menos de un tercio de la sala. La actuación de la banda liderada por Andy Biersack. Parece mentira que desde la primera, y última visita, de BLACK VEIL BRIDES a nuestro país hayan pasado algo más de diez años porque en aquella ocasión agotaron las entradas en la extinta sala Arena y parecía que eran un grupo muy rentable y a tener en cuenta para traer de gira. Pero no, mientras ellos iban creciendo en popularidad al otro lado del charco, en el viejo continente (si exceptuamos Alemania probablemente y, cómo no, Inglaterra) no han tenido la repercusión como para embarcarse en una gira en condiciones como cabeza de cartel. Supongo que por eso había mucho “hambre” por ver al quinteto y su recibimiento fue atronador cuando se apagaron las luces también con exquisita puntualidad.
¿Qué quitan la tela que cubre la batería? Griterío ensordecedor. ¿Qué se apagan las luces y se ilumina la batería aunque aún no había salido nadie? Griterío ensordecedor. Con esta premisa imaginad lo que pasó cuando, ahora sí, apareció Christian 'CC' Coma sin camiseta luciendo músculos y se subió a los toms de su kit para saludar… Exacto, griterío aún más ensordecedor. Y ya desde ese instante, hasta que se marcharon del escenario tres cuartos de hora después, fueron llevados en volandas por sus seguidores que no pararon de corear el nombre del grupo, saltar, cantar a grito pelado los estribillos o hacer cualquier cosa que el vocalista, único superviviente desde los inicios del combo, les pidiera. Vamos, pasárselo genial, cosa que las bandas siempre agradecen y que es a lo que se va normalmente a un concierto.
Con una puesta en escena vistosa y de grupo grande que incluía un enorme telón trasero con el logo de BLACK VEIL BRIDES, tarimas, tanto para la batería como otro par para el resto de músicos (que fueron usadas en numerosos momentos), y un juego de luces muy por encima de lo que suelen llevar unos teloneros al uso, “Crimson Skies” fue su carta de presentación y también la de su último disco de estudio, “The Phantom Tomorrow”, que por otro lado tiene ya más de dos años. Sin embargo no se centraron ni abusaron de él en su concierto ya que compartió protagonismo con, seguramente, su mejor disco (o el más aclamado si se prefiere), “Set The World On Fire”, por lo que la siguiente en sonar, “Rebel Love Song”, fue recibida con auténtico delirio.
El increíble recibimiento por parte de la audiencia hasta abrumó un poco al vocalista que agradeció en varios momentos la respuesta recibida y todo el apoyo que, a lo largo del tiempo, han tenido por parte de sus seguidores como dijo justo antes de tocar la canción más antigua de la velada, “Knives And Pens”, perteneciente a su debut y única representante del mismo, donde el líder tiró de guturales en más ocasiones que en el resto de temas. A todo el grupo se le vio contento y sonriente y, ya en su primera intervención entre canciones, Andy pidió un aplauso para sus compañeros de gira Mothica y los “legendarios” HALESTORM. Creo que se pasó un poco con el adjetivo pero obtuvo su propósito antes de atacar “Wake Up” de su penúltimo disco “Vale” que, como la demás, fue muy bien recibida y coreada pese a que me parece un tema bastante flojo.
No tenían tiempo que perder por lo que el ritmo que imprimieron a su concierto fue vertiginoso alternado temas más recientes como “Scarlet Cross”, con los guitarristas Jinxx y Jake Pitts iniciando el tema subidos a las plataformas, o “Torch”, donde la presencia de samplers era muy notoria, con otros más añejos como “Nobody's Hero” o “The Legacy”, época en que las pintas a lo MÖTLEY CRÜE “versión emo” eran su santo y seña. De hecho la forma de tocar del baterista Coma me pareció muy deudora de Tommy Lee por lo vistosa que era en su ejecución con continuos malabares pero sin fallar un golpe.
Les vi muy compenetrados a los miembros del grupo y, aunque Andy llevaba el peso de la actuación, vocalmente le vi bastante justito y estuvo más que arropado por último fichaje de la banda, el bajista Lonny Eagleton (y no sólo en los coros sino incluso en muchas de las estrofas), y en los coros también por Jinxx. Desde mi posición no lo apreciaba con claridad pero me pareció que eran ellos los que los hacían y no estaban grabados (y si los llevaban pues lo disimularon muy bien) aunque si llevaran samplers de teclados en algunos temas. Por su parte la pareja de guitarristas se mostró muy cómplice en todo momento tocando los solos de guitarra espalda con espalda y, como decía antes, subiéndose a las tarimas a la mínima oportunidad o moviéndose de un lado al otro del escenario. Se nota que tienen bolos a sus espaldas juntos.
Afrontábamos la recta final de su descarga y, obviamente, no podía faltar uno de sus temas más conocidos y que puso la sala patas arriba. Me estoy refiriendo a “Fallen Angels”, coreado a rabiar por todo el mundo, dejando para finalizar una “In The End”, de su tercer disco “Wretched and Divine: The Story of the Wild Ones” donde de nuevo tiraron de samplers, dejando muy satisfechos a sus seguidores, por los comentarios y caras de felicidad que vi en el sector más “emo” de la audiencia, y a los de HALESTORM, exclusivamente, no sé si tanto. Objetivamente no fue un mal concierto pero, personalmente, el tipo de música tan estandarizada que hacen no termina de convencerme y, pasado un rato, todos los temas me resultaban tan parecidos entre sí, que me terminaron aburriendo.
Lzzy Hale reina en la tormenta de HALESTORM
Trabajo frenético en el escenario para desmontar a toda prisa la batería de BLACK VEIL BRIDES (menos mal que la de Arejay estaba ya montada y sólo tuvieron que sacar la tarima correspondiente) y recoger todo su equipo para preparar el escenario para que se desatara la tormenta en La Riviera, y vaya si se desató. Ya había visto a HALESTORM en otras ocasiones, la primera presentando esa maravilla llamada “The Strange Case Of…” cuando abrieron para ALTER BRIDGE hace una década y la última, ya como cabezas de cartel, en la gira presentación de su penúltimo trabajo “Vicious” que me dejó una sensación agridulce. En realidad mucho más agria que dulce ya que Lzzy no estuvo nada fina aquella noche y ese disco lo tengo entre lo más flojo de la discografía de HALESTORM.
Pese a este pequeño gran chasco de su penúltimo paso por Madrid tenía muchas ganas de volver a ver al cuarteto porque “Back From The Dead” me parece bastante mejor que su anterior disco y porque en todas las entrevistas previas que había leído prometían un repertorio más largo, toda su producción y recuperar temas antiguos, cosa que sus seguidores más viejos siempre agradeceremos. Si a todo esto le sumamos que Lzzy rindió desde la primera nota del fragmento de “Raise Your Horns” cantado a capela, que sirvió de introducción a la tremenda “I Miss The Misery”, hasta la última de “The Steeple” a un nivel absolutamente increíble pues sólo puedo calificar su concierto como espectacular porque HALESTORM tuvo todo de cara (luces, sonido, el logo luminoso, ambiente,…) para salir victorioso y materializar mi reconciliación con la banda.
Si “I Miss The Misery” puso la sala a saltar y a cantar como si no hubiera un mañana, encadenarla con “Love Bites (So Do I)”, en la que no escatimó un solo grito o subida de tomo, sólo consiguió que la respuesta del público se mantuviera por las nubes llevándome a pensar que sería imposible mantener ese nivel a lo largo de toda la actuación. Sí y no. A nivel personal que ya hubieran sonado mis dos temas favoritos de mi disco favorito de HALESTORM implicaba que sólo podíamos ir “a peor”. Sin embargo, y me repetiré más que el ajo a lo largo de las siguientes líneas, una Lzzy en estado de gracia consiguió que hasta los temas que menos me pudieran convencer del repertorio sonaran a gloria bendita en su garganta. En 2013 cantó de lujo pero, su estatus de telonero y su menor experiencia en directo, no la dejaron brillar cómo si lo hizo diez años después.
Ya despojada de su chupa de cuero, la vocalista mostró la espalda de su camisa blanca donde se leía la frase “Vicious Bitches Club” y puso de manifiesto la cantidad de mujeres que había en la sala para, seguidamente, echar la vista atrás hasta su primer disco e interpretar un “I Get Off” tremendo en cuya parte central volvió a ser protagonista al marcarse un fragmento, versión libre eso sí, del “Crazy On You” de HEART acompañada por Josh al piano. De este modo volvió a dejar patente no sólo su vozarrón sino también el gran gusto musical que se gasta la mayor de los hermanos Hale.
Que el peso de los directos de HALESTORM en esta gira recaiga en “Back From The Dead” y “The Strange Case Of…” considero que no es ninguna casualidad. Lo del primero parece obvio puesto que es el motivo de la misma y el segundo lo considero su mejor disco hasta la fecha, y debo suponer que para ellos también visto lo visto, por lo que apostar por él es hacerlo a caballo ganador. Así lo demostró la reacción que, tras una poderosa “Wicked Ways” del último disco (creo que con algún sampler de teclado) tuvieron la marchosa y bailable “Freak Like Me”, con Arejay haciendo coros, y una “Rock Show” presentada diciendo que no había colegio ni que trabajar y que era un buen día porque había un “espectáculo de Rock” arrancando palmas en su inicio y cuyo estribillo que fue coreado al unísono por toda la sala. Está claro que no soy el único que piensa lo bueno que es su segundo disco y lo bien que funciona cualquiera de sus canciones en directo.
“Amen” es uno de esos temas que, comparados con los que habían sonado, bajarían el nivel del concierto de HALESTORM, pero Lzzy consiguió mantenerlo a flote con su interpretación pese a que su final instrumental alargado, tal vez demasiado, en el que tanto ella como su compañero Joe Hottinger se despacharon a gusto con sus instrumentos me terminó aburriendo un poco.
Tras ella, con la sala coreando el nombre del grupo, la estadounidense ya sin su camisa se quedó sola al frente de un teclado agradeciendo que les hayan traído a España y sintiéndose muy afortunada porque todos sus sueños se estaban haciendo realidad, nos brindó la parte más emotiva de la actuación de HALESTORM. Sí, me estoy refiriendo a esa en la que nos tocó la fibra sensible (y de qué manera) con la ejecución a piano y voz de “Break In” y “Shatter Me” cuya mayor pega fue que las unió a modo de medley dejándonos con ganas de oírlas al completo. Esto lo remedió en buena medida con una emocionante “Raise Your Horns”, íntegra ahora sí, donde se vació por completo (¡qué feeling, por favor!) cosechando una cerrada ovación más que merecida. Todos los que amamos esta música sabemos que el signo de los cuernos significa mucho más que dos dedos levantados al aire y este tema lo puso de manifiesto. Enorme momento y enorme Lzzy.
Despojada de su guitarra, la vocalista presentó el segundo y último tema que HALESTORM está interpretando en esta gira de su debut. Así “Familiar Taste Of Poison”, que arrancó con Joe acompañándola a la guitarra mientras los demás esperaban para entrar hacía la mitad del tema, elevó un poco la intensidad respecto a la parte de Lzzy al piano pero nos mantuvo el ambiente aún relajado. Y eso que al final improvisó unas frases a capella arrodillada en el suelo dejándonos de nuevo boquiabiertos con su despliegue vocal antes de volver a la caña con “Takes My Life”, el tema más antiguo que sonó esa noche y que cerraba su maxi “One And Done”, donde la luz ultravioleta dejó la estampa del pelo verde y los pantalones rosa fosforito de Arejay brillando en la oscuridad. Y porque ya se había quitado la chaqueta a juego temas atrás que si no…
Precisamente sería el propio baterista el que, llegados a este punto, protagonizaría su habitual solo de batería que, como siempre fue espectacular y variado pero que, también como siempre, cambiaría por algún tema más en su lugar. Si no le has visto nunca pues resulta hasta gracioso el momento en el que saca esas baquetas gigantes que forman parte de su espectáculo pero, al no ser mi caso, el factor sorpresa no existió y creo que ya demuestra lo buen músico que es durante la ejecución de las canciones pero claro, si su hermana había tenido su momento de protagonismo exclusivo, parece lógico que él también lo tuviera.
Nos aproximábamos a la recta final del concierto y lo cierto es que no eligieron mis canciones favoritas pero, de nuevo, una Lzzy de otro planeta las convirtió en “temazos” por arte de magia. Primero lo hizo con el tema que da título al disco que HALESTORM venía a presentar, y donde Josh se salió a los coros apoyando a su compañera, para despedirse momentáneamente, tras presentar a su banda y que fueran ovacionados también como se merecían, con “Uncomfortable” de “Vicious” y que yo nunca hubiera elegido para cerrar la parte regular de la actuación pero bueno, la banda manda, lógicamente.
Los músicos de HALESTORM no tardaron demasiado en volver a salir para rematar la presentación de “Back From The Dead” con otro par de temas de él. Primero salieron Joe y Lzzy para interpretar la gran balada “Terrible Things” en acústico que, aunque obviamente no contó con la voz de Ashley McBryde para darle réplica a Hale, demostró que tras 75 minutos a todo gas a la vocalista aún le quedaba fuelle de sobra para bordarla sin despeinarse. Y, tras animarnos a participar de la celebración que estaba siendo su concierto y brindar con unos chupitos (hasta Lzzy nos presentó a su cuñada, que además diseña su vestuario) nos dedicaron un maravilloso “Here's To Us” en el que toda la sala movió los brazos de lado a lado a petición de Arejay, quien también hizo coros en él.
Llegábamos al final para desgracia de todos y, al grito de “This Is My Church”, arremetieron con “The Steeple”, canción que yo no hubiera elegido para cerrar, que fue alargada en su parte final haciéndonos gritar varios “ooooh, ooooh”, (incluso recreando los mismos “oooh, oooh” de “I Miss The Misery” cerrando así el círculo supongo) hasta que los desgarradores gritos de Hale repitiendo “This is my Church, This is my People” del tema en cuestión pusieron punto y final a su memorable descarga.
HALESTORM ha sabido ir creciendo poco a poco, tanto artísticamente como en popularidad, a base de trabajo duro y patearse muchos escenarios a lo largo de los años solos o abriendo para grupos más grandes, da igual. Con actuaciones como la vivida me queda claro que es el momento de dar el salto y, porque no, ser parte de ese cacareado relevo generacional de bandas porque hay mimbres para ello. Si es capaz de mantener cierto nivel compositivo y Lzzy se muestra tan intratable a todos los niveles (voz, carisma, actitud…) como lo estuvo esta noche nada se le resistirá.
Fotos de Michelle Mateos.
Más información sobre HALESTORM en su web oficial.